"Jugamos como en La Masia"
Para Mikel Arteta (San Sebasti¨¢n, 1982) el bal¨®n siempre fue una prioridad, una pasi¨®n irrefrenable. Por eso, de ni?o, cuando jugaba partidillos en la playa de La Concha, se desfondaba de tal manera que, cuando llegaba a los entrenamientos del Antiguoko, acababa por vomitar del esfuerzo. De eso ha pasado mucho tiempo, tanto que sus pies se han hecho famosos en Francia, Escocia e Inglaterra, aunque en Espa?a no tiene ese reconocimiento. Pero ahora, bajo la batuta de Ars¨¨ne Wenger, es el faro del Arsenal, equipo que discute hoy al Milan (20.45, televisiones auton¨®micas) y en San Siro, en la ida del duelo, una plaza para los cuartos de final de la Liga de Campeones.
Pregunta. ?C¨®mo le recibieron Wenger y el vestuario?
Respuesta. Cuando llegu¨¦, que fue poco antes de echar el cierre al mercado y tras varios a?os de negativa del Everton a venderme, el m¨ªster estaba en Francia con un canal de televisi¨®n. Pero, al verme, fue directo y claro: "Haz lo que sabes y no quieras hacer nada diferente". El grupo me gast¨® la t¨ªpica broma. Me hicieron cantar una canci¨®n sobre una silla. Escog¨ª La bamba porque era f¨¢cil y as¨ª alguno me acompa?¨® en el rid¨ªculo.
P. ?C¨®mo es Wenger?
R. Muy coherente en todo. No es el t¨ªpico que se queda tras la cristalera de su despacho, sino que siempre est¨¢ sobre el c¨¦sped. Habla con mensajes cortos y te pregunta cosas determinadas sobre un partido para entender tu visi¨®n del f¨²tbol. Le encanta adem¨¢s tener a j¨®venes entren¨¢ndose en el primer equipo.
P. ?Les hacen novatadas?
R. Pocas. En el Everton s¨ª que ten¨ªan que limpiarnos las botas o recoger el material. Pero aqu¨ª todo es muy natural. La ¨²nica frontera est¨¢ en el comedor. Los del filial no pueden sentarse en la zona reservada al primer equipo.
P. ?Comen siempre ah¨ª?
R. El que quiera, s¨ª. No es obligatorio. Tambi¨¦n podemos desayunar, pero yo lo hago poco porque llevo al enano [su hijo Gabi] al colegio.
P. ?Ya se han adaptado a Londres?
R. Nos cost¨® encontrar la casa [en el barrio de Totteridge, cerca de la ciudad deportiva], pero la ciudad nos ha convencido. Vamos mucho a conocer restaurantes, sobre todo japoneses; al teatro y a ver musicales con el ni?o como El rey Le¨®n, Shrek... Y el Arsenal me ha ayudado mucho porque una persona se ha encargado de todo: de los contratos de la tele, de los muebles, de la mudanza, del colegio... As¨ª, jugar al f¨²tbol es m¨¢s f¨¢cil.
P. Y m¨¢s en un equipo que se ajusta a sus caracter¨ªsticas, ?no?
R. S¨ª, es el f¨²tbol que me ense?aron de ni?o. Se parece a La Masia en muchos de los ejercicios, en los objetivos de los entrenamientos..., incluso en c¨®mo se afrontan los partidos, pensando m¨¢s en c¨®mo hacer da?o que en c¨®mo nos jugar¨¢n. En el Everton se utilizaba m¨¢s el f¨ªsico y se jugaba de modo brusco. Pero pasarse la pelota est¨¢ de moda en Inglaterra y eso es de agradecer. Ahora hay muchos equipos que rasean el bal¨®n.
P. ?Depende de usted el ritmo de juego del Arsenal?
R. En este equipo tengo mucha responsabilidad porque debo dar equilibrio. No es f¨¢cil con un delantero, dos extremos puros y laterales largos. A veces, dejamos muchos espacios. Es curioso que en un equipo que ataca mucho yo lo haga menos de lo habitual. Pero me gusta. Y los goles corren por cuenta de Van Persie. No hay quien lo pare. Est¨¢ on fire. Un l¨ªder dentro y fuera del campo. Quiz¨¢ no habla mucho, pero da ejemplo. El vestuario, en cualquier caso, no es muy jer¨¢rquico. No parece ser como era con Campbell, Pir¨¨s, Vieira...
P. Pero regres¨® Henry...
R. M¨¢ximo respeto. Tiene una estatua en el estadio y eso lo dice todo. Es muy cercano y nos alegramos de que estuviera aqu¨ª.
P. En el Milan tambi¨¦n hay jugadores hist¨®ricos, como Seedorf, Nesta, Inzaghi...
R. Hist¨®ricos, pero no viejos. Y tambi¨¦n tiene j¨®venes que son dinamita pura, como Pato, o delanteros terribles como Ibrahimovic. Solo hay que ver los problemas que crearon al Barcelona esta temporada o al Madrid en la pasada. Parece que les gusta el ritmo lento, pero te enga?an. Llevan al partido adonde quieren. Nosotros somos j¨®venes y no debemos caer en eso.
P. Eso se le achaca a Wenger, que siempre tiene j¨®venes y que ya no gana t¨ªtulos.
R. Solo gana uno y muchos pierden. Creo que ha estado cerca siempre de los t¨ªtulos y que ese juicio no es justo ni real.
P. ?Le molesta a usted que se le valore m¨¢s lejos de Espa?a?
R. Lo tengo asumido. El reconocimiento le gusta a todo el mundo, pero no me obsesiona. Mi carrera se ha desarrollado casi exclusivamente fuera de la Liga espa?ola y estoy muy orgulloso. Lo ¨²nico que me da pena es no haber llegado a la selecci¨®n absoluta porque fui a todas las inferiores. Pero las plazas est¨¢n muy caras, m¨¢xime en mi puesto. Debo asumir que hay jugadores mejores. T¨² puedes ser un buen constructor, pero quiz¨¢ el Empire State se te complica.
P. Alguno de estos ya le tapon¨® en el Bar?a.
R. Ten¨ªa por delante a Guardiola, Xavi, De la Pe?a... Apuntaba maneras Iniesta... Siempre me he preguntado qu¨¦ habr¨ªa pasado de haber seguido all¨ª. M¨¢s que nada, porque era un fan loco del Bar?a, hasta el punto de que mi padre me enviaba a la cama muchas veces porque me pon¨ªa hist¨¦rico con los partidos. Laudrup y Guardiola eran geniales. Pero decid¨ª irme e iniciar una aventura.
P. Esa aventura empez¨® casualmente en San Siro, ?verdad?
R. S¨ª. Me fich¨® el Par¨ªs Saint-Germain [el t¨¦cnico, Luis Fern¨¢ndez] y a los cuatro d¨ªas, con 17 a?os, era titular ante el Milan en la Champions. Entonces, empiezas a darte cuenta de que puedes valer. Tras una ¨¦poca estupenda, me fui al Rangers.
P. ?C¨®mo sobrevive un jugador de toque al pelotazo?
R. Adapt¨¢ndose como los camaleones. ?Y eso que en el primer partido se me ocurri¨® santiguarme! En el descanso me advirtieron de que la cruz en Ibrox Park [el Rangers es el club de los protestantes] no se hace. Son cosas, como que en el Everton no puedes llevar botas rojas [el color del Liverpool, el eterno rival]. Pero, ya en serio, sobre el campo tienes que mantener tus puntos fuertes a pesar de que intervienes la mitad. Y con McLeish, el t¨¦cnico, tuve alg¨²n problema porque no me dejaba irme cuando vi que ya no ten¨ªa m¨¢s recorrido all¨ª. Pero me ense?¨® a espabilarme. Quiz¨¢ sus formas no sean las m¨¢s correctas, pero te ense?a que el pie hay que meterlo, que eso de ser finito no sirve de nada. Se lo agradezco much¨ªsimo.
P. ?Qu¨¦ le pas¨® en la Real Sociedad?
R. Lo tengo muy claro, pero no me gusta hablar de ello porque es un equipo al que tengo cari?o y es mi ciudad. Fue un golpe personal horrible. All¨ª, con Amorrortu, no iba a jugar. Y sufr¨ªa por lo que ve¨ªa, por todo. No tuve dudas en marcharme. No quer¨ªa vivir eso. Aunque estoy contento porque ya s¨¦ lo que es ver el f¨²tbol desde el banquillo.
P. En San Siro siempre juega.
R. Uno de mis campos favoritos. Pero ahora hay que ganar.
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