Juicio en M¨²nich
El Madrid se cita con el poderoso Bayern en un duelo entre dos hist¨®ricos del torneo
Solo la vieja Copa de Europa, ahora llamada Champions, permite medir la verdadera grandeza de los equipos m¨¢s poderosos. No existe otra competici¨®n que intimide m¨¢s a los menos frecuentes ni exponga a cada cual al examen del tiempo, de su tiempo, y del tiempo de sus antepasados. El Madrid es el caso m¨¢s n¨ªtido. Ning¨²n equipo en la historia del f¨²tbol asocia su nombre a un campeonato como el Madrid a la Liga de Campeones. Este es el ¨¢mbito en el que la instituci¨®n ha resuelto evaluarse a s¨ª misma y a todos sus proyectos. El equipo actual, dise?ado a medias entre el presidente, Florentino P¨¦rez, y el entrenador, Jos¨¦ Mourinho, genera las m¨¢ximas expectativas. Ning¨²n equipo en la historia del Madrid tuvo que conquistar menos trofeos para inspirar m¨¢s conclusiones hiperb¨®licas. Hasta ahora, nada m¨¢s que una Copa del Rey respalda el potencial desorbitado que prometen las estad¨ªsticas. Es oportuno, por lo tanto, que el destino juzgue hoy (20.45, TVE-1) en este escenario familiar. En M¨²nich, ante el orgulloso Bayern.
La historia se filtra por todos los resquicios en M¨²nich, sede de un cu¨¢druple campe¨®n, escudo de jugadores irrepetibles. La historia se?ala que el Madrid ha pasado nueve veces por casa del equipo b¨¢varo y ha cosechado ocho derrotas y un empate. Malos n¨²meros, malos presagios, que Mourinho procur¨® conjurar con su carisma y su elocuencia. ¡°La historia no me invita a hacer nada especial. Los n¨²meros hist¨®ricos no tienen ning¨²n significado. La historia no juega¡±, explic¨® el entrenador portugu¨¦s.
El Madrid no ha perdido en esta edici¨®n de la Champions; el Bayern suma seis victorias consecutivas en su campo
El pasado reciente dice que el Madrid no ha perdido ni un solo partido en esta edici¨®n de la Champions y que el Bayern suma seis victorias consecutivas en su campo. El equipo alem¨¢n no ha vendido ninguno de los jugadores importantes que lo llevaron a la final de 2010. Se ha reforzado con el ariete oportunista que no ten¨ªa, Mario G¨®mez, y ha recobrado la mejor versi¨®n de Rib¨¦ry, pero se ha descolgado en la Bundesliga. Ahora, a quienes se defienden de sus ataques no les basta con tapar la banda de Robben. Por el otro costado caracolea Rib¨¦ry, por el medio acude G¨®mez, y desde la segunda l¨ªnea llegan M¨¹ller y Kroos.
Mourinho confes¨® ayer que ten¨ªa tan estudiado a su adversario que dormir¨ªa por la noche con la alineaci¨®n resuelta y, por poco, con los cambios decididos. Dicen los jugadores que desde hace dos semanas el t¨¦cnico los prepara para que no concedan goles. Que hace hincapi¨¦ en el juego directo, en los balones largos, en saltarse la m¨¢s elemental elaboraci¨®n para no arriesgar un contragolpe. Dicen que no descarta sumar a Lass para que se junte con Khedira y Xabi en busca de una mayor solidez defensiva. Le preocupan los uno contra uno que puede provocar el Bayern en las bandas y exige a sus hombres que se presten ayuda. ¡°Quiero a Lass para esta temporada y para la que viene¡±, declar¨® el entrenador, siempre admirador de su volante m¨¢s d¨ªscolo. Si el medio regresa a la titularidad seguramente ser¨¢ en detrimento de los enganches. Hay partidos en los que Mourinho prefiere deshacerse de ?zil y Kak¨¢, o, al menos, los prefiere para papeles secundarios durante el encuentro.
A modo de arenga, Mourinho replic¨® a los ataques, reales o imaginarios, de legendarios jugadores y directivos del club alem¨¢n. ¡°M¨¢s importantes que mi opini¨®n son las miles de opiniones que salen d¨ªa por d¨ªa de gente muy importante en el mundo del f¨²tbol¡±, declar¨®. ¡°Gente con mucha credibilidad. Gente top, como Hoeness, Beckenbauer, Rumenigge, Kahn, Hitzfeld¡ Todos son de la opini¨®n de que el Madrid no es un gran equipo, que ellos son favoritos, que nosotros tenemos alg¨²n tipo de complejo con esta bestia negra y por tanto nosotros seremos los que huiremos. Veremos qu¨¦ pasa¡±.
Concluido el protocolo, solo falta competir. Turno del imparable Cristiano, del genial Benzema y del en¨¦rgico Di Mar¨ªa. Tiempo para el liderazgo de Casillas, la firmeza de Ramos y el pulso de Alonso. Hora del juicio.
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