En la sequ¨ªa, Xavi

El Barcelona compareci¨® en Granada dispuesto a probarse a s¨ª mismo despu¨¦s de quedarse a dos velas ante el Sevilla, algo extra?o en un equipo al que habitualmente se le desparrama el gol. Se esperaba su reacci¨®n y muy especialmente la respuesta de Messi, que no tiene costumbre de vivir en secano pero que lleva ya tres partidos sin marcar. A la hora de la verdad, el Bar?a gener¨® incluso menos oportunidades que contra Varas, pero, aunque no le pudo la ansiedad, solo super¨® como pudo, con sufrimiento, un lance aparentemente sencillo y que se le hab¨ªa puesto muy f¨¢cil. Messi, que no est¨¢ fino ni en el regate ni en el remate, se qued¨® finalmente por tercera vez a cero. Esta vez bast¨® un gol de Xavi, de falta, para que el Bar?a saliera airoso de un encuentro que para los azulgrana empez¨® mejor de lo que termin¨®.

Se esperaban cambios en la alineaci¨®n del Bar?a por eso del tute que lleva en sus piernas y hasta se dio por hecho que Xavi no jugaba. Pero Guardiola arm¨® el esqueleto del equipo alrededor del talento de un futbolista al que no se le adivina fecha de caducidad. Repitieron Vald¨¦s, Alves, Mascherano y Abidal atr¨¢s, el capit¨¢n y Messi en punta como titulares, acompa?¨¢ndoles gente fresca tres d¨ªas despu¨¦s de empatar a cero con el Sevilla. No se cort¨® el t¨¦cnico. Meti¨® mano al once y lo removi¨® de manera rotunda. Cesc, Busquets, Pedro y Maxwell reemplazaron a Keita, Thiago, Iniesta y Adriano y, adem¨¢s, guard¨® a Villa en el ataque dando entrada a Cuenca en la banda izquierda. El canterano es un tipo delgaducho y descarado al que el Bar?a ha fichado tres veces y a quien Guardiola, sin Alexis ni Affelay, dio ayer la oportunidad de su vida en parte por eso, porque el chaval se lo ha ganado, y al tiempo porque sab¨ªa que le garantizaba desparpajo y posici¨®n. No se equivoc¨®: el de Reus encar¨® siempre a Nyom sin achantarse un pelo.

No iba ni un minuto cuando Uche se gan¨® la primera tarjeta amarilla del partido por un pisot¨®n a Mascherano en una vehemente demostraci¨®n de que el Granada no pretend¨ªa regalar un cent¨ªmetro al Bar?a. Pese al c¨¦sped, muy alto, los azulgrana achantaron a los locales pase a pase y al cuarto de hora los muchachos de Fabri ya se hab¨ªan metido en el ¨¢rea, arrinconados por el trantr¨¢n que marcaba Xavi. Due?o y se?or del duelo, Xavi llev¨® el partido a su terreno con la colaboraci¨®n de Cesc y Busquets. Juntos parecen jugar de memoria.

Lejos de mostrar ansiedad, el Bar?a seleccion¨® jugadas con paciencia buscando espacios entre las dos l¨ªneas de cuatro que tapaban el camino a Roberto. Iba media hora y desde el faro de Motril se intu¨ªa que el gol no tardar¨ªa en llegar al Nuevo Los C¨¢rmenes. Y a los 33 minutos Xavi clav¨® una falta por la escuadra y puso fin a la sequ¨ªa azulgrana y el partido en franqu¨ªa con una suerte que no paladeaba desde hace dos a?os, cuando bati¨® a Diego L¨®pez, portero del Villarreal.

Xavi es un jugador indispensable en este Bar?a. No solo ha jugado todos los partidos en lo que va de curso, sino que no ha jugado uno malo. Con el de ayer lleva 352 dando lecciones en la Liga -anoche super¨® los 351 encuentros de Migueli y entr¨® en la historia del club definitivamente- y, adem¨¢s, tiene este a?o el gatillo f¨¢cil porque en los nueve partidos que lleva disputados, todos de titular, ha superado ya los tres goles que celebr¨® el curso pasado. Con Puyol desaparecido en combate, el volante es una vez m¨¢s la gran referencia.

Al Bar?a, sin embargo, se le apagaron las luces en el segundo tiempo con el marcador a favor. Se lesion¨® Pedro y a los azulgrana se le complic¨® el partido b¨¢sicamente porque fueron incapaces de meter un gol contra 10 jugadores y, al final, contra nueve. Mainz neg¨® el gol a Messi en la l¨ªnea de meta cuando su remate ya hab¨ªa superado al portero. Al partido le pudo el ruido y ya se sabe que al Bar?a le van m¨¢s los violines que las trompetas. Ni siquiera la aparici¨®n de Iniesta, mediado el segundo periodo, y el intervencionismo de Busquets le calmaron. Los azulgrana quedaron expuestos a cualquier error propio o a una jugada epis¨®dica del contrario, que muy bien pudo llegar en una acci¨®n de Geijo que el ¨¢rbitro interpret¨® como fuera de juego cuando no lo era.

La cara de Guardiola reflej¨® perfectamente la tensi¨®n con la que el Bar?a aguant¨® el 0-1. El equipo pareci¨® disminuido f¨ªsicamente, atormentado por su esterilidad ofensiva, entregado a los rechaces de Abidal, a la buena lectura defensiva de Mascherano y a la confianza que transmite Vald¨¦s. Y as¨ª, soplando, dio por buena una victoria m¨ªnima igual que pas¨® en Gij¨®n. Anoche le vali¨® el gol de un jugador que no falla nunca: Xavi.

Granada 0 - Barcelona 1