Anfitriones sin tradici¨®n
Ucrania apela al orgullo de su vieja guardia y a la condici¨®n de local para alcanzar los cuartos en su primera Eurocopa
Tener a Andrei Shevchenko, de 35 a?os, como el gran referente del equipo no dice demasiado en favor de la selecci¨®n de Ucrania, uno de los anfitriones de la Eurocopa. Como pa¨ªs independiente desde 1991, jam¨¢s ha participado en una fase final del torneo continental y los aficionados ucranianos conf¨ªan en que su equipo sea capaz de repetir lo desarrollado en el Mundial de Alemania, cuando su selecci¨®n alcanz¨® unos hist¨®ricos cuartos de final, para caer ante Italia (3-0), futuro campe¨®n.
De aquel equipo sobreviven piezas b¨¢sicas del actual grupo dirigido por el mismo entrenador, el gran Oleg Blokhin, el futbolista m¨¢s condecorado de la Uni¨®n Sovi¨¦tica: son los casos del mencionado Shevchenko, Tymoshchuk, Voronin, Gusev y Milevsky. La esperanza del pa¨ªs, as¨ª, reside en que estos veteranos sean capaces de ensamblar de manera m¨¢s o menos eficiente con lo poco que el f¨²tbol ucraniano ha sido capaz de ofrecer en los ¨²ltimos a?os. Rakytsky, defensa central del Shakhtar, y Konoplanya, centrocampista de calidad del Denipro, son algunos de estos j¨®venes que han emergido en un f¨²tbol cuyo car¨¢cter importador tapona a los talentos de la cantera local. Resulta dif¨ªcil que surjan futbolistas de calidad con tanto brasile?o destinado a marcar las diferencias en Ucrania.
Blokhin se ha encontrado, adem¨¢s, con problemas en defensa, donde no estar¨¢ uno de sus jugadores m¨¢s conocidos, el exazulgrana Chigrinski, por lesi¨®n, mientras que estos mismos contratiempos se reproducen en la porter¨ªa, pues pierde a su meta titular, Shovkovskiy, internacional en 92 ocasiones, y a su suplente, Dykan. Pyatov, del Shakhtar, se perfila como el guardameta titular. El seleccionador, en definitiva, desea dar continuidad a una selecci¨®n que ha cambiado de t¨¦cnico en tres ocasiones en los ¨²ltimos dos a?os ¨Cpero que ha cerrado el c¨ªrculo en el propio Blokhin- y que no lleva demasiado bien la presi¨®n de una afici¨®n que le exige sacar r¨¦dito a su condici¨®n de anfitri¨®n. En actuaciones convincentes como el empate a tres cosechado ante Alemania, el pasado mes de febrero, anidan los valores de un grupo que practica un f¨²tbol de garra, verticalidad y una fuerte presi¨®n al rival. Conceptos como la posesi¨®n o el ataque est¨¢tico brillan mucho m¨¢s por su ausencia.
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