Milagro del Marsella

Ranieri esta vez ten¨ªa muchos m¨¢s motivos para llorar que en la pasada jornada de la Liga italiana tras ganarle el Inter al Chievo, cuando le cay¨® una l¨¢grima registrada por las c¨¢maras. A su Inter se le escurri¨® la clasificaci¨®n de la Champions con sendos goles del Marsella en el descuento, una en la ida de Andr¨¦ Ayew y otro en la vuelta de Brand?o. Reci¨¦n entrado en el campo, el corpulento atacante brasile?o recibi¨® un pase largu¨ªsimo de su propio portero, Mandanda. Estaba rodeado por los dos centrales, pero ocurri¨® algo inveros¨ªmil: control¨® el bal¨®n con la espalda y se deshizo de Lucio mientras Samuel lleg¨® muy tarde a la ayuda. Brand?o resolvi¨® con un disparo con la zurda antes de dirigirse a una c¨¢mara y proclamar: ¡°Yo ya dije que marcar¨ªa el gol, y le doy gracias a Dios por ello¡±, repet¨ªa extasiado. Sucedi¨® justo para evitar una pr¨®rroga a la que el Inter llegaba con muchas m¨¢s opciones, impulsado por el gol de Milito y por el dominio del oficio demostrado por sus jugadores en el ¨²ltimo tercio del encuentro. Todo seg¨²n el plan previsto por Ranieri, que hab¨ªa visto crecer a su equipo ense?ando su gen competitivo, reduciendo a la m¨ªnima expresi¨®n al Marsella en esos ¨²ltimos minutos, asustado el conjunto de Deschamps. O eso parec¨ªa hasta que Brand?o cumpli¨® su profec¨ªa. Y clasific¨® al conjunto franc¨¦s para cuartos de final por primera vez en 19 a?os.

La constancia en la triangulaci¨®n entre Valbuena, Amalfitano y Azpilicueta por el ala derecha fue desquiciando en el primer tiempo a la zaga interista, que no esperaba semejante insistencia en el abordaje por ese lado, condenando a Nagatono, Samuel y Poli a tareas de vigilancia.

A partir el f¨ªsico de sus mediocentros, Mbia y Diarra, el Marsella se sinti¨® fuerte en la contenci¨®n y solo se vio en peligro en los primeros minutos, en una doble ocasi¨®n interista tambi¨¦n por el flanco derecho. Primero lleg¨® Zanetti hasta la l¨ªnea de fondo y el disparo a bocajarro de Sneijder choc¨® contra el cuerpo de Mandanda. Le hubiese bastado con picar el bal¨®n, pero prefiri¨® la potencia. Poco despu¨¦s, al centro enroscado de Sneijder lo acudi¨® a rematar Milito desde tan cerca de la l¨ªnea de gol que crey¨® que ser¨ªa suficiente impulsar la pelota con el pecho. Respondi¨® de nuevo con agilidad el portero.

Al Inter le faltaba peso en el centro del campo, fi¨¢ndolo todo a la calidad de su ataque, con Sneijder por detr¨¢s de Forl¨¢n y Milito. Y empeor¨® tras el descanso, cuando el p¨²blico abuche¨® a Forl¨¢n por un error en el pase del uruguayo. La gente del Giuseppe Meazza la hab¨ªa tomado con ¨¦l y Ranieri lo sustituy¨® poco despu¨¦s por Pazzini. No fue el ¨²ltimo imprevisto para el t¨¦cnico italiano, que retir¨® a Sneijder por unas molestias en favor de Obi. Los cambios revitalizaron al cuadro interista, m¨¢s intenso en su vertical b¨²squeda del gol.

Aun sin pasar apuros, el Marsella perdi¨® la posesi¨®n disfrutada en la primera parte. M¨¢s que intentar jugar, se desprend¨ªa de la pelota. Not¨® la presi¨®n de estar en los instantes decisivos y Mandanda fue amonestado por perder tiempo. Los nervios se reflejaron en los despejes pifiados en el ¨¢rea francesa hasta que apareci¨® el cazagoles Milito para igualar la eliminatoria. Poco antes, Ranieri le hab¨ªa dado paso a Cambiasso para que aportara una cuantas dosis de experiencia en el momento de la verdad. Tras el gol, Deschamps repleg¨® velas al retirar a un cansado Valbuena, una manera como cualquier otra de reconocer su inferioridad.

El Inter ya ten¨ªa el partido donde quer¨ªa. Solo esperaba el momento para sentenciar. Hab¨ªa mostrado su garra competitiva y hab¨ªa metido al Marsella, asustado, en su propia cueva. All¨ª esperaba la pr¨®rroga de no haber sido porque Mandanda envi¨® esa patada a seguir a Brand?o y este la convirti¨® en un ejercicio de funambulista. Aun tuvo tiempo Pazzini de provocar un penalti que ¨¦l mismo transform¨® tras una falta de Mandanda, expulsado. Esperanza frustrada para el Inter, pues el partido estaba finiquitado. Y el milagro del Marsella, servido.