Una remontada calculada
Mourinho desea que el Bayern de M¨²nich, pese a su ventaja (2-1), se despliegue para contragolpear
Pocos mensajes resultan m¨¢s conmovedores que aquellos que entra?an una contradicci¨®n esencial. Lo intuye Jos¨¦ Mourinho, entrenador y h¨¢bil comunicador, que ayer apel¨® al calor de la hinchada del Madrid al tiempo que exigi¨® a sus jugadores que se comporten de forma fr¨ªa y cerebral. Resulta que viene el Bayern con una ventaja (2-1) que es un dolor de cabeza para un t¨¦cnico que prefiere enfrentarse a equipos que se abran para contragolpear. Pero el muniqu¨¦s ya no necesita abrirse. Es el Madrid el que podr¨ªa necesitar un cambio de planes para llegar a la final de la Champions.
En el Bernab¨¦u se prepar¨® un gran mosaico con el retrato de Juan G¨®mez, Juanito, ayer al mediod¨ªa. Mientras el club orquestaba la vieja parafernalia para invocar al esp¨ªritu desaforado del abanderado moral de las remontadas hist¨®ricas, Mourinho emiti¨® en Valdebebas un discurso tibio. El estratega del Madrid lo dijo en M¨²nich tras el 2-1: ¡°No necesitamos una remontada loca¡±. Y ayer insisti¨®: ¡°Debemos jugar pensando con nuestra cabeza, equivoc¨¢ndonos o no, pero yendo a muerte con nuestras ideas de juego. Sabemos lo que queremos hacer. Y sabemos lo que el Bayern, en principio, querr¨¢ hacer. Sabemos que el Bayern sabe que, si no marca goles, estar¨¢ fuera. Saben, creen, que, con el potencial que tienen, alg¨²n gol har¨¢n¡±.
Sabemos que ellos saben que si no marcan estar¨¢n fuera Jos¨¦ Mourinho
Juanito era un quijote. Mourinho es cualquier cosa menos eso. Si es verdad lo que dice, quiere una remontada calculada. Insin¨²a que no es necesario ir a buscar el partido desde el inicio. Parece descartar cambios en su esquema, normalmente defensivo ante rivales grandes, e invita al Bayern a comportarse como si necesitase un gol. Como los grandes publicistas, Mourinho emiti¨® un mensaje pretendidamente psicol¨®gico sobre su adversario. Intent¨® persuadirle de que tiene una necesidad que, en realidad, no tiene.
El Bayern se siente c¨®modo en las mismas situaciones que agradan a este Madrid. Jugando en largo para Robben y Rib¨¦ry, sus veloces extremos, y pescando en las segundas jugadas con Mario G¨®mez, Kroos, M¨¹ller o Schweinsteiger. No tiene por qu¨¦ salir de su campo en bloque para generar peligro. No necesita adelantar l¨ªneas y dejar espacios a la espalda de su defensa para activar a sus goleadores. Esto preocupa a Mourinho y a los jugadores del Madrid.
Veo a mis jugadores equilibrados. En su punto. Ni demasiado hechos ni con sangre
En los corrillos del vestuario blanco, los futbolistas reconocen que el Madrid siempre ha encontrado dificultades cuando ha debido elaborar las jugadas frente a defensas cerradas. Cuando Di Mar¨ªa y Cristiano no han descubierto espacios para poder correr, contra conjuntos sin aspiraciones, como el Racing, el Sporting, o el Levante, el Madrid se ha atascado. Los disparos desde media distancia de Cristiano, las jugadas a bal¨®n parado o alg¨²n centro a la olla le han sacado del atolladero en esas circunstancias. Este Bayern le puede presentar problemas semejantes o mucho peores, sobre todo si Neuer consigue mantener su porter¨ªa imbatida durante la primera media hora del partido.
El plantel ve la necesidad de contar con Marcelo para la empresa. El lateral brasile?o es el futbolista m¨¢s desequilibrante en el uno contra uno. Un jugador imprescindible para abrir defensas cerradas en caja, como la que puede organizar el Bayern. El problema es que Marcelo no est¨¢ an¨ªmicamente bien tras comprobar que Coentr?o le ha ganado el puesto. A punto de ser expulsado en M¨²nich por dar una patada a M¨¹ller, presiente que no jugar¨¢ la final en ning¨²n caso. En estas condiciones, si quiere contar con ¨¦l, Mourinho deber¨¢ desplegar todas sus dotes persuasivas.
A la espera de que el Bayern se despliegue en el ataque para permitir un contragolpe, el portugu¨¦s pidi¨® a sus jugadores que no se desesperen por marcar. ¡°Veo a mi gente como tiene que estar¡±, celebr¨®; ¡°tranquila, como me gusta a m¨ª. No me gustan sin emoci¨®n ni demasiado emocionados. Los veo muy equilibrados. Pienso que es como tienen que estar para un partido como este. En su punto. Ni demasiado hechos ni con sangre [sic]¡±.
Mourinho, que imagin¨® un filete a la plancha, se mostr¨® ayer taciturno, fr¨ªo, a pesar de haber ganado virtualmente la Liga el pasado s¨¢bado. Exactamente como no quiere al p¨²blico. Exactamente al rev¨¦s del esp¨ªritu de Juanito.
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