El Bayern, en un santiam¨¦n
El equipo alem¨¢n, fr¨¢gil en defensa pero vertiginoso en ataque, parte desde las alas para romper al contragolpe
No precisa el Bayern del bal¨®n para ser un equipo rompedor, sobre todo porque se despliega al contragolpe, casi siempre con las alas abiertas para luego encogerlas y buscar el pase definitivo y el remate. Definido por una defensa un tanto fr¨¢gil, el equipo se reagrupa atr¨¢s para salir a toda mecha, con el pase de Schweinsteiger, la llegada de Kroos, los zigzagueos de Robben y Rib¨¦ry, los huecos que proporciona M¨¹ller y el lazo final de Mario G¨®mez. Pura dinamita.
El fiasco en la Bundesliga, donde ha sido incapaz de desarticular al Borussia Dortmund, solo refuerza la trascendencia de este duelo para los b¨¢varos, expertos en estas lides, con cuatro trofeos y otras tantas finales. No podr¨¢ contar Heynckes con tres jugadores titulares, con Alaba y Badstuber ¨Cque dejan m¨¢s coja la zaga- ni con Luiz Gustavo, el medio que corre por dos. Pero parecen contratiempos menores si se atiende al parte m¨¦dico del Chelsea. C¨®mo gestionar la posesi¨®n y el cuero asemeja la clave para el Bayern, toda vez que se presupone la predisposici¨®n defensiva del rival.
Heynckes. Entrenador. Alemania (1945). No hace mucho, J¨¹rgen Klinsmann no solo exig¨ªa a la selecci¨®n y al Bayern la eficacia en el pase, sino que tambi¨¦n la rapidez. ¡°El jugador alem¨¢n tarda un segundo m¨¢s que el ingl¨¦s en desprenderse de la pelota¡±, repet¨ªa. Un librillo que ahora aprueba Heynckes, que ha pasado de entrenar con la vara a hacerlo con la palabra. ¡°Ha convertido el f¨²tbol en arte¡±, le reconoci¨® su amigo y presidente Uli Hoeness, que le confirm¨® para el pr¨®ximo a?o. Queda por ver, sin embargo, si el t¨¦cnico es capaz de saldar su deuda; prometi¨® este t¨ªtulo a los aficionados b¨¢varos en 1990 en la plaza Marienplatz, tras ganar su segunda Bundesliga consecutiva.
Neuer. Portero. Alemania (1986). Mirado con lupa m¨¢s que ning¨²n otro porque se sabe que su coraz¨®n late Schalke ¨Cfue recogepelotas e hincha activo del club de joven-, pas¨® un inicio de curso complicado. Pero sus paradas y fiabilidad le han devuelto el estatus de estrella, hasta el punto que por fin en el Allianz Arena creen haber encontrado el recambio definitivo para Kahn, el peor de los agujeros desde que se marchara. ¡°Quiero jugar con continuidad en la Champions¡±, expres¨® entre l¨¢grimas al despedirse de Gelsenkirchen. Y Neuer ¨C¡°quiz¨¢ es m¨¢s completo que Casillas cuando ten¨ªa 25 a?os¡±, se?al¨® Ra¨²l-, todo reflejos y agilidad, ya disputa la final.
Lahm. Lateral derecho. Alemania (1983). Ha dado un vuelco a su carrera en el ¨²ltimo momento, acostumbrado como estaba a desplegarse por la izquierda. Ahora, el menudo lateral se atornilla en la derecha por orden de Heynckes; quiere que d¨¦ relevo a Robben por el costado para sacar centros, toda vez que el holand¨¦s tira hacia dentro. As¨ª desfigur¨® al Madrid. Voz autorizada en el vestuario, sobre el c¨¦sped resulta profundo, r¨¢pido y buen marcador, aunque un tanto fr¨¢gil en el contacto, es un fil¨®n en ataque y un seguro en defensa.
Tymoshchuk. Central. Ucrania (1979). Su puesto natural es en el eje del centro del campo, pero las bajas le obligan a dar unos pasos hacia atr¨¢s, como en su ¨¦poca hiciera su ¨ªdolo Lothar Mattha¨¹s. Va sobrado en el contacto y en los balones a¨¦reos, y no tiene una mala salida de la pelota ¨Cbuenos desplazamientos en largo-, pero en ocasiones pierde las referencias de la l¨ªnea, adem¨¢s de pecar de lento en la correcci¨®n. De cadera tiesa, le cuesta medirse con los delanteros peque?os y habilidosos. Es su gran ocasi¨®n para a?adir el trofeo a sus vitrinas, para completar una colecci¨®n en la que no falta la Copa de la UEFA de 2007 con el Zenit de San Petersburgo.
Boateng. Central. Alemania (1988). Aunque lleva tatuada en su brazo derecho la palabra Agyenim [grande en ghan¨¦s, el idioma de su progenitor], siempre tuvo claro que era alem¨¢n, al contrario que su hermano Kevin-Prince (Milan), que defiende a Ghana. Perdido al principio como referencia de la zaga, quiz¨¢ marcado porque no dio la talla en el Manchester City, un tanto lento y torpe en la anticipaci¨®n, el paso del tiempo y los minutos con el Bayern le han convertido en un zaguero sobrio, con un pase nada desde?able, habilidoso en el corte, sensacional por arriba.
Contento. Lateral izquierdo. Alemania (1990). De ra¨ªces napolitanas ¨Csu nombre se lo debe a Maradona- y con la ambici¨®n de defender a Italia, por m¨¢s que haya jugado en las inferiores de Alemania, ha perdido peso en el Bayern con la irrupci¨®n de Alaba. Formado en la cantera, cumple como marcador y en lo t¨¢ctico, pero se muestra reticente a pisar campo contrario, sobre todo porque no le sobra quiebro ni pie para el centro.
Kroos. Mediocentro. Alemania (1990). El centrocampista puede jugar tanto de eje -tiene facilidad para guardar la pelota y dar el pase- como de enlace por su habilidad para lanzar la asistencia definitiva. Representante de las nuevas hornadas de Alemania junto a ?zil, Marin, M¨¹ller, Kiessling y otros tantos, su eclosi¨®n en el Mundial sub 17 de Corea, donde fue escogido como el mejor del torneo, y la cesi¨®n de hace dos cursos al Leverkusen supusieron los mejores de los azuces para su carrera, hasta el punto de que regres¨® al Bayern, donde se form¨® desde los juveniles. Tiene llegada desde la segunda l¨ªnea y un gran disparo desde media distancia. Le falla, sin embargo, que suele borrarse en la lucha para el salto ¨Cmide 1,80 metros-, lo que le impide prologar o defender los balones largos y a¨¦reos en la medular.
Schweinsteiger. Mediocentro. Alemania (1984). Impulsivo en sus inicios, m¨¢s trescuartista por la izquierda que otra cosa, el alem¨¢n pretend¨ªa siempre dar el ¨²ltimo pase, la filtraci¨®n imposible o el disparo desde el balc¨®n del ¨¢rea. Pero su f¨²tbol ha madurado como su cabeza, hasta el punto de que es capital para la construcci¨®n del Bayern, frontera obligada para lanzar la contra, para manejar los tiempos y el ritmo, para descongestionar y descascarillar al contrario. Su empe?o por permanecer en Alemania le resta posibilidades de saber su nivel exacto, pero nadie duda de que est¨¦ entre los mejores medios del planeta, con tan buen pie como ocupaci¨®n del campo.
Robben. Extremo. Holanda (1984). Maravilloso en la conducci¨®n del bal¨®n atado a la bota izquierda, el fino extremo descuenta rivales con facilidad y no le falta el gol. Pero fiado a su velocidad y a su habilidad en el recorte, le suele sobrar un regate, lo que deja sus jugadas a medio hacer. Proclive a lesionarse porque juega al sprint y castiga sus m¨²sculos, tildado de ego¨ªsta y envuelto en sucesivas pol¨¦micas por su ego ¨Cdesde la c¨²pula del Bayern han sido constantes las cr¨ªticas hacia su juego y no dej¨® de sorprender que le renovaran hasta 2015-, le acompa?a tambi¨¦n un estigma de perdedor, toda vez que fue incapaz de batir a Casillas en la final del Mundial y que perdi¨® la final europea de 2010 ante el Inter. El Allianz Arena le brinda una ¨²ltima oportunidad.
M¨¹ller. Mediapunta. Alemania (1989). Fue la sensaci¨®n en el Mundial de Sud¨¢frica, escogido el mejor jugador joven y m¨¢ximo artillero (5) junto a Sneijder y Villa. Aunque no le sobra t¨¦cnica, es bien inteligente e interpreta como pocos las jugadas de ataque, puntual en el remate. La irrupci¨®n de Mario G¨®mez, sin embargo, le hizo recular unos pasos y la eclosi¨®n de Kroos le envi¨® al costado. En todas las posiciones ha rendido, capaz de hilvanar el juego, de generar huecos con sus arrastres y de enlazar con el ariete. Siempre aparece cuando se le requiere.
Rib¨¦ry. Extremo. Francia (1983). Es el aguij¨®n, el futbolista que desequilibra. Explosivo en carrera, con un juego de piernas inalcanzable, con una cadera el¨¢stica y una facilidad para correr en vertical, Scarface est¨¢ en el mejor momento de su carrera, quiz¨¢ porque el Bayern le sobreprotegi¨® ante diferentes esc¨¢ndalos, quiz¨¢ porque la actitud paternalista de Heynckes le ha convencido. Tras demostrar sus habilidades en el Olympique de Marsella, prosigui¨® su voracidad en Alemania, hasta que le pudo el dolce far niente, el saberse superior a los dem¨¢s. Tras a?os coqueteando con los grandes de Europa, parece haber echado ra¨ªces en Baviera y se le nota en su juego, alegre y el¨¦ctrico, y en su cara, siempre adornada por la sonrisa.
Mario G¨®mez. Delantero. Alemania (1985). De ni?o recorr¨ªa las calles de Alemania con la camiseta de Romario, siempre con el Bar?a en la boca, quiz¨¢ porque tiene ra¨ªces espa?olas (granadinas) en su familia. Curtido en el Stuttgart, fue Van Gaal el que le hizo explotar al darle la delantera en detrimento de Luca Toni. Desde entonces, no ha parado de marcar goles, hasta el punto de que es el ¨²nico que puede arrebatarle a Messi el pichichi europeo, puesto que lleva 12 dianas por las 14 del azulgrana. Imponente en el ¨¢rea, casi siempre rematador al primer toque, caza los balones al vuelo. Guarda la pelota, se gira y arma la pierna en un santiam¨¦n. Un goleador de los de anta?o que est¨¢ de moda; en este curso, ha marcado 41 redes en 51 encuentros.
BANQUILLO
Condicionado por las bajas, el banquillo b¨¢varo es m¨¢s de emergencia que de salvaci¨®n; si bien cuenta con un portero de garant¨ªas por su experiencia (Butt), tiene dos defensas que apenas ha utilizado el t¨¦cnico durante el curso (los brasile?os Breno y Rafinha) y un medio an¨®nimo, el japon¨¦s Usami, que ha jugado m¨¢s en el filial que con el primer equipo. Tambi¨¦n se presume que estar¨¢ Pranjic, medio de recursos, adem¨¢s de Petersen y Olic, opciones para dar relevo al desgaste de Mario G¨®mez o para cualquier urgencia en caso de contratiempo.
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