Racing y Real chocan sin ¨¦xito

El Racing es la excepci¨®n al principio de Arqu¨ªmedes. El nivel del torpedo que se le sumerge en la sociedad no es equivalente al nivel de agua que desaloja el equipo sobre el campo. Hay dos niveles. La sociedad es submarinista, el equipo nada a braza, pero nada. O quiz¨¢s, a espaldas del club. O quiz¨¢s en traves¨ªas largas. Debe ser dif¨ªcil encarar un partido ante un rival, presuntamente de los tuyos, sabiendo que por la ma?ana en la Junta de Accionistas se ha liado la marimorena, que el ¨²nico accionista mayoritario Ali Sayed (98%) envi¨® un representante alem¨¢n para que confeccionara el nuevo Consejo de Administraci¨®n, a su medida, cuando nadie le esperaba. Y sabiendo que los pe?istas que ansiaban la presidencia del club si el jefe desaparecido no hubiera estado, se enfadan con el anterior Consejo y con su anterior presidente que ahora figura en el nuevo Consejo. Y todo as¨ª. Gritos y chillidos, broncas, amenazas judiciales, insultos, casi gresca.

Todo por la ma?ana. Y por la tarde noche el Racing que se baja del autob¨²s y encara a la Real Sociedad, un equipo en progresi¨®n, tras cinco partidos sin conocer la derrota, pero que, curiosamente, le trata con el respeto que no exist¨ªa en la Junta racinguista. El f¨²tbol por encima de la gesti¨®n del f¨²tbol.

Tanto respeto que Montanier prefiri¨® resguardarse en la cocina con Demidov por delante de la defensa y un rombito en el centro del campo que dejaba a Agirretxe como enganche para quien quisiera llegar. Y llegaba Griezmann, habitualmente, aunque ayer le fall¨® el tobillo en un par de ocasiones que el franc¨¦s no suele fallar cuando se trata de aplicar alguna sutileza.

El Racing mantuvo el esquema de Adri¨¢n como medio punta, pero no encontr¨® elasticidad. Su mejor delantero fue... el lateral derecho, ?lvaro, espoleado por el gol in extremis conseguido en Bilbao que a poco le cuesta la camiseta de recuerdo por su primer gol en Primera Divisi¨®n y que ayer fue el autor de los dos primeros disparos de su equipo para medir el estado de ¨¢nimo de Claudio Bravo. Estaba alto. ?lvaro est¨¢ crecido y se not¨®, como se not¨® la desubicaci¨®n de Colsa (sustituido antes del descanso) y la imprecisi¨®n de Munitis (acelerado como un juvenil). Pudo ganar cualquiera y pudo ganar quien fuera. Quiz¨¢s por eso no gan¨® nadie. Porque Griezmann ten¨ªa el zapato sin abrochar, porque Adri¨¢n, mejor media punta que extremo, tropez¨® con Bravo en un mano a mano, porque el Racing lanz¨® un centro-chut al larguero y porque Vela dispar¨® raso y duro ante To?o, muy atento.

Ni siquiera pudo el Racing contra diez cuando ??igo Mart¨ªnez volvi¨® a pecar de explosividad y se fue expulsado en el minuto 55 dejando confuso a su equipo y con malos recuerdos de situaciones similares anteriores. No gan¨® nadie porque nadie, quiz¨¢s, mereci¨® ganar. Como no gan¨® nadie en el futuro del Racing en la Junta de Accionistas aunque Ali Sayed crea que fue ¨¦l. Se equivoca, aunque probablemente ni se enter¨® del resultado. Del partido.