El silencio de Mourinho
El t¨¦cnico del Madrid limita sus apariciones p¨²blicas a la ¡®Champions¡¯ porque sus jugadores, como tras el empate con el Valencia, no secundan su discurso contra los colegiados
Jos¨¦ Mourinho tiene motivos para sentirse feliz. El Madrid marcha l¨ªder en la Liga y es semifinalista de la Champions. Su plantilla es la m¨¢s profunda. Su sueldo no tiene parang¨®n entre sus colegas. Le sobran motivos para el optimismo. Sus jugadores, sin embargo, le ven disgustado. Distante. Retador. Obstinado en desconfiar de la lealtad y el compromiso de casi todos, en especial de los espa?oles. Indignado porque no le obedecen cuando les invita a acusar a los ¨¢rbitros de robarles los puntos que han perdido en el campeonato en las ¨²ltimas semanas. En el vestuario crecen las especulaciones en torno a la extra?a conducta del t¨¦cnico, que ha suspendido sus apariciones en p¨²blico con una excepci¨®n. Lo dijo ¨¦l mismo cuando ayer se present¨® en la conferencia de prensa del Allianz Arena con expresi¨®n sombr¨ªa: ¡°Hablo porque estoy obligado a ello. Porque el reglamento de la Champions me obliga¡±.
Los futbolistas creen que Mourinho se niega a aparecer en p¨²blico porque est¨¢ ofendido. Porque no soporta que le desobedezcan cada vez que les manda criticar a los ¨¢rbitros, cuesti¨®n que considera la piedra angular de su estrategia de comunicaci¨®n. La ¨²ltima vez fue hace diez d¨ªas, tras el empate (0-0) con el Valencia. Los jugadores vieron a su jefe dando se?ales de haber perdido los nervios. Entr¨® con el rostro desencajado y a su alrededor se form¨® un corrillo. ¡°?Lo que habr¨ªa que hacer es salir y decir que los ¨¢rbitros nos han perjudicado!¡±, sugiri¨® antes de quejarse de que el colegiado hab¨ªa omitido se?alar como penalti un pisot¨®n a Cristiano.
Hablo porque estoy obligado a ello. Porque el reglamento de la Champions me obliga
Seg¨²n los presentes, un futbolista le contradijo advirti¨¦ndole de que no les conven¨ªa hacer reclamaciones sobre los ¨¢rbitros porque llevaban ¡°todas las de perder¡±. Cuando Mourinho le pidi¨® explicaciones, airado, le dio un ejemplo. ¡°Contra el Betis¡±, le record¨®, ¡°en el ¨²ltimo gol que marc¨® Cristiano, Khedira estaba en fuera de juego. Nadie dijo nada. ?Usted ha o¨ªdo algo? ?Por eso! Es mejor no remover nada¡±.
Entonces, uno de los responsables del departamento de prensa terci¨® en apoyo del jugador: ¡°M¨ªster, en el pospartido de La Sexta se vio que era fuera de juego¡±. Al o¨ªrle, el portugu¨¦s se sinti¨® desautorizado. Maldijo y arroj¨® al suelo algo que llevaba en la mano, una bolsa para unos, una carpeta para otros. Luego, se march¨®.
Fue la segunda ocasi¨®n, tras el incidente en Vila-real, en que los futbolistas se negaron a protestar contra los ¨¢rbitros por orden de Mourinho. Su actitud reforz¨® la advertencia que Casillas le hizo en su d¨ªa. Convencido, como la mayor¨ªa, de que protestas orquestadas como las del curso pasado les dejan en rid¨ªculo y solo sirven para evitar que el entrenador asuma sus responsabilidades, el capit¨¢n le dijo que nunca volver¨ªan a criticar a los ¨¢rbitros por sistema como hasta hace poco. Los pesos pesados del grupo lo resolvieron as¨ª tras las Navidades, cuando comprobaron que Mourinho les se?alaba p¨²blicamente como principales culpables de las derrotas en los cl¨¢sicos de la Liga y la Copa contra el Barcelona. ¡°Nos pidi¨® que le pusi¨¦ramos una red¡±, coment¨® uno, ¡°y nosotros le hemos dejado sin red¡±.
La respuesta de Mourinho fue insinuar que, si sus futbolistas no le defend¨ªan, ¨¦l tampoco hablar¨ªa por ellos. A sus ayudantes les dijo que le traicionan y que el club no le apoya y envi¨® a Aitor Karanka a ejercer de portavoz.
Karanka cumpli¨® hasta ayer. Pero, seg¨²n se comenta en el entorno del t¨¦cnico, su labor en el ¨¢mbito de la comunicaci¨®n no ha hecho m¨¢s que comenzar. Mourinho va diciendo por el club que no tiene intenci¨®n de hablar en p¨²blico hasta que acabe el campeonato. A sus ayudantes m¨¢s pr¨®ximos les ha confesado algo m¨¢s. Les ha dicho que, en previsi¨®n de que pierda la Liga despu¨¦s de haberla dominado con diez puntos de ventaja, no desea exponerse. Teme que su imagen quede manchada por un fracaso ins¨®lito en su carrera.
Solo en la Liga de Campeones se puede permitir un respiro y, adem¨¢s, est¨¢ obligado por la UEFA a comparecer en p¨²blico. Lo aprovecha para su gran obsesi¨®n, los ¨¢rbitros. Al ser preguntado por el ingl¨¦s Howard Webb, el de hoy en M¨²nich, dijo: ¡°No tengo ning¨²n tipo de problema. Para m¨ª, es un ¨¢rbitro ¨®ptimo. Tiene much¨ªsima experiencia en partidos de este nivel y, como siempre antes de un encuentro, el Madrid tiene buenas sensaciones con todos los ¨¢rbitros y espera que todos ellos hagan bien su trabajo. Los jugadores del Madrid, como siempre, van a ayudar al ¨¢rbitro a hacer su trabajo tranquilo. Sabemos que alguna vez un ¨¢rbitro puede fallar y alguna vez hay un penalti as¨ª, as¨ª, que decide tres puntos¡±. Una clara alusi¨®n a Pep Guardiola, que defini¨® con un ¡°as¨ª, as¨ª¡± el penalti con el que gan¨® el Bar?a al Levante.
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