La ambici¨®n del Rayo condena al Zaragoza

Teniendo en cuenta que la salvaci¨®n en las ¨²ltimas temporadas ronda los 45 puntos, y que, pasadas 20 jornadas, en la hucha del Zaragoza apenas hab¨ªa 12, los de Manolo Jim¨¦nez afrontaron la cita con la ansiedad de la necesidad perentoria y la acabaron condenados a la penuria. Como quien corre a la desesperada por el and¨¦n para intentar coger el ¨²ltimo tren, el conjunto ma?o -obligado a sumar, a ser posible de tres en tres, en casi todos los partidos que restan para que le salgan las cuentas- se lanz¨® a por el partido con coraje, pero, al final, se estrell¨® v¨ªctima del miedo.

Con mucho ¨ªmpetu y pocos argumentos, los locales se aplicaban con intensidad en la presi¨®n para recuperar el bal¨®n, pero despu¨¦s lo jugaban a trompicones. Tras media hora de zozobra, Apo?o ilumin¨® la noche. El centrocampista malague?o encontr¨® la pausa y desenred¨® la madeja. Del comp¨¢s de su bota derecha naci¨® un centro milim¨¦trico hacia el punto de penalti. All¨ª lo recogi¨® Postiga para, en acrob¨¢tica postura, convertirlo en un latigazo. Nada pudo hacer Joel, que se estrenaba en la porter¨ªa rayista. Fue un fogonazo.

Nada hab¨ªa hecho el conjunto de Sandoval para merecer semejante castigo, pero cuando Trashorras enfil¨® renqueante la enfermer¨ªa por un pisot¨®n en el tobillo su juego perdi¨® m¨ªstica y criterio. Sin el gobierno del partido pero con la codicia por bandera, el t¨¦cnico busc¨® afinar su apuesta con Armenteros y Diego Costa, dos piezas fichadas en el mercado invernal. La acumulaci¨®n de delanteros desat¨® al Rayo que comenz¨® a merodear con peligro el ¨¢rea rival.

Su ambici¨®n encontr¨® el premio del empate gracias a un cabezazo del propio Diego Costa a centro de Casado. El cierzo hel¨® La Romareda. El Zaragoza se tambale¨® con el golpe y con el viento a favor no fren¨® el conjunto vallecano. Un arre¨®n de Armenteros lo convirti¨® Casado en otro regalo, esta vez para Michu, que sentenci¨® el partido y quiz¨¢ al Zaragoza.

Zaragoza 1 - Rayo Vallecano 2