¡°No te f¨ªes de quien se cambie de equipo¡±
Para el actor Gin¨¦s Garc¨ªa Mill¨¢n, no hay m¨¢s deportes que el f¨²tbol
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Es el aficionado en estado puro; al f¨²tbol, no hay m¨¢s deportes. Ese es su alimento, y hubiera sido su alimento de veras, su oficio, si no se le hubiera cruzado el teatro cuando ten¨ªa 17 a?os. Su ilusi¨®n m¨¢xima como guardameta era llegar a la porter¨ªa del Barcelona, que es su pasi¨®n. Pero se fue al teatro, al cine, a la televisi¨®n, y se ha conformado con ser espectador en los bares, donde grita, apoya, discute, y siente que a veces hay compa?eros en ese grader¨ªo con los que da verg¨¹enza compartir equipo. ¡°Pero la afici¨®n es as¨ª, y ser de un equipo es casi una religi¨®n de la que no te puedes quitar. No te f¨ªes de quien se cambia de equipo¡±. Es Gin¨¦s Garc¨ªa Mill¨¢n, ha sido Adolfo Su¨¢rez, Tenorio, Lear, un gitano, miles de caras en el teatro, el cine y la televisi¨®n, y naci¨® en Puerto Lumbreras (Murcia) en 1964.
Llega al Caf¨¦ Gij¨®n con el primer sol de la ma?ana, a punto de irse para su pueblo, a recargar pilas, a estar con su gente, la que lo vio jugar de ni?o en las porter¨ªas de infantiles. ¡°De la ma?ana a la noche, siempre jugando en los campitos y en la calle¡±, recuerda. Ahora anda filmando, con el director Rafael Lara, una pel¨ªcula en Puebla y en Veracruz, M¨¦xico, y tiene entre manos, ¡°y entre manos est¨¢ todo, por la crisis¡±, una serie sobre Alfonso XIII para la televisi¨®n.
¡°Son¡±, dice corriendo la cortina para que el sol no lo deslumbre, ¡°malos tiempos para la l¨ªrica. Es una faena lo que est¨¢n haciendo con TVE y me parece ins¨®lito lo que dijo Montoro del entretenimiento en la televisi¨®n del Estado; demuestra desconocimiento y desprecio por nuestra profesi¨®n¡±.
Pero vayamos al f¨²tbol, de donde nunca se fue. ¡°El f¨²tbol no est¨¢ separado de la vida¡ Los que no saben de f¨²tbol no lo saben todo de la vida¡±. Quiso ser portero siempre. ¡°Vi que ten¨ªa buenas condiciones, y en ese sitio estuve siempre, en la porter¨ªa¡±. A los 13 a?os hizo una ficha falsa para jugar con los mayores. Dos a?os m¨¢s tarde jugaba en el Murcia de juveniles y a los 16 estaba bajo los palos del juvenil del Valladolid, de donde procede la foto que nos envi¨® luego: Gin¨¦s, al mando del equipo, un portero con ambici¨®n entre juveniles donde ¡°sobresalieron jugadores como Juan Carlos, Eusebio, Fonseca¡, algunos de los cuales fueron grandes en Primera despu¨¦s¡±.
La soledad del portero
Gin¨¦s solo quiso ser portero, y solo ha querido el f¨²tbol como deporte. Esa es su pasi¨®n, su alma de espectador no la comparte. ?Y portero por qu¨¦? ¡°Porque el portero es un ser muy especial. Esa soledad del portero ante el penalti, como en el t¨ªtulo de Peter Handke¡±. ?l era ¡°un gran parador de penaltis¡±. No, no ten¨ªa miedo ante el lanzamiento. Se situaba, y a esperar, ya la presi¨®n era del delantero. Llor¨®, quiz¨¢, cuando Messi fall¨® el penalti m¨¢s arriesgado de su carrera, ante el Chelsea. Ve los partidos en los bares. ¡°Ah¨ª siempre me gust¨® verlos. Mi grada son los bares. Y a veces, cuando oigo lo que se dice a mi alrededor, me pregunto c¨®mo puedo ser del mismo equipo que alg¨²n energ¨²meno que grita a mi lado¡±. Uno de sus grandes h¨¦roes del teatro, su Messi del teatro, era B¨®dalo, que escuchaba los partidos (del Madrid) con un pinganillo mientras actuaba. Gin¨¦s har¨ªa lo mismo, seguro.
Pero no solo quer¨ªa ser portero. ¡°Ve¨ªa mucho Estudio 1. Y ve¨ªa cine, teatro¡ De modo que ese gusanillo me entr¨® y cuando acab¨¦ la etapa juvenil me decant¨¦ por los escenarios, con gran disgusto de la familia¡±. Ayud¨® un entrenador. ¡°Me dijo que mi sensibilidad no se compaginaba con las necesidades del f¨²tbol¡±, explica. Eso es algo que solo pueden decir los malos entrenadores, dice. ¡°Por eso creo que a lo mejor hubiera seguido de portero si me hubiera entrenado una persona como Guardiola¡±.
Se hizo del Bar?a muy pronto. ¡°Mi padre y mi t¨ªo Fulgencio me llevaron a ver el Bar?a de Cruyff, cuando yo era un cr¨ªo. Ah¨ª me hice del Bar?a a muerte, y ah¨ª sigo. El f¨²tbol nace en la infancia, y ah¨ª se queda. Es lo m¨¢s puro que tiene la vida, y permanece contigo aunque pasen los a?os, traslad¨¢ndote, adem¨¢s, los mismos sentimientos de alegr¨ªa o tristeza cuando tu equipo gana o pierda. Yo creo que no hay que fiarse de alguien que se cambia de equipo¡±.
En un equipo, adem¨¢s, ¡°aprendes muchas cosas de la vida: qui¨¦n es generoso, qui¨¦n se esconde, qui¨¦n tiene verdadero talento¡±. Lo que menos le gustaba era lo que resultaba ajeno al juego. ¡°El poder, los intereses¡ Eso me alej¨® tambi¨¦n del campo de juego; no fue una decisi¨®n f¨¢cil. Pero en el cine y en el teatro he aprendido tambi¨¦n much¨ªsimo¡±. El f¨²tbol es para verlo, o para recordarlo. Pero si lo miras de cerca puede repeler a quien lo tiene en el alma como un buen recuerdo. ¡°Ahora es sobre todo un gran negocio. Pero en lo que est¨¢ ligado a la infancia es un placer inacabable. En el campo y en la grada saca lo mejor de nosotros, pero tambi¨¦n lo peor. La violencia, la solidaridad, la generosidad, la mezquindad, la bondad, la ruindad¡±. Vive ahora, como muchos barcelonistas, la melancol¨ªa del final de la Liga, la despedida de Guardiola. ¡°Hemos vivido una ¨¦poca de disfrute absoluto ante la belleza del juego, y eso lo debemos agradecer siempre. Hizo del f¨²tbol algo m¨¢s que un juego. Lo que han hecho Messi, Xavi, Iniesta¡ ha sido excepcional, y eso no se puede olvidar¡±.
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