Messi hace bueno a un Bar?a menor

Hay partidos dif¨ªciles de jugar, tambi¨¦n para los mejores equipos, como el de ayer para el Bar?a. La mayor¨ªa se presentan a mitad de camino, despu¨¦s de un esfuerzo enorme, como el protagonizado ante el Milan y el Athletic, y en vigilias de una nueva tunda exigente ante el Chelsea y el Madrid. As¨ª llegaron los azulgrana a La Romareda. La victoria se daba por descontada, sobre todo despu¨¦s de encadenar ocho triunfos, sin reparar en el rival, incluso cuando est¨¢ en racha e igualmente necesitado, como el Zaragoza. Llegados a tal extremo, la diferencia entre el que pelea por el t¨ªtulo y el que lo hace por el descenso la marcan los goles.

Los azulgrana necesitaron una hora y media pr¨¢cticamente para tumbar a los aragoneses. Aunque el marcador y la estad¨ªstica refuerzan el buen momento de los muchachos de Guardiola, sobretodo su r¨¦cord de goles (161 goles), el partido fue muy disputado e igualado, racheado y alocado, hasta que el Zaragoza se qued¨® con 10 por expulsi¨®n de Abraham. Jugaron con fuego los barcelonistas y si evitaron males mayores fue por la categor¨ªa de sus individualidades: no hay mejor jugador que Messi ni un medio centro como Busquets. Ambos lideraron un remonte meritorio por la fe y la c¨®lera del Zaragoza. Revent¨® La Romareda a pleno pulm¨®n, entregada a un equipo que jam¨¢s se rindi¨®.

La jornada presentaba algunas dificultades muy a tener en cuenta para el Bar?a. Nunca fue un equipo bien recibido en La Romareda y ya se sabe que el Zaragoza ha convertido cada uno de sus partidos en un ejercicio de supervivencia en la Liga. La cancha, por otra parte, invitaba m¨¢s a disfrutar de un picnic que a jugar un encuentro de f¨²tbol. A los inconvenientes ajenos, y en cualquier caso previstos, a?adi¨® Guardiola uno propio y arriesgado: visti¨® el Barcelona de negro y form¨® sin su tri¨¢ngulo de centrocampistas titulares: Xavi-Busquets-Iniesta. La alineaci¨®n remit¨ªa al ¨²ltimo partido perdido en Pamplona, y el juego tambi¨¦n evoc¨® la peor versi¨®n del Bar?a.

El once titular invitaba al protagonismo de futbolistas que han vivido a rebufo de la euforia barcelonista desde la ca¨ªda ante Osasuna, volantes como Thiago, Keita y Cesc, y delanteros de la talla de Pedro y Alexis, suplentes contra el Milan. La mezcla no funcion¨® tampoco en Zaragoza. Los azulgrana no tuvieron ni tiempo de calentar ante la agresividad del Zaragoza. Los barcelonistas se vencieron ante la intensidad y fiebre del equipo local, superior en los balones divididos y las segundas jugadas, mejor en el cuerpo a cuerpo, siempre ganador de las acciones que sirven para medir el esfuerzo, la determinaci¨®n y el inter¨¦s de un equipo. Le faltaba control y pausa a un desorientado Barcelona.

Fuerte en defensa y fiero en la medular, el Zaragoza se despleg¨® a partir de la clase de Lafita y de la fuerza de Aranda, estupendo como ¨²ltimo delantero, m¨¢s din¨¢mico que Helder Postiga. El encuentro se convirti¨® durante media hora en un di¨¢logo Vald¨¦s-Aranda. El delantero la pifi¨® nada m¨¢s empezar, solo ante el portero, despu¨¦s de un error de Alves y volvi¨® a errar m¨¢s tarde en un penalti del guardameta a Lafita. Acelerado y destemplado en la salida a pies de Lafita, Vald¨¦s aguant¨® y respondi¨® al tiro fat¨ªdico de Aranda. La fortuna le sonri¨® al delantero al tercer intento, despu¨¦s de ser habilitado por ?lvarez, cuando el cuero le rebot¨® en la cabeza tras el rechace de Vald¨¦s.

Las llegadas del Zaragoza fueron especialmente selectivas y su defensa resultaba imposible para el Barcelona. Los azulgrana no daban pie con bola, incapaces de combinar, siquiera de puntear cuatro pases seguidos, nada finos en ataque y muy exigidos en su propio campo. A su favor jug¨® entonces la fortuna en dos jugadas espor¨¢dicas. Roberto no ataj¨® un bal¨®n botado desde el c¨®rner por Cesc y Puyol emboc¨® con la zurda a la red. Y acto seguido Messi remat¨® a la escuadra de Roberto un servicio de Alexis: La Pulga defendi¨® estupendamente ante Da Silva la pelota que tan bien se hab¨ªa ganado Alexis despu¨¦s que Guardiola reorganizara al equipo alrededor de Thiago como volante central.

Mejor en el juego y m¨¢s puesto en el campo, el Zaragoza tom¨® dos goles en un abrir y cerrar de ojos y adem¨¢s carg¨® con la expulsi¨®n de Abraham. Nadie hubiera dicho que el Barcelona jugara con superioridad num¨¦rica ni que el equipo ma?o se defendiera incluso sin el entrenador, al que el ¨¢rbitro tambi¨¦n mostr¨® la tarjeta roja. Desordenado como se qued¨® el partido, a Guardiola no le qued¨® m¨¢s remedio que recurrir a Busquets. A partir de la referencia del pivote titular, los azulgrana mejoraron su organizaci¨®n y sometieron al rival. Poco a poco, el Bar?a fue ganando cancha y porter¨ªa hasta cantar victoria en La Romareda.

Aunque el tanto definitivo lleg¨® de penalti, transformado por Messi despu¨¦s de que Paredes tumbara a Alexis, con anterioridad los barcelonistas contaron hasta cuatro ocasiones, todas protagonizadas por sus delanteros, incluso por Pedro. El canario cerr¨® el marcador con un cuarto tanto cuando La Romareda ya se hab¨ªa desga?itado contra el ¨¢rbitro y el Bar?a y entregado al Zaragoza, indesmayable, tan convencido de que la permanencia es posible como los azulgrana de que todav¨ªa pueden ganar la Liga. Nada parece una quimera para Messi, al que le da lo mismo jugar con los titulares que con los meritorios, ayer capitaneados por un excelente Thiago.

La Pulga ya cuenta 60 goles en 50 partidos y el Barcelona se ha puesto a tres puntos del Madrid. Hoy toca mirar al Bernab¨¦u.