Drogba devora al Valencia
El equipo de Emery cae sin rechistar en Stamford Bridge ante un Chelsea liderado por Mata
T¨ªmido e inofensivo de principio a fin, el Valencia cay¨® sin rechistar en Stamford Bridge. Blandito en las ¨¢reas, tuvo un dominio tan mustio como enga?oso, perfecto para el juego preferido del Chelsea, la contra y los desaf¨ªos f¨ªsicos. En ese terreno, Drogba impone la ley, mucho m¨¢s poderoso a los 33 a?os que toda la zaga valencianista.
Uno por uno, los jugadores del Valencia volaron muy bajo y tampoco los cambios desde el banquillo ayudaron a cambiar la din¨¢mica pesimista. Paradojas del destino. El Valencia vendi¨® en el pasado verano a su mejor jugador, Mata, al rival que iba a ser su verdugo. Y Mata fue determinante una vez m¨¢s sirviendo el primer gol y el tercero a Drogba y recibiendo al ser sustituido el cari?oso reconocimiento de todo el banquillo blue, que ya le reconoce como un l¨ªder. Todo lo contrario de Fernando Torres, reservado otra vez por Villas-Boas para los minutos de la basura, cuando Drogba ya hab¨ªa dictado la sentencia.
CHELSEA, 3 - VALENCIA, 0
Chelsea: Cech; Ivanovic, David Luiz, Terry, Cole; Oriol Romeu, Meireles, Ramires (Obi Mikel, m. 65); Sturridge, Drogba (Fernando Torres, m. 77) y Mata (Malouda, m. 83). No utilizados: Turnbull; Ferreira, Lampard y Kalou.
Valencia: Diego Alves; Barrag¨¢n, Rami, V¨ªctor Ruiz, Jordi Alba (Aduriz, m. 55); Albelda, Tino Costa (Parejo, m. 77); Feghouli (Pablo Hern¨¢ndez, m. 65), Jonas, Mathieu; y Soldado. No utilizados: Guaita; Dealbert, Topal y Piatti.
Goles: 1-0. M. 3. Drogba. 2-0. M. 22. Ramires. 3-0. M. 76. Drogba.
?rbitro:Gianluca Rocchi. Amonest¨® a Oriol Romeu.
Unos 40.000 espectadores en Stamford Bridge.
Obligado por las circunstancias, el Valencia hubo de llevar la iniciativa. Aunque comenz¨® bien plantado, llegando por la izquierda a trav¨¦s de un trallazo de Jordi Alba al poste, el conjunto de Emery se fue embarullando, atascado por la imprecisi¨®n en los pases de Albelda y Tino Costa, la escasa amplitud de los interiores y la nula participaci¨®n de Jonas y Soldado, superados por la acumulaci¨®n defensiva de los locales. La defensa, adem¨¢s, fue un flan en manos de un glot¨®n como Drogba.
"Come on, Chelsea!", bram¨® el p¨²blico, encantado de que de su equipo tuviera el encuentro cuesta abajo: robar y correr. Ese ha sido su estilo desde los tiempos de Mourinho y as¨ª sigue por mucho que Villas-Boas intente cambiarlo poco a poco: con las gotas de calidad del omnipresente Mata, la velocidad de un peligros¨ªsimo Sturridge o el toque sencillo de Oriol Romeu desde el mediocentro. Pero, al final, vuelta a los or¨ªgenes: pelotazo a Drogba, capaz todav¨ªa de hacer valer su corpach¨®n y su astucia para proteger el bal¨®n. Como en el segundo gol. Dej¨® tirado a Albelda de un caderazo y envi¨® largo a Ramires. La ventaja era clara para V¨ªctor Ruiz, pero se le adelant¨® inesperadamente el medio brasile?o, que marc¨® por el palo de Diego Alves. Dos tiros y dos goles. Y un mensaje muy duro para los valencianistas: en todos los uno contra uno mandaban los blues.
"?Encara, encara a Mata!", grit¨® Emery a Barrag¨¢n, asustado como estaba el lateral derecho, v¨ªctima de su inexperiencia en partidos de este calibre. Se tropez¨® a las primeras de cambio, tras el centro desde la derecha de Sturridge, y ese fue el principio de una tortura. Recogi¨® el bal¨®n Mata, caracole¨® y se lo entreg¨® a Drogba. El costamarfile?o se cambi¨® la pelota de pierna, de derecha a izquierda, y bati¨® a Diego Alves entre una nube de piernas. Barrag¨¢n se encogi¨® y solo los gritos de Emery volvieron a estirarlo al final de la primera parte, cuando desbord¨® y centr¨® desde la l¨ªnea de fondo un par de veces. Curiosamente, ese parec¨ªa el punto d¨¦bil del Chelsea, su rinc¨®n defensivo izquierdo, donde Ashley Cole anduvo desenfocado.
El Valencia se march¨® cabizbajo al descanso, pensando que se enfrentaba al Everest en la segunda parte. Al iniciarla, Emery mand¨® prepararse a Pablo Hern¨¢ndez, Piatti y Aduriz. La sorpresa fue ver al delantero vasco entrar por Jordi Alba, lo que retras¨® a Mathieu y escor¨® ligeramente a la izquierda a Jonas.
A pesar de que el Chelsea, presa del p¨¢nico, fue reculando cada vez m¨¢s, el dominio valencianista segu¨ªa siendo est¨¦ril, refractario a utilizar el juego exterior. Tan atrevido en teor¨ªa, Villas-Boas recurri¨® en la pr¨¢ctica a Mikel, es decir, un canto al catenaccio. Un cambio indigesto para la grada. La segunda bala de Emery, Pablo Hern¨¢ndez, apenas se not¨® y la tercera, Parejo, ya entr¨® con la eliminatoria enterrada: Drogba acababa de anotar el 3-0.
Los gestos de rabia de Villas-Boas expresaban una realidad: el Chelsea no juega a nada, m¨¢s all¨¢ de los balonazos que el gran Drogba, superior incluso a Rami en el cuerpo a cuerpo, pueda convertir en oro. A no ser que la pelota caiga en los pies de Mata. Entonces es otra historia.
Un p¨¦simo pase de Mathieu le lleg¨® con ventaja al mediapunta espa?ol, que envi¨® corrido a la carrera de Drogba. Esta vez el costamarfile?o no perdon¨® y cruz¨® raso ante la media salida de Diego Alves.
Humillado, el Valencia se march¨® de Stamford Bridge sin decir esta boca es m¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.