¡°Me ha faltado chispa¡±
El espa?ol, al concluir el encuentro, asume resignado: "Rosol estuvo incre¨ªble, golpeaba todo lo fuerte que quer¨ªa, le entraba todo donde so?aba"
Cuando Rafael Nadal entra en la central de Wimbledon, lee unas palabras que no olvidar¨¢ luego, cuando tenga que explicar su derrota. Ah¨ª, sobre el dintel de la puerta que le lleva hasta el altar m¨¢s sagrado del tenis, relucen las letras de un poema, If, de Rudyard Kipling, que le lanzan un mensaje: ¡°Trata como el mismo impostor a la victoria y a la derrota¡±, es el resumen. M¨¢s de tres horas despu¨¦s, eliminado en segunda ronda de un grande por primera vez desde 2005, las mismas palabras brotan de la boca mallorqu¨ªn. ¡°En el quinto set¡±, resume sin amargura; ¡°Rosol jug¨® a un nivel que supera la realidad¡±. ¡°Estuvo incre¨ªble. Golpeaba todo lo fuerte que quer¨ªa, le entraba todo donde so?aba. Fue Irreal. As¨ª es el deporte. Es doloroso, siempre es duro caer, pero el deporte es ganar y perder¡±.
Los pelotazos del checo son los clavos que cierran la tapa del ata¨²d. Durante 3h18m, Nadal espera su momento m¨¢gico, ese minuto de oro que le distingue desde siempre, segundos irreales en los que la pesadilla se torna sue?o y el castigo premio. Nunca llega. ¡°No estuve inspirado en los momentos clave¡±, reconoce luego. ¡°?l le pegaba sin pensar, sin sentir la presi¨®n, y cuando eso ocurre, est¨¢s en las manos de tu oponente¡±, a?ade. ¡°Jugu¨¦ con un poco menos de energ¨ªa que otras veces. Me siento muy bien mentalmente. F¨ªsicamente, me ha faltado la chispa de otras veces. La movilidad no ha sido la mejor en ning¨²n momento. Mis opciones no las he jugado como se tienen que jugar en un torneo como este, donde todo se decide por detalles¡±.
El mallorqu¨ªn deja Londres. El 28 de julio volver¨¢ a la catedral del tenis: con Kipling eternamente vivo en una pared, las medallas de los Juegos de Londres estar¨¢n en juego.
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