El latido de Sterbik

Al apoyarse en el poste, un gesto habitual en un portero de balonmano, Arpad Sterbik no buscaba concentrarse. Era un acto reflejo para que sus 200 cent¨ªmetros y 110 kilos no se desplomaran en el suelo. ¡°Me mareaba¡±, admite sin reparos el guardameta del Atl¨¦tico de Madrid al recordar lo que sent¨ªa en algunos partidos de la temporada pasada. El sentimiento de responsabilidad, de disciplina, de compa?erismo estaba, inconscientemente, por encima de todo. Incluso de su propio coraz¨®n: ¡°Quer¨ªa aguantar¡±. Hasta que en un reconocimiento durante la pretemporada se le diagnostic¨® una arritmia de la que tuvo que ser intervenido. Ya recuperado, pis¨® un bal¨®n en un entrenamiento, y se da?¨® el menisco. Ahora, afronta la recta final de la campa?a obsesionado con devolver todo lo que siente que no ha podido aportar al equipo, que este s¨¢bado se juega la Liga Asobal ante el Barcelona (20.15, Teledeporte) en el Palau Blaugrana (el conjunto madrile?o, dos puntos por debajo en la clasificaci¨®n liguera, necesita ganar al menos por tres goles).

¡°Han sido meses muy jodidos¡±, concede Sterbik, antes de su primera gran cita de una temporada que, en parte, quiere que termine cuanto antes. ¡°Apenas he podido entrenarme este a?o por las lesiones. Adem¨¢s, cuando piensas no tensionarte mucho durante los partidos, te entrenas y juegas con el freno de mano echado. Luego ya ves que vas bien. Ahora me siento fuerte¡±, asegura.

Unas ganas, las que tiene el para muchos mejor portero del mundo, que atemorizan a sus rivales ¨C¡°si est¨¢ a un nivel estratosf¨¦rico es imparable¡±, afirma Enric Masip, secretario t¨¦cnico del Bar?a- tanto como dan alas a sus compa?eros. ¡°Est¨¢ tremendo. Le veo mejor y con m¨¢s intensidad que en toda su vida¡±, asegura Talant Dujshebaev, entrenador rojiblanco, valedor de Sterbik en la porter¨ªa del anta?o Ciudad Real. ¡°Es normal que haya tardado en volver a coger confianza. Despu¨¦s de una lesi¨®n como la suya, a la que se une otra de rodilla, el jugador tiene que quitarse el miedo. Es un proceso largo, hay que ayudarle, no machacarle. Ahora estamos disfrutando mucho de ¨¦l¡±.

Por su demarcaci¨®n y envergadura, una lesi¨®n de rodilla es la que le puede afectar seriamente a su continuidad como profesional ¨Ceste a?o cumplir¨¢ 33 a?os-. Ha sido, sin embargo, su dolencia cardiaca la que m¨¢s le ha tocado psicol¨®gicamente. ¡°La rotura es una cosa, pero la arritmia¡­ hablamos del coraz¨®n, es algo muy serio. Se te pasan por la cabeza much¨ªsimas cosas, piensas en lo que puede pasar¡­¡±, reflexiona el gigante de origen serbo-h¨²ngaro.

Los que le conocen y conviven con ¨¦l comentan que despu¨¦s de la intervenci¨®n ha surgido un nuevo Sterbik: ¡°Est¨¢ siendo otro, mucho menos desastre, se cuida mucho m¨¢s a nivel de comidas, de h¨¢bitos¡­¡±, explica Luis Gonz¨¢lez Lago, el m¨¦dico del club rojiblanco, que oper¨® al guardameta. ¡°Ha tenido mala suerte este a?o, s¨ª, pero tambi¨¦n muy buena de que se le diagnosticara a tiempo¡±, a?ade.

Una muestra, comenta Lago, se repite en los entrenamientos y en los calentamientos previos a un partido. Ese momento en que por megafon¨ªa se anuncia su nombre y sale a la cancha con el jersey de portero empapado. La se?al inequ¨ªvoca de que solo tiene una cosa en la cabeza. Una concentraci¨®n de la que est¨¢ muy pendiente Jos¨¦ Javier Hombrados, capit¨¢n atl¨¦tico, que ha visto c¨®mo con 40 a?os ha tenido que disputar pr¨¢cticamente los 60 minutos de todos los encuentros de esta temporada. ¡°Nunca me dijo durante un partido que se encontraba mal, porque sab¨ªa que me iba a preocupar. Aguantaba al precio que fuera por darlo todo¡±, confiesa. Ahora Jota, la persona que m¨¢s tiempo convive con Sterbik con permiso de su familia ¨Cson compa?eros de habitaci¨®n en el equipo y en la selecci¨®n- le ve m¨¢s maduro, con ganas de desquitarse. ¡°Necesitaba sacar toda esa carga emocional que llevaba dentro, aportar algo. Como diciendo: ¡®Ahora me toca a m¨ª¡±.