La historia juega contra Alemania
La Nationalmannschaft nunca ha superado a Italia en una gran competici¨®n
Medio borrachos, dos hinchas alemanes celebraban en un bar de Gdansk el primer penalti, marcado por Gerrard, y el posterior fallo de Montolivo como si acariciaran ya el rival preferido por Alemania en las semifinales: Inglaterra. Despu¨¦s del cucchiaio (la cuchara) de Pirlo, los dos fan¨¢ticos empezaron a insultar a los azzurri. ¡°Scheisse italiener, scheisse italiener (mierda de italianos)¡±, gritaban, enfurecidos, al consumarse la clasificaci¨®n de Italia, la bestia negra germana en los grandes torneos.
En el juego de d¨®nde estabas t¨² cuando¡, Mesut ?zil ten¨ªa 17 a?os y estaba en su casa de Gelsenkirchen viendo por televisi¨®n c¨®mo Alemania perdi¨® en Dortmund en las semifinales del Mundial de 2006 frente a Italia (0-2). ¡°Pero eso es historia y solo miramos al presente¡±, se apresur¨® a decir ayer ?zil para evitar ventajas psicol¨®gicas del adversario en el duelo del jueves en Varsovia.
La Azzurra siempre ha sometido a Alemania, en efecto, en las grandes citas y la de 2006 solo fue la ¨²ltima, coronada despu¨¦s con la Copa del Mundo conquistada ante la Francia de Zidane tras su cabezazo a Materazzi. Aquel choque previo fue, para Franz Beckenbauer, el mejor partido del torneo. Ante 65.000 espectadores, un mediocentro peque?ito y con melena volvi¨® a dirigir la orquesta italiana, afilada al final de la pr¨®rroga tras la entrada de Del Piero. Era Pirlo. El mismo que vapule¨® psicol¨®gicamente a Inglaterra con el penalti a lo Panenka lanz¨®, hace seis a?os, a Grosso (minuto 119) y Del Piero (121). De aquella selecci¨®n solo repiten ahora Pirlo, Buffon, De Rossi y Barzagli.
Como en esta ocasi¨®n, Italia nunca parte como favorita a pesar de que los antecedentes le dan la raz¨®n: cuatro empates y tres victorias en los grandes torneos
Como en esta ocasi¨®n, Italia nunca parte como favorita frente a la Nationalmannschaft a pesar de que los antecedentes le dan la raz¨®n: cuatro empates y tres victorias en los grandes torneos. Tres encuentros monumentales. En orden cronol¨®gico inverso, la siguiente cita se remonta al Mundial de Espa?a 1982. La Alemania de Schumacher, Briegel, Breitner, Stielike, Littbarski y Rummenigge choc¨® contra una Azzurra inspirada que ni siquiera se vino abajo tras el penalti fallado por Cabrini. Despu¨¦s llegaron los goles de Rossi, Tardelli (su grito a la carrera es un icono del f¨²tbol) y Altobelli frente al tanto de penalti de Breitner (3-1). Sucedi¨® en el Bernab¨¦u ante 90.800 espectadores, dos de ellos c¨¦lebres por las muestras de alegr¨ªa: el rey Juan Carlos y el presidente italiano, Sandro Pertini. En el campo, un defensa inolvidable: Scirea, que fallecer¨ªa en un accidente de tr¨¢fico en Polonia con 36 a?os.
Pero en Italia nada hay comparable a la semifinal de M¨¦xico 1970, en el estadio Azteca y ante 102.444 seguidores. Fue llamada la partita del secolo (el partido del siglo). Gener¨® decenas de libros y pel¨ªculas. Los 90 primeros minutos se resumieron en un gol de Boninsegna (minuto 8) y el ataque constante de Alemania hasta empatar en el ¨²ltimo minuto (Schnellinger). La apoteosis lleg¨® con la pr¨®rroga (4-3). Golpe¨® primero M¨¹ller (m. 94), respondi¨® Burgnich (98) y fue secundado por un nuevo tanto de Gigi Riva (104) antes de igualar de nuevo M¨¹ller (110). En un paroxismo de ataques, un minuto m¨¢s tarde, Rivera, Il Bambino d'Oro, derrib¨® al gigante alem¨¢n, igualmente heroico al marcharse atacando Beckenbauer con el brazo en cabestrillo desde el minuto 67 por una entrada de Cera: le hab¨ªa dislocado un hombro y Alemania ya hab¨ªa hecho los dos cambios. Despedida gloriosa tambi¨¦n en la derrota de Uwe Seeler, que ten¨ªa 34 a?os y disputaba su cuarto Mundial consecutivo. Italia-Alemania. El espect¨¢culo est¨¢ asegurado.
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