¡°El nivel de Phelps ya no es de 10, pero s¨ª de 8 o 9¡±

Los entrenadores suelen volverse inflexibles y los nadadores antojadizos. La deriva de la relaci¨®n conduce a la ruptura, salvo en casos extra?os. El nadador estadounidense Michael Phelps (Baltimore, Martyland; 1985), que aspira a ser el hombre que m¨¢s medallas ol¨ªmpicas conquista en la historia (lleva 14 de oro y dos de bronce), es el m¨¢s raro. Su coach, el tambi¨¦n norteamericano Bob Bowman (Columbia, Carolina del Sur, 1964), ocupa el puesto reservado al padre. Juntos han forjado una convivencia que va para 17 a?os. La epopeya tiene lugar y fecha l¨ªmite: el centro acu¨¢tico de Londres, la semana que viene.

Pregunta. ?C¨®mo ha transcurrido la preparaci¨®n de Phelps para estos Juegos respecto a los de Sidney, Atenas o Pek¨ªn?

Respuesta. Han sido los m¨¢s dif¨ªciles, los que me han supuesto un desaf¨ªo m¨¢s grande. Michael ya no es un ni?o. Ahora tiene muchas obligaciones. Su posici¨®n es distinta. No ha estructurado su vida alrededor de los Juegos como otras veces. En m¨¢s de una ocasi¨®n he pensado que no llegar¨ªa a los de Londres.

P. ?Cu¨¢l ser¨¢ su nivel?

R. En la escala del 1 al 10, si en Pek¨ªn estuvo de 10, en Londres estar¨¢ entre el 8 y el 9.

P. Usted se cri¨® en Carolina del Sur. ?Hay alg¨²n rasgo propio en su modo de trabajar?

R. El Sur condicion¨® mi forma de pensar. Me dio una fuerte ¨¦tica del trabajo y la convicci¨®n de que podr¨ªa conseguir todo lo que me propusiera. Esa es la base. Pero mi filosof¨ªa es la suma de mis experiencias con entrenadores de todo Estados Unidos.

P. Con 34 a?os, sin conocer a Phelps, se plante¨® dejar de entrenar. ?A qu¨¦ se habr¨ªa dedicado?

R. Creo que podr¨ªa ser un buen maestro. Antes de llegar a Baltimore, no ten¨ªa claro cu¨¢l ser¨ªa mi oficio. Estaba considerando trabajar con caballos de carrera. De hecho, fui entrenador de purasangres entre 1990 y 1996. Para m¨ª, tratar con los caballos ha sido igual de edificante que tratar con los nadadores. Pero no tiene nada que ver. Las din¨¢micas son diferentes aunque los procesos, a veces, pueden asemejarse porque en ambos casos est¨¢s ense?ando.

P. ?Qu¨¦ aprendi¨® de los caballos?

R. Se comunican sin palabras y te obligan a observarlos con detenimiento. Mi sentido de la observaci¨®n lo aprend¨ª con ellos.

P. Entre 2009 y 2011, Phelps dej¨® de tomarse el entrenamiento en serio. ?Cu¨¢ndo volvi¨® a ejercitarse a conciencia?

R. En los ¨²ltimos 16 meses ha sido muy consistente. Se ha estado entrenando normalmente.

P. ?En qu¨¦ momento supo con certeza que acudir¨ªa a Londres?

R. En marzo de 2009 me telefone¨® y me lo dijo: ¡°Quiero nadar en los Juegos de Londres¡±.

P. ?Qu¨¦ relaci¨®n mantienen?

R. Nunca nos hemos entendido tan bien como ahora. Nunca hemos compartido tantas ideas, tantos sentimientos. Estamos muy bien. Pero a¨²n no he logrado que escuche m¨²sica country. He sido yo el que se ha pasado un poco al rap.

Esta vez no ha centrado su vida en los Juegos, pero har¨¢ un buen trabajo

P. ?A qu¨¦ se refiere cuando dice que quiere nadadores creativos? ?Se puede ser creativo en un deporte tan rutinario?

R. Me gusta estimularlos para que experimenten con la t¨¦cnica, con diferentes estrategias. Me interesa que aporten cosas al programa. Pero antes de eso necesitan un programa maestro estructurado que seguir.

P. ?Cu¨¢l es el mayor cambio que ha experimentado Phelps?

R. Ahora puede nadar sus carreras de varias maneras en vez de hacerlo siempre igual. Cuando era m¨¢s joven, su ritmo era siempre el mismo. Ahora puede cambiarlo dependiendo de las circunstancias. Por ejemplo, cuando comenz¨® con los 200 metros mariposa, en Sidney, sal¨ªa muy lento y terminaba muy fuerte. Se quedaba demasiado atr¨¢s y, pasada la mitad de la prueba, no le daba tiempo a regresar. En 2001, en los Mundiales, fue el primero en tocar la pared de los 50 metros y se mantuvo al frente hasta el final. Ahora puede hacerlo de las dos formas: ir controlando o ser m¨¢s agresivo. Una de las mayores dificultades para un nadador es acelerar al m¨¢ximo en la primera parte de la prueba y conservar energ¨ªa para regresar.

P. Se propone nadar siete pruebas, hasta 18 carreras. ?Hasta qu¨¦ punto su edad es un h¨¢ndicap?

R. Estamos trazando una nueva ruta porque nadie ha acometido estos programas con 27 a?os. Yo tengo confianza. Hemos hecho una buena preparaci¨®n. Creo que su actitud es buena y tengo la impresi¨®n de que har¨¢ un buen trabajo. Pero la recuperaci¨®n entre una carrera y otra ser¨¢ m¨¢s complicada que en Pek¨ªn. ?l se ha entrenado para gestionar el cansancio, pero con 27 a?os el organismo no proporciona la frescura que con 24.

P. Ryan Lochte, su primer rival en los 200 y los 400 metros estilos, con 28 a?os, pisa el mismo terreno. ?Cu¨¢l es el protocolo que sigue el equipo estadounidense para la recuperaci¨®n?

R. Si nadas dos carreras en una misma tarde, lo primero, al salir del agua, es tomar una bebida con prote¨ªnas, carbohidratos y sales. Luego te extraen sangre para leer los niveles exactos despu¨¦s de la prueba. Finalmente, te metes en la piscina de calentamiento para hacer nataci¨®n de recuperaci¨®n hasta que el lactato de la sangre haya bajado del umbral de lectura. Despu¨¦s comes algo m¨¢s sustancial, como barritas energ¨¦ticas o una pieza de fruta. Entonces est¨¢s preparado para competir de nuevo. Una vez acabada la sesi¨®n, de ma?ana o tarde, se toman ba?os de hielo. Despu¨¦s, un masaje.

P. Phelps cumpli¨® su gran objetivo en 2008. ?Qu¨¦ metas se propone alcanzar ahora?

R. Su mentalizaci¨®n no ha cambiado. Se ha propuesto cumplir objetivos muy espec¨ªficos para cada una de las pruebas. Pero el principal, algo en lo que ha trabajado desde hace tiempo, es elevar el perfil de la nataci¨®n como deporte. Estos Juegos supondr¨¢n un papel importante para esto ¨²ltimo.

P. ?Hay algo que nunca consigui¨® que Phelps hiciera?

R. S¨ª. Nunca pude hacerle nadar 1.000 metros mariposa. Nunca quiso hacerlo. Yo se lo ped¨ªa, pero se resisti¨®. Sinti¨® que no era capaz. Yo creo que es porque su mariposa se apoya en el trabajo de las piernas y es imposible nadar tantos metros conservando una cadencia muy fuerte de patada. Fue algo que nunca estuvo, mental o f¨ªsicamente, listo para hacer.