M¨¢s f¨²tbol que patadas
La visita del Granada evoca el debut de Cruyff y la violencia de Aguirre Su¨¢rez, pero tambi¨¦n los goles del ¡®pichichi¡¯ Porta
El 30 de agosto de 1970 lleg¨® a Granada el futbolista, Aguirre Su¨¢rez, que marc¨® para siempre la historia del Granada. Sus desmanes dieron fama al cuadro rojiblanco de sucio y pendenciero. Su¨¢rez, que proced¨ªa del Estudiantes de La Plata, toda una universidad en las malas artes, no era un desconocido. Un a?o antes fue uno de los protagonistas del vergonzoso partido de vuelta de la Copa Intercontinental contra el Milan, ¡°la mayor matanza que haya visto en un campo de f¨²tbol¡±, seg¨²n declar¨® Nereo Rocco, el t¨¦cnico del conjunto italiano. Por sus agresiones a los rivales, Aguirre y sus compa?eros Manera y Poletti fueron expulsados y, a denuncia del gobernador de la provincia de Buenos Aires, arrestados y condenados a 60 d¨ªas de c¨¢rcel.
A Aguirre le cayeron adem¨¢s 30 partidos de suspensi¨®n en la Liga argentina y cinco a?os de inhabilitaci¨®n en Sudam¨¦rica. Con tales antecedentes, C¨¢ndido G¨®mez, el presidente de aquel Granada, se lo trajo a Los C¨¢rmenes tras vulnerar la ley ¡ªse dio por bueno que no hab¨ªa jugado nunca con Argentina¡ª y se mangone¨® en busca de or¨ªgenes espa?oles en sus ancestros hasta el punto de que en su primera rueda de prensa, al advertir de que sus padres eran de Pamplona, un periodista le pregunt¨®: ¡°?As¨ª que son navarros?¡±. ¡°No; de navarros, nada. Son de Pamplona¡±, respondi¨® airado. Seg¨²n el testimonio de antiguos compa?eros, lleg¨® a Espa?a con cinco pasaportes en sus maletas.
Pero la memoria de los que disfrutaron de aquel equipo entrenado por Jose¨ªto reivindican otros valores. De aquel grupo hablan tambi¨¦n los goles de Porta, que en 1971 fue pichichi; las carreras de Vicente, la elegancia de Falito y la brega de Barrios. As¨ª lo evoca en el libro Los a?os del Pichichi. Mitos, luces y sombras de la mejor historia del Granada el periodista Ram¨®n Ramos, que vivi¨® aquellos a?os como estudiante de COU. Aunque no niega los desmanes de Aguirre Su¨¢rez, que ¡°habit¨® en un territorio fronterizo del reglamento del f¨²tbol, los limites sin ley¡±, y le se?ala como origen de una actitud que contagi¨® a sus compa?eros hasta convertir aquel equipo en ¡°un despliegue de maldad insolente¡±, lamenta el cronista, y como ¨¦l muchos en Granada, la creencia de que aquel equipo escribi¨® su p¨¢gina m¨¢s gloriosa siendo factor decisivo la violencia del central. ¡°Mantenerlo como verdad hist¨®rica es un atropello a la raz¨®n¡±, concluye Ramos.
Aquel equipo gan¨® al Bar?a (2-0), al Madrid (2-1) y marc¨® cinco goles a Iribar
¡°S¨ª, se les iba la pierna, pero no es justo que aquel Granada haya pasado a la historia por esas patadas. Jug¨¢bamos bien al f¨²tbol¡±, insiste en su recuerdo De la Cruz, que milit¨® dos temporadas en el conjunto rojiblanco antes de ser traspasado al Bar?a. Habla de Barrios, Lasa, Vicente, Pla, Due?as, Falito, Santos¡, futbolistas que justifican por qu¨¦ Porta, un delantero menudo, de apariencia fr¨¢gil ¡ª¡°ten¨ªa un im¨¢n en el ¨¢rea¡±, dice De la Cruz¡ª logr¨® 20 goles y fue pichichi.
De la Cruz vivi¨® aquel curso glorioso, el de la temporada 1971-1972, cuando el Granada, con un presupuesto de 40 millones de pesetas, termin¨® sexto en la Liga, con 36 puntos, sin perder un encuentro en Los C¨¢rmenes, la mejor clasificaci¨®n de su historia. Inexpugnable en su estadio, en ocho d¨ªas el Granada gan¨® sus partidos ante el Bar?a (2-0) y el Madrid (2-1) y marc¨® cinco goles al Chopo Iribar. En 1971, tambi¨¦n, el Granada se gan¨® el derecho, un honor popular, de considerarse el campe¨®n de Andaluc¨ªa solo porque aquella temporada super¨® al M¨¢laga, s¨¦ptimo; al Betis, 13?, y al Sevilla y el C¨®rdoba, que descendieron a Segunda. Fue cuando m¨¢s equipos andaluces militaban en la m¨¢xima categor¨ªa. Seg¨²n un estudio de 2006, aquel plantel que hizo historia tendr¨ªa hoy una tasaci¨®n de 36 millones de euros.
Ese Granada qued¨® se?alado por las acciones violentas de Aguirre Su¨¢rez, que contagiaron a m¨¢s de un compa?ero, como Fern¨¢ndez. ¡°No puede venir Cruyff y traemos a estos¡¡±, lleg¨® a exclamar Miguel Mu?oz tras una batalla en el Bernab¨¦u. El Granada pas¨® a la historia del Bar?a en aquellos a?os por una casualidad: fue el primer rival que conoci¨® Cruyff a su llegada a Espa?a. En el encuentro del debut del holand¨¦s jug¨® De la Cruz, pero con el Bar?a. ¡°Antes del partido, mis excompa?eros del Granada me preguntaban si ese tal Cruyff era tan bueno como se dec¨ªa. ¡®Es mejor, ya lo ver¨¦is¡¯, les dije yo¡±, recuerda De la Cruz, que niega haber pedido a Aguirre Su¨¢rez que tuviera clemencia con Cruyff. ¡°El Flaco volaba¡±, replica; ¡°sab¨ªa que no le cazar¨ªan¡±. Cruyff marc¨® dos goles aquel 28 de octubre de 1973.
El recuerdo de De la Cruz y Porta y el de C¨¦sar, que jug¨® dos a?os en el Granada antes de recalar en el Bar?a, pesa m¨¢s en muchos aficionados al f¨²tbol que el de Aguirre Su¨¢rez.
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