¡°Nada va a cambiar¡±
Vettel cuestiona el impacto que tendr¨¢ en Red Bull el cambio en el reglamento de los mapas de motor
Los comisarios t¨¦cnicos de la Federaci¨®n Internacional del Autom¨®vil (FIA) afrontan un nuevo reto cada vez que el campeonato del mundo de F-1 se pone en marcha. Desde que Ross Brawn introdujera en 2009 aquel doble difusor que tanto ayud¨® a Jenson Button a conseguir la corona, el inter¨¦s en este sentido pr¨¢cticamente lo ha monopolizado un ¨²nico equipo: Red Bull. De la mano de Adrian Newey, su m¨¢ximo responsable t¨¦cnico, la escuder¨ªa de los b¨®lidos energ¨¦ticos ha conseguido de carrerilla dos dobletes en los dos ¨²ltimos cursos, con Sebastian Vettel en un plan estelar, al volante de un prototipo absolutamente fuera de alcance para la competencia. Newey, al igual que Brawn, es un especialista en encontrarle ¨¢ngulos muertos al reglamento. Lo hizo las dos ¨²ltimas temporadas con el soplado de los gases provenientes de los escapes hacia el difusor, un sistema que la FIA ya regul¨® con vistas a este 2012. De esta forma, parec¨ªa que las posibles grietas en la normativa quedaban reducidas al m¨ªnimo. Pues no. En el domingo pasado, en Hockenheim, la FIA descubri¨® que Red Bull hab¨ªa modificado los mapas de motor de los propulsores de sus monoplazas con el fin de obtener un beneficio aerodin¨¢mico, en aquella ocasi¨®n una entrega de potencia m¨¢s progresiva a medio r¨¦gimen de revoluciones por minuto (rpm).
La ambig¨¹edad del redactado permiti¨® al equipo campe¨®n poder afrontar el Gran Premio de Alemania sin sanci¨®n. Aunque los comisarios no dieron como buenos los argumentos recibidos por parte del constructor de Milton Keynes (Gran Breta?a), y consideraron que esta artima?a vulneraba el esp¨ªritu de la norma, tampoco pudieron inculparles, porque, en caso contrario, tanto Vettel como su compa?ero, Mark Webber, deber¨ªan haber sido excluidos. Unos pocos d¨ªas despu¨¦s, sin embargo, la FIA ha vuelto a estrechar el lazo alrededor de Red Bull con una ¨²ltima modificaci¨®n del art¨ªculo en cuesti¨®n (exactamente, el 53.3), limitando a un 2% la desviaci¨®n m¨¢xima del par motor (su fuerza de empuje) a partir de las 6.000 rpm, seg¨²n un patr¨®n realizado a partir de las cuatro primeras carreras del calendario. En definitiva, otro galimat¨ªas t¨¦cnico que lleva la firma de Newey, que se resiste a olvidarse del sistema de soplado de gases hacia el difusor del coche que tantos ¨¦xitos le ha dado en los ¨²ltimos tiempos.
¡°Si uno se fija en qu¨¦ est¨¢ tratando de hacer todo el mundo [con los escapes], se dar¨¢ cuenta de que el objetivo es conseguir el mismo efecto del a?o pasado¡±, asegura Vettel, y desde Hungaroring. ¡°Pero no creo que el coche vaya a dejar de funcionar de golpe. De hecho, creo que la situaci¨®n no va a cambiar nada. Aunque, obviamente, no tenemos aqu¨ª el mismo monoplaza que utilizamos en Hockenheim¡±, valora Baby Schumi, que se ha convertido en un especialista a la hora de quitarle hierro a estos sistemas que, de alguna forma, le restan un poco de protagonismo a sus habilidades como piloto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.