El Madrid merece m¨¢s
Los blancos ganan con total solvencia al Getafe en un duelo que gobernaron por completo y en el que solo le faltaron goles
Es otra gran virtud de este Madrid. En la Liga de largo recorrido no concibe estaciones de paso. Ni siquiera en una noche polar, con un campo duro, hormigonado por las heladas, el viento desatado y la pelota de brinco en brinco como en un paisaje lunar. All¨¢ donde sucumbi¨® el Bar?a y ante un vecino m¨¢s al alza que entonces, el Madrid tuvo la respuesta adecuada. No pas¨® el rodillo como en tantos otros encuentros, pero m¨¢s por su desdicha en ataque, donde acostumbra a ser fulminante, que por los m¨¦ritos de su rival, al que desti?¨® por completo, sobre todo en el primer acto.
El Madrid se adapt¨® a todas las inclemencias y no dio ch¨¢chara alguna al adversario, que arranc¨® como un tiro y se apag¨® a los tres minutos, cuando Barrada fall¨® un remate sencillo ante Casillas. Pero sin el Bar?a por el medio, el Madrid de hoy no es el pacato de hace una temporada. Ahora pide la pelota desde la alineaci¨®n, con Kak¨¢ y ?zil de mensajeros junto a Xabi Alonso. Frente al impulso inicial de los azulones, el Madrid medi¨® de la mejor forma posible. Dio un paso adelante, anud¨® el bal¨®n y desmarc¨® al Getafe, que persigui¨® sombras y le cost¨® un mundo echar siquiera un vistazo a Casillas.
GETAFE, 0 - REAL MADRID , 1
Getafe: Moy¨¢; Valera, Cata D¨ªaz, Miguel Torres, Masilela; Casquero (Lacen, m. 64), Juan Rodr¨ªguez; Pedro R¨ªos (Gavil¨¢n, m. 57), Barrada (Arizmendi, m. 69), Diego Castro; y Miku. No utilizados: Codina; Man¨¦, Sarabia y Rub¨¦n P¨¦rez.
Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentr?o; Xabi Alonso, Lass; ?zil (Granero, m. 88), Kak¨¢ (Callej¨®n, m. 62), Cristiano; y Benzema (Higua¨ªn, m. 73). No utilizados: Ad¨¢n; Albiol, Varan y Sahin.
Gol: 0-1. M. 17. Sergio Ramos remata de cabeza un saque de esquina lanzado por ?zil.
?rbitro: Ayza G¨¢mez. Amonest¨® a Juan Rodr¨ªguez, Cata D¨ªaz, Casquero, Arizmendi y Masilela.
Unos 12.000 espectadores en el Colis¨¦um.
No hay rastro de aquel Madrid que antepon¨ªa la defensa a la espera de una contra. Hoy, es un equipo mand¨®n, que, a partir de la pelota apenas concede una rendija en la retaguardia, donde Sergio Ramos es el mariscal de campo. Y un tit¨¢n en el ¨¢rea rival. A ¨¦l le correspondi¨® sellar la infinita superioridad de su equipo. ?zil lanz¨® un c¨®rner con precisi¨®n y el central andaluz vol¨® sobre el Colis¨¦um con un cabezazo prodigioso, tan contundente como bien dirigido. Ramos lleg¨® al remate como un sabueso, lo que no le rest¨® luces para colocar la pelota en la escuadra izquierda de Moy¨¤. El Madrid encontr¨® a bal¨®n parado lo que ya hab¨ªa merecido con ¨¦l por el ruedo. Al dinamismo de Cristiano y la actividad de Benzema, que sigue la hoja de ruta de un ariete, se sumaron ?zil, que ha recuperado la gracia, y Kak¨¢, que rato a rato est¨¢ en ello. Con sus cuatro tenores en guardia, el Madrid no es el equipo desarticulado que suelen preconizar esa legi¨®n de t¨¦cnicos que pregonan el orden a partir del m¨²sculo y los futbolistas de choque, pico y pala. Con Cristiano como ejemplo, el talento no es excusa para la insolidaridad. Sin la pelota, se trata de ocupar los espacios necesarios, no de ser un mast¨ªn.
Firme y decidido el Madrid, con gobierno en plaza, el Getafe estuvo a sus pies, siempre en vilo, solo sostenido por su portero y el transcurrir del tiempo. El conjunto madridista le tuvo siempre a distancia, a varias cuadras de Casillas, sin un solo defensa visitante distendido. Al Getafe le gusta remar por las orillas, donde tiene futbolistas de peso, como Diego Castro, Gavil¨¢n o Pedro R¨ªos. Ninguno de ellos tuvo protagonismo, subyugados por Arbeloa y Coentr?o y los auxilios del resto de compa?eros. El azar era el ¨²nico aliado de los de Luis Garc¨ªa. Que el Madrid no cerrara el encuentro era un milagro; como que el Getafe, seco en ataque, vaci¨® en el medio campo y con pinzas en defensa, se acercara al empate. Su ¨²nico sue?o fue una mano de Pepe dentro del ¨¢rea que el brasile?o disimul¨® con un repentino dolor de barriga. Ya en el primer tiempo, tambi¨¦n Cristiano hab¨ªa reclamado un penalti por sobrecarga del Cata D¨ªaz.
Fueron numerosas las ocasiones en las que el Madrid estuvo a un cent¨ªmetro del segundo gol. Por una vez, un equipo demoledor con el mazo, se volvi¨® de fogueo en el remate final. ?zil, Cristiano Ronaldo, Benzema y luego Higua¨ªn llegaron una y otra vez a la sala de espera del gol. Unas veces Moy¨¤ y otras una imprevista falta de punter¨ªa angustiaron al Madrid hasta el final. El Getafe no le hizo ni cosquillas, pero, pese a la palidez adversaria, cuando el marcador es ajustado el f¨²tbol siempre da motivos para la incertidumbre. Bien hizo el Madrid en buscar la sentencia hasta el final. No hay mejor forma de protegerse ante un inesperado gui?o del destino que querer cerrar el tramo final de un partido en el ¨¢rea del contrario. Se?al inequ¨ªvoca de poder¨ªo. As¨ª se muestra este l¨ªder aun en una desapacible noche con m¨¢s merecimientos que goles. Y el Madrid lo es: un l¨ªder con may¨²sculas, de cuerpo entero, y que ya no especula. Si falla en ataque por un mal d¨ªa, su defensa es un pil¨®n, impenetrable. El d¨ªa que no tuvo gol, tampoco encaj¨® por primera vez en muchas semanas.
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