Rueda m¨¢s el Atl¨¦tico que la pelota
El equipo de Simeone, tan est¨¢tico como resolutivo, doblega a un Granada sin pegada
Se cosi¨® el Atl¨¦tico en su campo, subi¨® la cremallera en la zaga e incluso se desentendi¨® del contragolpe, del ataque espor¨¢dico. Fue como si sus jugadores estuvieran sujetos con pegamento al tapete, como si el bal¨®n rodara en un c¨¦sped desatendido por dos meses, hu¨¦rfano de protagonistas y ambiciones. Pero le alcanz¨® al equipo con dos jugadas a bal¨®n parado para meter miedo en el cuerpo, primero, y para sentenciar el partido, despu¨¦s. Dos disparos, un gol y un rival desfigurado, con argumentos y sin remate. Fue la victoria del Atl¨¦tico, que hizo bien poco, pero le vali¨® mucho; sin destilar su f¨²tbol gobern¨® el bal¨®n, desdibuj¨® al Granada y, cuando todo estaba resuelto, se marc¨® sobre la bocina una contra estupenda que desemboc¨® en el segundo tanto. Un triunfo resultadista, sin peros.
ATL?TICO, 2 ¨C GRANADA, 0
Atl¨¦tico: Courtois; Juanfran, God¨ªn, Miranda, Dom¨ªnguez, Mario Su¨¢rez (Assun??o, m. 56), Gabi; Salvio (Arda Turan, m. 69), Koke, Adri¨¢n (Perea, m. 78); y Falcao. No utilizados: Asenjo; Perea, Fran M¨¦rida, Sa¨²l y Mart¨ª.
Granada: Julio C¨¦sar; Nyom, ??igo L¨®pez, Mainz, Borja G¨®mez; Mikel Rico, Mois¨¦s Hurtado (Geijo, m. 71); Cort¨¦s (Ighalo, m. 59), Abel, Jaime (Henrique, m. 30); y Uche. No utilizados: Jos¨¦ Juan; Pamarot, Carmona y Lucena.
Goles: 1-0. M. 38. Miranda remata a la red un pase de cabeza de God¨ªn. 2-0. M. 91. Falcao resuelve una jugada personal de Juanfran.
?rbitro: Mateu Lahoz. Amonest¨® a Nyom, Koke, Borja G¨®mez, God¨ªn. Roja directa a Henrique (m. 83).
Vicente Calder¨®n. 40.000 espectadores.
Economiz¨® por una vez y sin remilgos su esfuerzo el Atl¨¦tico, sin dar profundidad a su juego desde los laterales, con el delantero centro m¨¢s est¨¢tico que nunca, con los medios atornillados al eje y con los extremos ligados a la l¨ªnea de cal, descartados los desmarques, el pase al hueco y el contraataque, el arma que define al equipo. Qued¨® entonces un Atl¨¦tico m¨¢s comedido, con un traje que le queda holgado, que persigui¨® la posesi¨®n y no al esf¨¦rico, que se expres¨® en campo propio y no ajeno. La t¨¢ctica pareci¨® salirle rana porque no inquiet¨® al Granada, saneado y ordenado a m¨¢s no poder, excelente en las coberturas y en el repliegue, y tan sensacional al desatarse para la contra como nefasto en el remate, casi siempre desde el balc¨®n del ¨¢rea porque fue incapaz de anudar un bal¨®n entre los centrales.
La propuesta del Granada, en cualquier caso, fue un tanto menor, sobre todo porque no quiso jugar en campo adverso, porque aguard¨® siempre para arremeter con la velocidad de Jaime ¨Cse rompi¨® en uno de sus sprints- y el desplazamiento en largo. No lleg¨® a buen puerto el bal¨®n ni el remate, por m¨¢s que los jugadores de la segunda l¨ªnea acudieran siempre puntuales al rebote, al bal¨®n muerto en el borde del ¨¢rea; chut¨® por dos veces Mikel Rico, otra lo intent¨® Abel y una ¨²ltima lo prob¨® Mois¨¦s Hurtado, todos con un saludo al palo por fuera, con la mirilla atrofiada. Demasiado lejos, demasiado poco. Exigencia menor para el Atl¨¦tico, que defiende con todo y que le vale con un ataque menor, sobre todo porque desde hace un tiempo concreta de maravilla, porque no perdona ni media.
Al Atl¨¦tico parecieron pasarle factura los exigentes entrenamientos ¨Cno es raro verles hacer un circuito f¨ªsico; sesiones de dos horas-, la acumulaci¨®n de minutos y duelos de entre semana, la fatiga porque Simeone no da apenas carrete a los suplentes. Fue un equipo tieso, incapaz de encontrar una v¨ªa de ataque, una rampa por d¨®nde perforar al rival. Sin profundidad, sin que los laterales doblaran, sin que Koke filtrara asistencias interiores, sin que nadie dijera la pelota es m¨ªa. Adri¨¢n no fue el abus¨®n que acostumbra, Falcao redujo su periscopio al ¨¢rea rival y Salvio seleccion¨® tanto las carreras que acab¨® por no hacerlas. Pero entre interrupciones y bostezos, entre pases de rugby ¨Chorizontales- y balones anestesiados, el colegiado interpret¨® err¨®neamente una mano que no fue porque Henrique le dio al bal¨®n con la cabeza fuera del ¨¢rea. El error arbitral, humano e involuntario, result¨® una derivada del ¨¦xito de este Atl¨¦tico. Una casualidad. Pero quiz¨¢ un festejado tic de los equipos en vena, que ganan con lo justo.
La mano fue una jugada ensayada que finaliz¨® con el disparo de Gabi, con un despeje extraordinario de Julio C¨¦sar. De ah¨ª, se pas¨® al saque de esquina, donde Gabi centr¨® al segundo palo, God¨ªn devolvi¨® el cuero al punto de penalti y Miranda, en posici¨®n acrob¨¢tica, remat¨® a la red. El Atl¨¦tico no advierte, la hace. Algo que no aprendi¨® en todo el duelo el Granada, incapaz de desarbolar a la zaga contraria, infruct¨ªfero en el pase en largo y desenfocado en el remate de media distancia.
Solucionado el encuentro, con la confirmaci¨®n de que este Atl¨¦tico no se anda con chiquitas, Juanfran se deslig¨® por un momento de la atadura y se marc¨® un eslalon terrible en el costado derecho. Era el descuento; el momento de la estocada final. Pase a Falcao, red y festejo. El bal¨®n apenas rod¨®, pero el equipo va a pi?¨®n fijo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.