La Liga est¨¢ donde quer¨ªa Pep
La aspiraci¨®n del entrenador era que su equipo obligara al Madrid a tener que jugarse el t¨ªtulo en el Camp Nou
El Barcelona y el Madrid llegan al cl¨¢sico de la misma manera, tras remontar dos partidos dif¨ªciles por la intervenci¨®n de sus figuras, Messi y Cristiano, monumentales, protagonistas ambos de un asombroso mano a mano en la Liga. La Pulga firm¨® los goles de su equipo en el Ciutat de Val¨¨ncia, el ¨²ltimo de penalti, excesiva sanci¨®n por un empuj¨®n de Botelho a Cuenca que solo el linier advirti¨® como punible en la cancha antes de que las televisiones se recrearan con las im¨¢genes y propiciaran el debate de cada jornada sobre la influencia de los ¨¢rbitros en la suerte del campeonato.
No hay jugada del Bar?a en la que no aparezca Messi, como si fuera imposible cantar un gol sin la participaci¨®n de La Pulga, el delantero en el que necesariamente se apoyan los extremos, los volantes y los zagueros para entrar en el ¨¢rea. Guardiola supo corregir los movimientos de su equipo y generar las mejores condiciones para activar a Messi, largo rato desconectado, sin posibilidades de pisar el ¨¢rea y armar el tiro, por la excelente defensa de ayudas del Levante. La salida al campo de Cuenca fue tan capital como el cambio de posici¨®n de Alexis, as¨ª como la participaci¨®n final como falso extremo de Iniesta y el partidazo de Mascherano.
Alexis funciona bien como falso nueve porque sabe dejar la pelota de cara para la llegada de Messi y Cuenca da amplitud y uno contra uno al ataque. No tiene el Bar?a ni tiradores de media distancia ni arietes capaces de cazar goles. Ayer redund¨® demasiado en un ataque est¨¢tico que no provocaba situaciones de superioridad ante un Levante muy puesto y organizado. El f¨²tbol azulgrana fue racheado: excelente al inicio; intenso despu¨¦s del descanso hasta que se contaron los dos goles; ret¨®rico, excesivo en las conducciones e insulso en el entretiempo, y timorato al final, cuando defendi¨® la ventaja en el ¨¢rea de Vald¨¦s.
Acostumbrado a que los protagonistas del juego sean los centrocampistas, anoche le redimieron los delanteros, sobre todo porque a Thiago y Cesc les falt¨® agresividad y remate y Xavi actu¨® media parte. Messi, en cualquier caso, result¨® de nuevo definitivo: ha marcado 25 goles en los ¨²ltimos 14 partidos y suma 41 en la Liga, 63 en la temporada. Ayer, adem¨¢s, igual¨® a Mariano Mart¨ªn y Ronaldo: diez partidos consecutivos dejando por lo menos un gol. Messi y el Bar?a han sabido competir como perseguidores del Madrid y, tras 11 victorias seguidas y descontar seis puntos, Guardiola ya tiene la Liga donde quer¨ªa.
La aspiraci¨®n del entrenador era que su equipo obligara al Madrid a tener que jugarse el t¨ªtulo en el Camp Nou de la misma forma que en los ¨²ltimos tres a?os el Bar?a tuvo que hacerlo en el Bernab¨¦u. As¨ª las cosas, a Guardiola la Liga le parece ahora ¡°menos imposible¡± que tras la derrota en Pamplona, cuando le parec¨ªa ¡°imposible¡±: 11 partidos despu¨¦s, la diferencia se ha reducido a cuatro puntos, un partido y medio, cuando quedan seis para finalizar el campeonato. Justamente en el estadio Ciutat de Val¨¨ncia, en el que cant¨® el alir¨®n en 2005 y 2011, el Bar?a coron¨® una remontada espectacular para disputar el torneo de 2012.
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