Todo pasa por Ganso
El medio, al igual que Xavi en el Barcelona y Espa?a, es la vela que impulsa al Santos y Brasil a trav¨¦s del bal¨®n
Hace ocho a?os, un grupo de cadetes, revoltoso y alborotador, acudi¨® al campo de entrenamiento del Santos. La imagen, con Paulo Henrique a la cabeza, un ni?o flacucho, de cuello estirado y pelo rizoso, le hizo re¨ªr a Ot¨¢vio Rodrigues, el utilero del club. "?Ah¨ª viene el grupo de los gansos!", exclam¨® divertido, haciendo tambi¨¦n referencia a ese apelativo brasile?o con el que se conocen a los j¨®venes inquietos y vivarachos, un tanto bulliciosos. Y ah¨ª naci¨® Ganso, antes conocido como Goose en su familia y Henrique en el barrio. Un ni?o que, alejado de sus padres por problemas varios y sobre todo econ¨®micos, se cri¨® con sus t¨ªos, do?a Creuza y don Julio; un chaval que acord¨® sacar algo m¨¢s de un aprobado en las notas para que le convirtieran el patio de su casa en un campo de f¨²tbol. Ahora Ganso es el pie y el 10 de la selecci¨®n brasile?a y del Santos, rival del Bar?a en la final del Mundial de Clubes.
A la sombra del duelo de Messi contra Neymar, tan ensalzado por la prensa brasile?a como esperado por el delantero del Santos y obviado por La Pulga porque a ¨¦l, pr¨¢ctico, lo que le interesa es perseguir a la pelota y no palabras, est¨¢ el enfrentamiento de Xavi con Paulo Henrique Chagas de Lima (Par¨¢, Brasil; 1989). Son las dos velas, las dos palancas que mueven al Bar?a y al Santos. Uno, Xavi, est¨¢ m¨¢s que hecho, laureado con todos los trofeos posibles tanto a nivel de selecci¨®n como de club, referente universal de la pelota. El otro est¨¢ por hacer, pero tiene el futuro a sus pies. Como el bal¨®n. Siempre fue as¨ª.
En el confortable barrio de Cidade Nova II de Ananindeua (Par¨¢) -Julio trabajaba en la empresa energ¨¦tica Petrobras-, todo el mundo sab¨ªa d¨®nde encontrar a Henrique. En la r¨²a W-18, donde se montaban los partidillos de f¨²tbol. La otra opci¨®n era que estuviera con el Tuna Luso, equipo de sala donde se desempe?¨® hasta que Giovanni -futbolista del Bar?a de 1996 a 1999- le ech¨® el ojo y se lo llev¨® al Santos. "Si no llegas al primer equipo, ser¨¢s m¨¦dico", le exigi¨® Julio, entonces. Y se lo record¨® dos cursos despu¨¦s, cuando el jugador, ya con 17 a?os, se rompi¨® la rodilla izquierda. Pero la voluntad de Ganso pudo con todo -incluso con 2008, cuando Emerson Le?o, ext¨¦cnico del Santos, decidi¨® bajarle al segundo equipo "por lento"-, hasta el punto de que en la temporada pasada conquist¨® el Paulista y la Copa de Brasil, adem¨¢s de ser galardonado como el mejor medio del pa¨ªs. Una historia que recuerda a la de Xavi, puesto que el Camp Nou le cogi¨® ojeriza al entender que su juego era excesivamente horizontal, que padec¨ªa el s¨ªndrome del cartero porque siempre se acercaba al receptor antes de dar el pase, como si tuviera miedo a perder el bal¨®n.
Giran Espa?a y el Bar?a en torno a la figura de Xavi, que reparte el bal¨®n con equidad y diligencia, casi siempre con acierto. Y se mueven Brasil -as¨ª lo exige el seleccionador Menezes- y el Santos alrededor de Ganso, que es un futbolista con movimientos a c¨¢mara lenta, pero que, sin embargo, hace circular el cuero a una velocidad endiablada, al primer o segundo toque. Por algo es el 10 en el club y en Brasil, dorsal que portaron, entre otros, Pel¨¦ y Zico, adem¨¢s de Kak¨¢ -que a buen seguro le habr¨¢ escrito un SMS como hace siempre que afronta un gran encuentro-, su ¨ªdolo junto a Zidane. "Es mejor que yo", le reconoci¨® el propio S¨®crates, catapulta de Brasil en 1982 y 1986, fallecido la semana pasada. "Mi f¨²tbol se parece m¨¢s al de Rivaldo", conviene Ganso; "porque recuerda ese estilo m¨¢s cl¨¢sico, porque somos zurdos". El problema de Ganso, en cualquier caso, es su fragilidad, operado de las dos rodillas, con un sinf¨ªn de problemas musculares que en la temporada pasada le enviaron a la enfermer¨ªa en un total de 107 d¨ªas.
Mientras Guardiola aboga por el ataque, por un f¨²tbol de mezcla y posesi¨®n, el t¨¦cnico Maury Ramalho aclar¨® antes de la final del Mundial de Clubes su intenci¨®n: "El Santos mantendr¨¢ el bal¨®n. Es nuestro estilo". Para eso est¨¢ Ganso. "Es un genio", le defiende Neymar, su amigo del alma y su compa?ero de habitaci¨®n en Nagoya; "jugamos la pelota para Ganso y ¨¦l resuelve los problemas de gente". Como Xavi en el Bar?a.
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