Claudio Carudel, nuestro campe¨®n
Fallece el jinete que m¨¢s ¨¦xitos cosech¨® el pasado siglo en los hip¨®dromos espa?oles
Aunque naci¨® en Chantilly, una de las localidades francesas de mayor raigambre h¨ªpica, Claudio Carudel fue una leyenda espa?ola: el mito de los aficionados m¨¢s veteranos del hip¨®dromo de la Zarzuela y de Lasarte, nuestro campe¨®n de campeones, cuyo nombre era conocido y admirado en todo el pa¨ªs incluso por quienes jam¨¢s hab¨ªan asistido a una carrera de caballos. Mont¨® por primera vez en Madrid a mediados de los cincuenta del siglo pasado, con diecinueve a?os, sobre Abe de Fuego; ahora, a los setenta y cuatro, se ha apagado definitivamente esa llama que ilumin¨® durante d¨¦cadas la ¨¦poca dorada de nuestro turf.
Mito del 'turf' espa?ol
Claudio Carudel fue el jinete que m¨¢s ¨¦xitos cosech¨® en las carreras h¨ªpicas espa?olas a lo largo del pasado siglo: logr¨® millar y medio de victorias, entre ellas 12 triunfos en el Gran Premio de Madrid.
De origen brit¨¢nico pero nacido en Francia en 1938, debut¨® en las pistas espa?olas en 1957 y al poco tiempo se estableci¨® definitivamente en Espa?a. Su carrera se prolong¨® hasta 1988, a?o en el que se retir¨® como jockey, aunque sigui¨® ejerciendo como preparador hasta 1996. M¨¢s adelante fue asesor de la sociedad del hip¨®dromo madrile?o.
Por aquel entonces en los estadios triunfaba Di St¨¦fano, pero Carudel fue la Saeta Rubia de quienes ¨ªbamos al hip¨®dromo. Mostraba una elegancia de normando fr¨¢gil, casi ang¨¦lico, aunque con f¨¦rrea voluntad de triunfo en la pista. No solo ten¨ªa destreza sino tambi¨¦n carisma: ganaba enamorando a quien le ve¨ªa ganar, incluidos los que perd¨ªan su apuesta con tal victoria. Mont¨® para los tres grandes propietarios que encumbraron nuestro turf: el conde de Villapadierna, Ram¨®n Beamonte y Antonio Blasco. Y alternativamente con ellos y contra ellos lo gan¨® todo, porque fue jinete campe¨®n de la estad¨ªstica en 18 ocasiones, qued¨® segundo otras 12 y tambi¨¦n pas¨® el primero una docena de veces la meta en Gran Premio de Madrid. Despu¨¦s fue durante a?os preparador para la cuadra Rosales y entrenada por ¨¦l la gran yegua Teresa lleg¨® a participar en el Arco de Triunfo de Longchamp. En la etapa actual del hip¨®dromo de La Zarzuela ofici¨® como asesor h¨ªpico y cada temporada de primavera entregaba el trofeo del gran premio que lleva su nombre.
Ahora cierro los ojos y vuelvo a tener 11 a?os. Es verano y estoy con mi padre en la tribuna de Lasarte, esperando que comience la carrera. Pasan trotando los participantes, camino de la salida: ah¨ª va Rom¨¢n Mart¨ªn, cuidado con Rom¨¢n, ah¨ª va Delcher, y Sim¨®n Figueroa, y Carlos D¨ªez¡y desde luego Carudel. ?Hala Carudel! ?Venga Carudel! Claudio, ahora ya siempre ser¨¢s el joven rubio de tu primer d¨ªa de triunfo y pronto yo ser¨¦ para siempre el ni?o que ese d¨ªa te vio ganar.
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