El Atl¨¦tico y Manzano tocan fondo

En una tragicomedia de 20 segundos, el Atl¨¦tico y Manzano tocaron fondo. Fue apenas un chispazo, una ilusi¨®n hecha realidad, la del Albacete, que presion¨®, rob¨® y arm¨® el contragolpe definido por V¨ªctor Curto con un zapatazo desde la frontal del ¨¢rea. Fue un santiam¨¦n que cobr¨® vida a modo de garrotazo, una jugada que le pill¨® al Atl¨¦tico en ch¨¢ndal de calentamiento; pero tambi¨¦n fue, aunque solo para Manzano, una eternidad porque no era el tiempo transcurrido, sino lo que le quedaba por digerir, con 94 minutos por delante, con el insulto como mochila y la rechifla de compa?era. Tachado por el Calder¨®n, malmirado por la directiva, desaprobado por la direcci¨®n deportiva y desautorizado por parte del vestuario, fue el punto y final de Manzano. El peor de los finales porque el Albacete, equipo de Segunda Divisi¨®n B, le gan¨® los dos partidos (2-1 en la ida; 1-0 anoche) y la eliminatoria. Afrenta que desenfoca la realidad, que este equipo tiene buenos jugadores y mal juego, y aclara la verdad: el t¨¦cnico no seguir¨¢ al frente del banquillo.

La jugada del Albacete, el hurto de bal¨®n ante el pasmo rival, el pase en la l¨ªnea de trescuartos sin que nadie rechistara, el disparo sin barrera que se opusiera, resum¨ªa el curso, demasiado liviano y torcido, solo aireado en la Liga Europa, ahora con el pujante Lazio a la vuelta de la esquina. Era el Atl¨¦tico un equipo que presum¨ªa de caviar beluga y que se ha quedado en suced¨¢neo. Un equipo con un t¨¦cnico laureado que aguarda un relevo -Simeone, que rescindi¨® el contrato con Racing Avellaneda el mi¨¦rcoles, es el escogido- que fije la direcci¨®n sin tiritar. Un equipo que so?aba con la Champions y que ahora se hubiera contentado con batir a un Segunda B.

Sin Turan sobre el campo, al Atl¨¦tico le faltaba una pierna, un trampol¨ªn para filtrar pases interiores, toda vez que Diego se pierde en la ret¨®rica y en el regate en los ¨²ltimos tiempos, como si pretendiera solucionar todos los problemas en una sola jugada. No cuaj¨® la inventiva de Diego, ahogado por el cerrojo contrario ?el Albacete, quiz¨¢ por el gol ma?anero, no presion¨® arriba como en el Carlos Belmonte?, tampoco apareci¨® Adri¨¢n, porque no puede estar siempre para hacer de manitas y arreglalotodo, y menos lo hizo Falcao, que no tuvo balones que rematar porque no existieron centros, y al que se le cont¨® alg¨²n que otro aspaviento, cuando al principio del curso todo eran aplausos y parabienes para los compa?eros.

Era, en cualquier caso, un embrollo anunciado, sobre todo porque se descontaban las horas para anunciar el nuevo t¨¦cnico, porque el mensaje de Manzano resultaba caduco para la plantilla. De nada sirvi¨® la mel¨¦ de antes del encuentro, donde se desga?itaba God¨ªn y le secundaba Gabi para insuflar una tensi¨®n que no exist¨ªa. Lo aprovech¨® el energ¨¦tico Albacete, que le hizo un roto del que nunca se recuper¨®. Ni siquiera lo intent¨® el Atl¨¦tico, que no estaba para partidos ni retos, por m¨¢s que Adri¨¢n, God¨ªn y Diego probaran fortuna en un par de disparos, los mismos que formul¨® V¨ªctor Curto en el ¨¢rea opuesta.

Con el Calder¨®n en llamas, soport¨® el chaparr¨®n Manzano porque quiso acabar su trabajo, porque bien vale un buen finiquito. Pero si no escuch¨® el mensaje de la directiva, escaso de retranca, s¨ª que observ¨® su mal resultado, cabizbajo al enfilar el t¨²nel de vestuarios. Doblado en el Calder¨®n por un gol, incapaz de remontar ante un rival menor, fue un Atl¨¦tico de plastilina, su ¨²ltimo Atl¨¦tico, el que cay¨® con un Segunda B.

Atl¨¦tico 0 - Albacete 1