Schumacher rejuvenece en M¨®naco
El alem¨¢n consigue su primera ¡®pole¡¯ desde su regreso, aunque saldr¨¢ el sexto por la sanci¨®n que se le impuso en Montmel¨® - Alonso es quinto
Seis a?os despu¨¦s de aquel Gran Premio de Francia, Michael Schumacher ha vuelto a celebrar una pole position con el brazo en alto mientras completaba la vuelta antes de devolver el coche al garaje con el trabajo hecho. En 2006, vestido de rojo como punta de lanza de Ferrari y en plena lucha por el Mundial, el alem¨¢n arranc¨® el primero en Magny-Cours (Francia) y el domingo se llev¨® la carrera. Ma?ana (14:00 horas, Antena 3 y TV3), en M¨®naco, lo tendr¨¢ mucho m¨¢s peludo debido a la sanci¨®n de cinco puesto que los comisarios le impusieron hace 15 d¨ªas (saldr¨¢ el sexto), en Montmel¨®, al llevarse puesto el Williams de Bruno Senna mientras trataba de adelantarle. Esta penalizaci¨®n ha colocado a Mark Webber en la posici¨®n m¨¢s privilegiada de la parrilla, un lugar que el australiano de Red Bull no ocupaba desde el Gran Premio de Alemania del a?o pasado. A su lado formar¨¢ el Mercedes de Nico Rosberg, mientras que Lewis Hamilton encabezar¨¢ la segunda l¨ªnea. Fernando Alonso, que en la eliminatoria definitiva (Q3) ha logrado el sexto mejor registro, comenzar¨¢ la prueba el quinto, beneficiado por la pena impuesta a Schumacher.
No hay mejor term¨®metro para calibrar la confianza que los b¨®lidos inyectan a sus conductores que las calles de M¨®naco, toboganes que lanzan los prototipos a m¨¢s de 200 por hora hacia las barreras de protecci¨®n, que en muchos casos hasta llegan a acariciar la fibra de los coches al pasar. El trazado monegasco es una ratonera llena de trampas que no ofrece el m¨¢s m¨ªnimo margen de error. Un aceler¨®n mal dado o el m¨¢s m¨ªnimo volantazo son suficientes para escupir el monoplaza contra el muro y terminar con el entrenamiento, el d¨ªa o el fin de semana. Si este escenario es tan especial es porque camufla los puntos fuertes de los monoplazas m¨¢s r¨¢pidos y hace lo mismo con las carencias de los m¨¢s debiluchos, logrando, al menos por una vez, que la importancia de las manos de los pilotos prevalezcan por encima de la mec¨¢nica que tratan de dominar. En esa coyuntura, la habilidad de Schumacher est¨¢ fuera de toda duda, su relaci¨®n con M¨®naco m¨¢s que probada ¨C aqu¨ª logr¨® su primera pole en 1994 ¨C y la mejora del Mercedes, m¨¢s que evidente.
La combinaci¨®n de estos elementos suponen la primera pole del heptacampe¨®n volvi¨® a enfundarse el mono en 2010, por m¨¢s que nunca llegue a figurar en su palmar¨¦s. A sus 43 a?os, eran muchos los que hasta ahora le consideraban caducado. Con la vuelta que se ha sacado de la manga en los estertores de la Q3, Schumi acaba de rejuvenecer.
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