Espa?a no se encuentra
La selecci¨®n iguala un gol de una buena Italia (1-1) y se queda a un paso de la victoria por el desacierto de Torres
Con Fernando Torres como s¨ªntoma, Espa?a no despeg¨® en Gdansk como hace cuatro a?os en Viena. M¨¢s bien, estuvo a la altura del equipo que parti¨® tieso ante Suiza en la cita mundialista de Sud¨¢frica. A diferencia de entonces, esta vez logr¨® rescatar un punto ante Italia, que, con su nuevo formato, mucho menos represivo que el tradicional, neg¨® al campe¨®n del mundo durante el primer tiempo, en el que Casillas tuvo m¨¢s protagonismo que Buffon. Luego, con Espa?a mejorada, se qued¨® vencida a los pies de Torres, que todav¨ªa no ha vuelto. En el mejor momento del equipo, con las bienaventuranzas de Iniesta, El Ni?o se cit¨® tres veces sin ¨¦xito con el meta italiano. Nada que ver con su precisi¨®n de cirujano frente a Lehman en la final de 2008. La selecci¨®n, como Torres, est¨¢ por llegar.
ESPA?A, 1 - ITALIA, 1
Espa?a: Casillas; Arbeloa, Sergio Ramos, Piqu¨¦, Jordi Alba; Busquets, Xabi Alonso, Xavi, Iniesta, Silva (Navas, m.65); y Cesc (Fernando Torres, m.74).
Italia: Buffon; Giaccherini, Chiellini, De Rossi, Bonucci, Maggio; Marchisio, Thiago Motta (Nocerino, m.89), Pirlo; Cassano (Giovinco, m.65) y Balotelli (Di Natale, m.56).
Goles: 0-1, m.60: Di Natale. 1-1, m.64: Cesc.
?rbitro: Viktor Kassai (HUN). Amonest¨® a Jordi Alba,? y Arbeloa (84) y Torres (84) por Espa?a; y a Balotelli (37), Bonucci (67), Chiellini (79) y Maggio (89) por Italia.
Espa?a se debate en la delantera. Sin Villa, y sin un ariete de alta graduaci¨®n, Del Bosque ha preferido tirar de la abundancia de los excelentes centrocampistas que tiene en n¨®mina. Ayer, en el estreno en esta Eurocopa, lo hizo de nuevo. Ni Torres, ni Negredo, ni mucho menos Llorente: Cesc. Una forma de no ofrecer una diana a la defensa adversaria, una apuesta por cubrir los espacios en funci¨®n de cada jugada. Llegar, no estar. Pero Italia, a partir de un 3-5-2, cubri¨® todo el tablero con mucho orden, equilibrio y una querencia por la pelota desconocida en el conjunto transalpino. Con De Rossi como escolta entre los centrales y Pirlo como gu¨ªa, el grupo de Prandelli logr¨® deste?ir al espa?ol, lento, pesadote en todas sus acciones y demasiado est¨¢tico, sin nadie que tirara un desmarque, que buscara el vac¨ªo. Tampoco le favoreci¨® un c¨¦sped con demasiadas capas, en el que el bal¨®n rodaba sin br¨ªo, parsimonioso.
Pero Italia, a partir de un 3-5-2, cubri¨® todo el tablero con mucho orden, equilibrio y una querencia por la pelota desconocida
De entrada, solo Silva e Iniesta fueron capaces de remar hacia Buffon, pero blandos de pegada, se quedaron en la orilla, y sin auxilio de Cesc, sin br¨²jula hasta la jugada del gol. Por el contrario, Jordi Alba viv¨ªa amenazado por Maggio, un carrilero de largo recorrido por la derecha, e Italia ten¨ªa colonizado el centro del campo. No es la Italia de toda la vida. No rebosa talento, pero la pelota le obedece m¨¢s, ya no la desprecia para encapsularse en su ¨¢rea, y cuando la anuda intenta tener protagonismo y atacar con un pelot¨®n notable. Prandelli est¨¢ en v¨ªas de lograr una mutaci¨®n que parec¨ªa imposible. No lo tendr¨¢ f¨¢cil, en un equipo con tantas medallas no le ser¨¢ sencillo adoctrinar a los sectores m¨¢s resultadistas.
Apagada Espa?a, lleg¨® el turno de Casillas, que tuvo tajo en una falta lanzada por Pirlo y un cabezazo de Motta al cierre del primer acto. Y algunos sustos m¨¢s. A Buffon solo Iniesta, tras una magn¨ªfica asistencia de Xavi, le hizo tiritar. El remate del manchego se fue alto. Sin remate ni puntadas en el juego, Espa?a se vio desnaturalizada, sin la chispa que la distingue. Esta vez, la falta de un delantero que ofreciera una cartelera de pases, de alguien que estirara al equipo y picara en el ¨¢rea rival, la dej¨® ingr¨¢vida.
Unos y otros encontraron en Torres el depositario perfecto para sus asistencias. Pero el del Chelsea sigue atrancando
Del Bosque, un hombre paciente, no reaccion¨® en el intermedio, pero la misma Espa?a cogi¨® otra velocidad, la que le dio Iniesta, que muy r¨¢pido hizo sudar a Buffon. Tampoco se mud¨® Italia, c¨®moda como estaba, y Balotelli a punto estuvo de llegar al gol tras un error de Sergio Ramos que corrigi¨® el propio defensa sevillano porque el italiano se grip¨® dentro del ¨¢rea, donde se fren¨® en seco. Prandelli le mand¨® al banquillo e hizo bingo. Di Natale, su relevo, cit¨® a Pirlo con un desmarque entre los centrales espa?oles y el mejor trovador italiano le puso la pelota en direcci¨®n al gol. No fall¨® Di Natale ante Casillas. Por fortuna para el campe¨®n, de inmediato, Iniesta y Silva hicieron una trenza con el bal¨®n al borde del ¨¢rea y Cesc, por una vez, lleg¨® por el pasillo central rumbo a la meta italiana. Navas ya esperaba en la banda para dar relevo a Silva. Con el extremo sevillano, Espa?a cogi¨® pista, subi¨® de marcha y todo el equipo se quit¨® las cadenas. Italia ya estaba m¨¢s contenida y al equipo espa?ol solo le faltaba el punto final.
El gol no redimi¨® a Cesc, que dio paso a Fernando Torres. Eran los mejores momentos del equipo rojo, ya hab¨ªa brochazos de Xavi, de Alonso, de Iniesta, por supuesto. Unos y otros encontraron en Torres el depositario perfecto para sus asistencias. Pero el jugador del Chelsea sigue atrancando. Se ha sacudido el gol y ha perdido motor. Con todo, le ocurre lo peor que le pueda pasar a un delantero: la duda. Hasta tres veces esprint¨® hacia Buffon en ventaja, pero se marchit¨® en carrera. Nada que ver con aquel chico que con horizonte por delante sacaba de rueda a sus contrarios. En la tercera oportunidad, con Buffon batido, tir¨® la pelota por encima del larguero. Espa?a no encontr¨® remedio en ¨¦l. No lo tuvo sin juego y sin nueve, y cuando recobr¨® su mejor partitura le falt¨® el broche. A Torres se le espera. A una mejor Espa?a, tambi¨¦n. Mientras, Del Bosque tiene una fuga que tapar en la zona Villa.
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