La nueva piel del Athletic
Los de Bielsa firma un 67% de posesi¨®n, cifra poco com¨²n para un visitante en Old Trafford
Nada, probablemente, representa mejor la nueva personalidad del Athletic que el tercer gol en Manchester, obra de Muniain. Un auto de fe, de entrega, de poder¨ªo f¨ªsico, de determinaci¨®n y de la absoluta convicci¨®n de que el f¨²tbol es algo digno de disfrutarse del primer al ¨²ltimo minuto, sin p¨¦rdidas de tiempo, sin mirar al marcador, convertido apenas en un puro instrumento de informaci¨®n al espectador. Es la reedici¨®n del Athletic de siempre pero vestido con una piel nueva.
Costar¨ªa trabajo encontrar un equipo rival de los diablos rojos que haya tenido una posesi¨®n del bal¨®n del 67% como el Athletic obtuvo en la segunda mitad. Si acaso, el Bar?a, por su estilo de juego, y pocos o ninguno m¨¢s en los ¨²ltimos a?os. No es extra?o que el diario brit¨¢nico The Independent califique el trabajo del Athletic como ¡°una oleada de f¨²tbol¡± y recuerde que ¡°el equipo vasco ten¨ªa el aire del Barcelona¡±. Se debate Bilbao en decidir si el del jueves en Old Trafford ha sido su mejor partido de la historia, algo harto dif¨ªcil de establecer porque las circunstancias cambian y a veces determinan el grado de dificultad de lo conseguido. Muchos recuerdan la final de la Copa de la UEFA frente a la Juve en 1977 (que se llevaron los italianos a doble partido); otros, la sonora goleada (1-7) al Standard de Lieja en la misma competici¨®n (2004). Otros tiran mucho m¨¢s en el almanaque futbol¨ªstico y se acercan a las ¨¦picas goleadas de aquellos 11 aldeanos de Zarra, Gainza y compa?¨ªa.
La tropa de Bielsa es un ej¨¦rcito
Pero, sin duda, la importancia del rival (actual subcampe¨®n de Europa), la majestuosidad del escenario y la evoluci¨®n del f¨²tbol, que ha ido haciendo m¨¢s grandes a los grandes y distanci¨¢ndolos de los peque?os, le otorgan al partido de Old Trafford probablemente la categor¨ªa de la mejor exhibici¨®n rojiblanca en much¨ªsimos a?os.
Hay sobre todo razones deportivas que lo explican. La llegada de Bielsa, m¨¢s que en los aspectos t¨¢cticos, se ha dejado notar en la capacidad de mejora de unos futbolistas y de un equipo que parec¨ªa atado al pasado (salvo contadas excepciones: Heynckes y Valverde, especialmente), incapaz de adaptarse a la evoluci¨®n del f¨²tbol espa?ol y europeo que le ha convertido en campe¨®n del mundo con La Roja, y en campe¨®n de clubes indiscutible con el Bar?a y el Madrid.
La tropa de Bielsa es un ej¨¦rcito bien organizado donde puede decirse que no hay dos futbolistas iguales. Ah¨ª radica su capacidad de sorprender al rival, porque ataca a oleadas, con muchos futbolistas en el ¨¢rea y todos de caracter¨ªsticas distintas, lo que le coloca al adversario (como el jueves) en tesituras muy complicadas de resolver: ahora es el ingenio de Muniain, ahora, la habilidad de Susaeta, o el poder¨ªo de Llorente, o el f¨²tbol vertiginoso de De Marcos o el tacto fino de Herrera o la jerarqu¨ªa del mariscal Javi Mart¨ªnez. Y todo, adem¨¢s, con un elemento desbordante de juventud. El equipo que salt¨® al Teatro de los Sue?os ten¨ªa una media de 23 a?os de edad, un insulto para la autoestima de tipos talluditos como Giggs, Evra, Park y los ausentes Scholes, Ferdinand u Owen.
Tiene adem¨¢s una desbordante juventud: la media de edad
El mito que condenaba al Athletic a ser el permanente embajador en Espa?a de un f¨²tbol brit¨¢nico cl¨¢sico, que ya solo se ve en muy pocos campos ingleses, se ha derribado y precisamente el nuevo Athletic ha alcanzado su m¨¢xima representaci¨®n en un m¨ªtico terreno ingl¨¦s. De paso, ha borrado tambi¨¦n la maldici¨®n de Inglaterra, donde, tan devoto de aquella fe futbol¨ªstica, jam¨¢s hab¨ªa ganado un partido oficial.
Cuando el presidente, Josu Urrutia, eligi¨® a Bielsa como su entrenador en la campa?a electoral, lo hac¨ªa sobre todo con un argumento fundamental: ¡°Pase lo que pase con los resultados, s¨¦ que estos futbolistas cuando ¨¦l se vaya ser¨¢n much¨ªsimo mejores de lo que son ahora¡±, dec¨ªa. El t¨¦cnico rosarino no le ha defraudado: todos son y se sienten ahora mejores de lo que eran. El culto al juego prevalece sobre todo. No hay especulaci¨®n con el marcador, ni tretas o artima?as que dificulten el trabajo sobre la hierba. Ha desaparecido la p¨¦rdida de tiempo, sea cual sea el resultado y el rival porque en el fondo no es sino una p¨¦rdida del f¨²tbol. Morir los partidos en el ¨¢rea rival se ha convertido en una consigna.
¡°Energ¨ªa e historia¡± eran las dos caracter¨ªsticas que ensalzaba The Independent sobre el juego del Athletic. La tercera, a pesar de la alegr¨ªa que invade Bilbao, no es la euforia. ¡°Queda un segundo partido y ya vimos que el Manchester fue capaz de hacer dos goles sin demasiado esfuerzo¡±, dijo Bielsa en la sala de prensa antes de concentrarse en el partido que no acaba de ganar: el miedo al avi¨®n le sigue goleando sin piedad.
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