Federer solo hay uno
Al borde de los 31 a?os, el suizo remonta ante Berdych, escala al n¨²mero dos mundial e iguala el r¨¦cord de ¡®masters 1.000¡¯ de Nadal: 20
A¨²n brilla el sol en Madrid, pero los focos de la pista central ya est¨¢n encendidos. Todos los ojos y todas las luces se dirigen hacia el mismo hombre, el suizo Roger Federer, capaz de lograr varias proezas en la misma tarde: el campe¨®n de 16 grandes remonta 3-6, 7-5 y 7-5 al checo Berdych; le arrebata el n¨²mero dos a Rafael Nadal; iguala el r¨¦cord de t¨ªtulos de masters 1.000 del espa?ol (20) y vuelve a subrayar la vigencia de su tenis a apenas dos semanas de Roland Garros (desde el 27 de mayo).
Tras desperdiciar dos puntos de partido, Federer perdi¨® ante el serbio Novak Djokovic en las semifinales del Abierto de Estados Unidos 2011. Desde entonces, solo ha ca¨ªdo en tres encuentros y ha ganado 45, cuando est¨¢ cerca de los 31 a?os y cuida de dos ni?as. Su curr¨ªculo, que podr¨ªa haberle apagado el apetito, sigue creciendo. Simplemente, tremendo.
En Madrid bien pudo llegar una cuarta derrota. Berdych no jug¨® con pelotas, sino con balas. El checo hizo de cada golpe un disparo. No jug¨® contra Federer, sino contra las l¨ªneas. Propuso una ruleta rusa, un todo o nada que tuvo el riesgo extremo como guion y sus ataques planos como argumento. Para el n¨²mero siete, el di¨¢logo era una condena y el mon¨®logo una posibilidad. Federer arranc¨® impresionado por lo que se le ven¨ªa encima. Perdi¨® su primer servicio de error en error, sin exigir ninguna proeza de su contrario. Le cost¨® un mundo inquietar al resto. Para su nivel habitual, al inicio fue un Federer err¨¢tico, sostenido por los chispazos de su talento, pero sin la continuidad necesaria para contener a un tenista iluminado. En los tres primeros juegos solo gan¨® cuatro puntos, por 12 de su contrario. Eso dio aliento al checo. En la altura de Madrid y sobre la tierra azul de la capital, Berdych era un ogro tremendo.
Tras 44 d¨ªas sin competir, Federer, que duda si jugar esta semana en Roma, lo que facilitar¨ªa que Nadal intentara recuperar el n¨²mero dos antes de Roland Garros, volvi¨® a coger la raqueta en Madrid
El n¨²mero siete, que le rompi¨® el saque al suizo cuando este sacaba por el duelo y luego levant¨® tres puntos de partido, interpret¨® la pista en vertical. Lejos de amilanarse ante una leyenda que le quiso mover a lo ancho hasta cocerle las piernas, tir¨® profund¨ªsimo y explot¨® los paralelos. Compiti¨® sin miedo. Sin dudas. Fr¨ªo como el hielo. En consecuencia, el campe¨®n de 16 grandes nunca estuvo c¨®modo. Solo un tenista de su calibre podr¨ªa vencer en un d¨ªa de claroscuros y contra un contrario tan incontrolable como el r¨ªo que se desborda. Puro instinto de supervivencia. Puro instinto ganador. Puro Federer, que solo gan¨® dos puntos m¨¢s que el checo (103 a 101).
¡°El nivel de juego ha sido bueno en una pista dura, en la que a veces es dif¨ªcil moverse¡±, dijo el suizo al recoger el trofeo, su primera cr¨ªtica a la superficie en toda la semana, secundada por el p¨²blico, que pit¨® a Ion Tiriac, due?o del torneo, y a Manolo Santana, su director. En el diagn¨®stico coincidi¨® la estadounidense Serena Williams, coronada 6-1 y 6-3 ante la bielorrusa Victoria Azarenka, para luego restarle importancia. ¡°Las mujeres somos mucho m¨¢s duras que los hombres, por eso tenemos los ni?os¡±, dijo entre risas.
Tras 44 d¨ªas sin competir, Federer, que duda si jugar esta semana en Roma, lo que facilitar¨ªa que Nadal intentara recuperar el n¨²mero dos antes de Roland Garros, volvi¨® a coger la raqueta en Madrid. Al final del torneo, sin importarle la calidad de la pista o la dureza de un cuadro complicado, ¨¦l se qued¨® la Copa. Es el sello de un mito, la marca de un tenista ¨²nico que hace de cada encuentro una ocasi¨®n que guardar en la memoria.
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