Ni h¨¦roes ni valientes, profesionales

Acostumbra a pasar siempre que se anuncian partidos con t¨ªtulos de pel¨ªcula, como esta noche en el Camp Nou, d¨ªa en que se aguardaba una noche de titanes y result¨® ser una jornada pac¨ªfica, alejada de la ¨¦pica de la Copa, un d¨ªa de tantos, muy fr¨ªo, ciertamente, imposible calentarse con el f¨²tbol. No hubo h¨¦roes en el Valencia ni necesit¨® valientes el Bar?a. A la que los azulgrana encontraron la porter¨ªa, los valencianistas se recogieron despu¨¦s de un excelente arranque y el inter¨¦s se centr¨® en contemplar las paradas de Diego Alves, las apariciones de Pinto y las fintas de Messi.

Al Valencia le pesan los partidos solemnes, tambi¨¦n una semifinal de Copa. Laborioso en el d¨ªa a d¨ªa, se afloja en el momento decisivo, tal que fuera el equipo del gatillazo. Nunca jug¨® con la convicci¨®n que anunci¨® a su salida de Mestalla sino que estuvo contemplativo y expectante, solo presente a ratos, abatido por los acelerones de La Pulga. No hay nadie m¨¢s sensible a los partidos importantes que Messi. Anoche le bast¨® con un par de jugadas para resolver un encuentro que nadie habr¨ªa dicho que no ten¨ªa retorno sino que m¨¢s bien pareci¨® de Liga.

El partido se puso de parte del Barcelona desde el inicio, cuando se cantaron las alineaciones, sobre todo porque en el bando azulgrana reaparec¨ªa Xavi mientras que el Valencia perd¨ªa a Soldado por la gripe, m¨¢s que nada porque en el banquillo del Camp Nou asomaba de nuevo Iniesta. Aunque Busquets no lleg¨® a tiempo para jugar, a Guardiola le sobr¨® hasta Alves. El t¨¦cnico prefiri¨® a Puyol como lateral para combatir a la pareja Jordi Alba-Mathieu, opt¨® por Thiago como medio centro y apost¨® como tercer delantero por Cuenca. Un muy buen equipo.

Puesta la pelota en juego, sin embargo, el plantel de Emery se manej¨® mejor, refugiados los azulgrana en su cancha, incapaces de salir del ¨¢rea por la presi¨®n del adversario, sometidos en las jugadas de estrategia, intimidados por el tallo largo de Aduriz y el f¨²tbol sutil de Mathieu, un zurdo que en los cruces con el Bar?a ser reencarna en el Piojo L¨®pez, el delantero que abri¨® la puerta del Camp Nou a Van Gaal. Alejado del ¨¢rea de Diego Alves, no funcionaba en el Bar?a, que no sab¨ªa si elaborar o apretar, controlar o contragolpear, jugar o atacar.

As¨ª las cosas, neutralizados t¨¢cticamente, los barcelonistas encontraron remedio a sus carencias en la figura infalible de Messi, excelente como asistente (20), siempre conectado con Cesc. La Pulga meti¨® un pase largo para la carrera de F¨¤bregas, y el volante no solo le gan¨® la posici¨®n a Miguel sino que cruz¨® el bal¨®n sobre la salida de Alves, vulnerable cuando abandona los palos.

Est¨¦ril en muchos partidos muy bien trabajados, al Bar?a le alcanz¨® con una ocasi¨®n a contrapelo, en una transici¨®n, para tomar ventaja y revertir el dominio esc¨¦nico.

El gol desmont¨® al Valencia, tan bien dispuesto en la medular como agujereado en su ¨¢rea por los errores continuados de Rami y V¨ªctor Ruiz. Abierta la porter¨ªa rival, el Bar?a desperdici¨® hasta tres remates, uno de Messi, disminuidos unos y otros por la omnipresencia de Diego Alves, m¨¢s a gusto con el papel de h¨¦roe que de compa?ero. Aunque a veces Thiago cerraba m¨¢s que abr¨ªa el campo, a los azulgrana no les costaba manejar el choque, alcanzar la cancha contraria y enfilar a los centrales, generar superioridades. A cambio, no remataban al Valencia.

Despabilaron un poco los valencianos despu¨¦s de reponer fuerzas en el descanso, sobre todo en una carrera de Jordi Alba, que le gan¨® por piernas a Puyol y remat¨® sobre la salida de Pinto. El portero estuvo estupendo y pudo reivindicar su titularidad en un momento de tedio del Barcelona, aburrido hasta de s¨ª mismo. Al rescate azulgrana acudieron Cuenca y m¨¢s tarde Messi. No hab¨ªa manera, sin embargo, de vencer a Diego Alves, cada vez m¨¢s agrandado, protagonista absoluto de la semifinal. Ni con la puntera pod¨ªa La Pulga con el portero del Valencia.

El equipo de Emery viv¨ªa a expensas del acierto de Diego Alves. No atinaba el Bar?a y de vez en cuando comparec¨ªa el Valencia en el arco de Pinto. El partido se convirti¨® en un asunto de porteros. A un lado acosaban Puyol y Messi y al otro se presentaba punzante Jordi Alba. Iba y ven¨ªa el cuero, descontrolado el partido, hasta la expulsi¨®n de Feghouli. No desaprovech¨® Messi la superioridad num¨¦rica y habilit¨® a Alexis en una larga salida que culmin¨® Xavi con la ayuda de V¨ªctor Ruiz. ?nicamente uno de sus centrales pod¨ªa batir a Diego Alves.

Ya no hubo m¨¢s debate ni litigio en una noche futbol¨ªsticamente apagada, para suerte del Bar?a, poco exigido, por un triste Valencia en un partido que val¨ªa una final, la 12? para el Bar?a de Guardiola, cuya leyenda empez¨® precisamente en una final de Copa contra el Athletic en Mestalla.

Barcelona 2 - Valencia 0