Reto hist¨®rico o t¨ªtulo menor
La apertura a campeones de otros continentes, adem¨¢s de Europa y Sudam¨¦rica, cambia la concepci¨®n de un torneo que ha perdido prestigio desde sus primeros a?os - La FIFA exige unos ingresos m¨ªnimos de 26,7 millones
"Ganar el Mundial de Clubes ser¨ªa hist¨®rico". La frase la pronunci¨® el centrocampista del Barcelona Andr¨¦s Iniesta en 2009, cuando el equipo azulgrana se dispon¨ªa a batirse por el ¨²nico trofeo que faltaba en sus vitrinas y que, adem¨¢s, pod¨ªa ser el sexto t¨ªtulo de un a?o insuperable. El futbolista, que a partir de del jueves pelear¨¢ con el Bar?a por reeditar aquel ¨¦xito, neg¨® entonces que se tratara de "un t¨ªtulo menor". Un a?o despu¨¦s, fue el portugu¨¦s Luis Figo quien, en su calidad de representante del Inter de Mil¨¢n, afirm¨® que el Mundial era "un objetivo mayor" que dar¨ªa "un enorme prestigio" a sus vitrinas. Tal vez no lo vio con los mismos ojos el entrenador espa?ol Rafa Ben¨ªtez, despedido del equipo italiano nada m¨¢s ganarlo. En realidad, no son pocos los veteranos de las finales de la antigua Copa Intercontinental, a la que el Mundial sustituy¨® en 2005, que creen que el torneo ha perdido prestigio con el nuevo formato. Y, sin embargo, no todos lo ven como algo necesariamente negativo.
Tras golear al Pe?arol en el choque de vuelta (5-1), el Real Madrid se convirti¨® en 1960 en el primer campe¨®n de la Intercontinental. "Gener¨® mucha expectaci¨®n", rememora a sus 82 a?os el portero de aquel equipo, el hispano-uruguayo Jos¨¦ Santamar¨ªa; "era la primera vez que jugaba el campe¨®n de Europa contra el de Sudam¨¦rica, no hab¨ªa otra competici¨®n de esa categor¨ªa. Tuvo gran trascendencia, la poblaci¨®n estaba totalmente entregada". "El prestigio era tremendo", certifica el tambi¨¦n uruguayo V¨ªctor Esp¨¢rrago, que la gan¨® con el Nacional de Montevideo en 1971 y 1980, cuando empez¨® a disputarse a partido ¨²nico en Tokio.
Tradicionalmente, el torneo gener¨® m¨¢s expectaci¨®n en Sudam¨¦rica que en Europa. De hecho, no era infrecuente que el campe¨®n del Viejo Continente desechara disputarlo. En 1974, la renuncia del Bayern de M¨²nich le abri¨® las puertas de la Intercontinental al Atl¨¦tico de Madrid, que se impuso al Independiente, argentino. "En Am¨¦rica siempre le han dado much¨ªsimo m¨¢s valor. Aqu¨ª, a los aficionados les satisfac¨ªa m¨¢s ser campeones de Europa", considera Javier Irureta, que gan¨® el trofeo con el equipo rojiblanco y no olvida que por entonces, en algunos pa¨ªses, como Argentina, lleg¨® a haber represalias de instancias pol¨ªticas contra algunos jugadores por sus actuaciones en las finales. El Mundial, con su nuevo formato, sigue despertando mayor inter¨¦s fuera de Europa. "El Santos lleva tiempo concentrado, pensando en el t¨ªtulo. Se dice incluso que Neymar no ha venido a Espa?a porque quer¨ªa jugarlo", reflexiona Jon Andoni Goikoetxea, que perdi¨® ante el Sao Paulo (2-1) la final de la Intercontinental en 1992 con el Bar?a. Mientras el pasado s¨¢bado el equipo azulgrana parti¨® hacia Jap¨®n a la carrera tras el cl¨¢sico, el Santos, como el Monterrey, fue despedido d¨ªas antes por una multitud de seguidores. El presidente del club mexicano, Jorge Urdiales, no dud¨® en definir el Mundial como el "torneo m¨¢s importante de la historia" de su equipo.
Pero m¨¢s all¨¢ de los participantes, no parece que todo el mundo valore de igual manera el Mundial. De la mano de la FIFA, el t¨ªtulo heredero de la Intercontinental se abri¨® a la participaci¨®n del resto de campeones continentales, dando lugar a un formato que puede perder pujanza. "Se ha deteriorado, el nivel de los equipos, sin desmerecer a nadie, deja mucho que desear", opina Esp¨¢rrago. En un sentido similar se expresa Irureta: "Hay campeones que seguramente no llegan al nivel de los europeos y sudamericanos. Son equipos con pocas posibilidades de ganar y eso resta". "Cada a?o solo hay un par que apuntan a la final", interviene Goikoetxea; "yo conozco al Kashima de cuando estuve jugando en Jap¨®n y es un equipo que no tiene nada que ver con el Bar?a o el Santos. Ha llegado a semifinales y est¨¢ a a?os luz de los otros. Hoy por hoy, parece que si ganas te da mucho prestigio, pero si pierdes tampoco pasa nada. El Bar?a ir¨¢ con toda la ilusi¨®n, pero seguro que se centrar¨¢ m¨¢s en otras competiciones". "Quiz¨¢s deber¨ªa exigirse m¨¢s en la clasificaci¨®n, para que los que vayan sean de verdad los mejores", remata el exmadridista Santamar¨ªa, que, no obstante, prefiere ver el vaso medio lleno; "es diferente, pero tambi¨¦n constructivo".
Y es que no todos ven la incorporaci¨®n de rivales de menor entidad como algo necesariamente negativo. "Puede que ahora sea menos prestigioso, pero no tiene por qu¨¦ perder inter¨¦s, lo que hace es sumar integraci¨®n", opina Francisco Pav¨®n, ganador en 2002 con el Madrid de la Intercontinental, trofeo al que con la perspectiva del tiempo le ha dado m¨¢s importancia de la que le dio en su d¨ªa; "la FIFA querr¨¢ integrarlo todo, unirlo en un calendario com¨²n y que todos tengan la oportunidad de conseguir los t¨ªtulos". "No creo que fuera m¨¢s prestigioso antes. Poder jugar contra los campeones de otros continentes favorece al f¨²tbol en general", a?ade Santi Ezquerro, que en 2006 perdi¨® la final del Mundial con el Barcelona, una derrota que reconoce que "doli¨®" en el vestuario. "El Bar?a tiene la obligaci¨®n de ganarlo todo, hab¨ªa muchas ganas de conseguirlo y fue un palo duro".
Casi todas los futbolistas consultados coinciden en que el nuevo formato, m¨¢s perjudicial que el anterior para equipos con calendarios tan cargados como los europeos, responde sobre todo a intereses comerciales. Para cubrir los costes de la organizaci¨®n, la FIFA exige que el pa¨ªs que acoge el torneo garantice unos ingresos de unos 26,7 millones de euros provenientes de la venta de entradas y de los derechos televisivos locales, entre otros conceptos. A partir de esa cantidad, los beneficios son para el comit¨¦ organizador local. En cuanto a los clubes, la FIFA repartir¨¢ entre todos los participantes unos 12,6 millones de euros, de los cuales 3,8 millones ser¨¢n para el campe¨®n -en 2009, la plantilla del Barcelona se llev¨® 10 millones en primas por ganar el t¨ªtulo -. "Es un privilegio estar aqu¨ª y nos hace una ilusi¨®n b¨¢rbara poder ganar", ha dicho Pep Guardiola en una entrevista concedida a la web del organismo. Tal vez no tenga la importancia de otros campeonatos y, desde 2009, el Mundial ya no es para los azulgrana un reto hist¨®rico. Pero con el de Santpedor en el banquillo, la ambici¨®n del equipo no parece conocer l¨ªmites.
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