Acoso a Red Bull
Las dos ilegalidades en las que ha incurrido Red Bull son dos tonter¨ªas f¨¢cilmente recurribles
La primera respuesta de Red Bull a las acusaciones de ilegalidad de los agujeros del suelo y del eje de las ruedas delanteras fue conseguir la pole position en Canad¨¢. Adrian Newey no se asusta por el acoso a que el equipo es sometido por parte de la Federaci¨®n Internacional del Autom¨®vil. Al contrario. El genial ingeniero brit¨¢nico reafirma en cada movimiento que su coche sigue siendo el m¨¢s competitivo, pese a los cambios que le est¨¢n obligando a realizar en sus esquemas iniciales. Sin embargo, los intentos de la FIA por mantener la igualdad, aunque sea ficticia, en la cabeza de la clasificaci¨®n del Mundial de F-1 no se parar¨¢n ah¨ª. No es que haya una guerra contra Red Bull. No es eso. Ahora act¨²an contra la escuder¨ªa austriaca porque el a?o pasado mostr¨® una superioridad absoluta que, bajo ning¨²n concepto, podr¨ªa repetirse esta temporada. Pero si a partir de ahora aquel dominio pasara a ser de McLaren o de Ferrari buscar¨ªan entre el esti¨¦rcol, si hiciera falta, hasta encontrar una respuesta que les obligara a modificar el coche para restablecer la igualdad hasta el final de la contienda.
Lo m¨¢s grave es que las dos ilegalidades en las que ha incurrido Red Bull son dos tonter¨ªas que podr¨ªan ser f¨¢cilmente recurribles. Y peor todav¨ªa es el hecho de que no hayan sido protestadas de forma oficial por ninguna otra escuder¨ªa. Si alguien ve ilegalidades en un coche lo que deber¨ªa hacer es denunciarlo, como ha ocurrido en otras ocasiones, y no lanzar porquer¨ªa contra su rival a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n y los mentideros del paddock. Ni Ferrari ni McLaren han querido entrar directamente en esta guerra contra Red Bull, pero de forma subliminal han sugerido a la FIA que interviniera. De esta forma han conseguido que fluyera en el ambiente de la F-1 un halo de tramposa, totalmente infundado, sobre la escuder¨ªa austriaca.
Ni Ferrari ni McLaren han querido entrar directamente en esta guerra contra Red Bull, pero de forma subliminal han sugerido a la FIA que interviniera
Para la FIA el agujero en el fondo plano planteado por Red Bull era ilegal porque cog¨ªa aire de la parte superior de la plataforma y lo lanzaba justo delante de las ruedas traseras, evitando que las turbulencias de la rueda en funcionamiento interfiriesen en el trabajo del difusor. Es un efecto similar al de los difusores soplados, logrado ahora con estas entradas de aire. El reglamento especifica que desde un plano vertical no puede haber ning¨²n agujero en el fondo plano. Pero este agujero deja de ser considerado como tal si le aplicas una ranura hasta el exterior del suelo. Entonces pasa a ser un sistema legal. Y esa soluci¨®n es utilizada por casi todas las escuder¨ªas. As¨ª que para Red Bull tuvo f¨¢cil arreglo. Tambi¨¦n se vieron obligados a tapar los agujeros que hab¨ªan realizado en el eje que aguanta las ruedas delanteras, porque la FIA apreci¨® que ayudaban a contrarrestar las turbulencias de la llanta.
Es como una caza de brujas. Algo que yo viv¨ª en Benetton en 1994 cuando Michael Schumacher arrasaba en el Mundial y los dem¨¢s equipos nos acusaron de tener control de tracci¨®n. Mucha gente acepta mal la creatividad de sus rivales porque delata la negligencia propia. Pero, con todas las trabas, Red Bull sigue siendo competitivo y es el equipo que mejor parece haber entendido el comportamiento de los neum¨¢ticos ¡ªtan sensibles a los cambios de temperatura de los trazados¡ª, una de las claves que decidir¨¢ este campeonato.
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