Los peque?os gigantes de la historia
Hungr¨ªa encabeza el grupo de pa¨ªses que han brillado entre los grandes como especialistas en determinados deportes
Los gigantes se han repartido tambi¨¦n el pastel del deporte. Pero a lo largo de la historia ol¨ªmpica se han repetido rachas triunfales de peque?os pa¨ªses que han roto moldes y hegemon¨ªas globales. No todo ha seguido el guion que parec¨ªa escrito por las grandes potencias. Lo demuestran casos como Hungr¨ªa, sobre todo, Finlandia, las islas del Caribe, India o Pakist¨¢n, y hasta China en sus primeros a?os del retorno al concierto mundial. La desaparecida RDA fue un punto y aparte. Otra historia.
Estados Unidos ha dominado el medallero ol¨ªmpico de forma casi constante. Incluso desde los primeros Juegos de Atenas, en 1896, pese a que sus primeros representantes fueron all¨ª pr¨¢cticamente de vacaciones, como si se tratara de un campamento de verano. Su potencial y su firme uni¨®n frente a las disgregaciones de sus dos principales rivales, Rusia y Alemania, le ha permitido casi doblarlas en los ¨¦xitos. Roza ya las 1.000 medallas de oro (930) y las 2.500 totales (2.298).
Rusia, el gran rival, le ha dado demasiadas ventajas. Para su suma real apenas cuenta con participaci¨®n de 1900 a 1912 y desde 1996 hasta hoy. Por el medio est¨¢ la etapa clave de la URSS, de 1952 a 1988, y en 1992 ya como Equipo Unificado. Pero a las 1.122 medallas conseguidas habr¨ªa que restar un buen n¨²mero, pertenecientes a atletas de las otras rep¨²blicas actuales. En cualquier caso, la suma total apenas se acerca a las 1.500. La ausencia sovi¨¦tica en seis ediciones, entre 1920 y 1948, ha sido decisiva en el retraso.
El caso de Alemania es tambi¨¦n particular. Se acerca a las 1.000 con sus tres etapas: 529 como pa¨ªs unido (de 1896 a 1952, y desde 1992); 118 antes de la separaci¨®n oriental (de 1956 a 1964), y 204 como Rep¨²blica Federal (de 1968 a 1988). Pero las 409 de la ¨¦poca clave de la RDA, todo un r¨¦cord, entre el asombro y la mentira, incluso parece una suma que mancha el historial y que todos quieren olvidar o pasar por alto.
Con menos medallas que la hist¨®rica Suecia, pero m¨¢s de oro, est¨¢ Hungr¨ªa. Con 458 podios, 159 en lo m¨¢s alto, y por delante de Australia, la pujante China, Jap¨®n, o Finlandia
Por detr¨¢s, en la gran lista de medallas, casi lo normal. Pa¨ªses de peso como el Reino Unido (715), Francia (636) e Italia (522). Pero inmediatamente despu¨¦s, sorpresa. Con menos medallas que la hist¨®rica Suecia, pero m¨¢s de oro, est¨¢ Hungr¨ªa. Con 458 podios, 159 en lo m¨¢s alto, y por delante de Australia, la pujante China, Jap¨®n, o Finlandia.
?Explicaci¨®n? Dedicaci¨®n especial desde los primeros pasos del olimpismo moderno, y a modalidades cl¨¢sicas. Por ejemplo, la esgrima. Los tiradores h¨²ngaros ganaron todas las finales ol¨ªmpicas desde Londres 1908, precisamente, hasta M¨¦xico 68. Solo les falt¨® Amberes 1920 porque no pudieron participar. Fueron de los castigados entre los perdedores de la I Guerra Mundial. Por equipos tambi¨¦n cayeron ante Italia en Par¨ªs 1924 y con la URSS a partir de Roma 1960. Pero 46 victorias en nueve Juegos asombran. Los maestros m¨¢s destacados, Aladar Gerevich, Jeno Fuchs, Pal Kovacs o Rudolf Karpati, arrasaron. Incluso cuando el potencial en el sable decay¨® los tiradores h¨²ngaros brillaron en espada con cuatro t¨ªtulos m¨¢s, encabezados por Gyozo Kulcsar. Curiosamente, en dos de los tres oros por equipos de esta arma, los de M¨¦xico 1968 y M¨²nich 1972, estuvo Pal Schmitt, luego miembro del COI y presidente del pa¨ªs desde 2010 hasta su dimisi¨®n este mismo a?o tras el esc¨¢ndalo suscitado por copiar una tesis doctoral.
El dominio m¨¢s moderno del sable pas¨® a ser de franceses y rusos, sobre todo, y con los italianos en las otras dos armas, florete y espada. Es indudable que en el pasado tambi¨¦n hubo estrellas multilaureadas y polivalentes, como los italianos Nedo Nadi y el recientemente fallecido Edoardo Mangiarotti. O el franc¨¦s Christian d¡¯Oriola, primo del tambi¨¦n leyenda de la equitaci¨®n Pierre Jonqu¨¨res. Pero la escuela h¨²ngara fue deslumbrante. Hasta con mujeres como Ilona Elek e Ildiko Rejto, esta ¨²ltima, sordomuda.
Hungr¨ªa, un pa¨ªs polideportivo, ha sido tambi¨¦n especialista en deportes muy variados. Pirag¨¹ismo, tiro, en el imponente waterpolo, que mantiene su potencial hasta ahora; en el puntual , pero glorioso f¨²tbol de los Puskas y Kocsis; en el a¨²n superviviente pentatl¨®n moderno con su mayor genio Andras Balczo, o en el boxeo del invicto peso medio Lazslo Papp, el primer triple oro antes de los pesados cubanos Te¨®filo Stevenson (fallecido el pasado 11 de junio), y F¨¦lix Sav¨®n. Papp, no muy alto, pero con tanta t¨¦cnica como potencia con su guardia abierta, fue un caso ins¨®lito. Logr¨® pasar a profesional, fue a entrenarse a Viena, gan¨® a Luis Folledo, logr¨® el t¨ªtulo europeo y solo el r¨¦gimen comunista le par¨® los pu?os cuando iba por el t¨ªtulo mundial.
Hungr¨ªa tambi¨¦n sent¨® c¨¢tedra en deportes b¨¢sicos como atletismo, jabalina y martillo?
Hungr¨ªa tambi¨¦n ha sentado c¨¢tedra en los deportes b¨¢sicos. En atletismo, con prodigiosos lanzadores de jabalina (Miklos Nemeth) y martillo (Gyula Zsivotzky). Y en nataci¨®n, especialmente, donde ha tenido la osad¨ªa de plantar cara selectivamente a todos los grandes desde los a?os 80. Apenas en estilo libre y en mariposa, pero siempre ha habido que contar con ¡°el peligro h¨²ngaro¡± en braza, espalda y estilos. Lo atestiguan estrellas como la legendaria Kristina Egerszegi en espalda y estilos; el no menos imponente tuerto Tamas Darny, en estilos o Norbert Rozsa, en braza. Curiosamente, Alfred Hajos, el pionero, les abri¨® el camino de los triunfos en Atenas 1896, al ganar las dos pruebas del primer programa, 100 y 1.200 metros, velocidad y fondo, en estilo libre. Se disputaron en el mar, y el jud¨ªo Arnold Guttman, como en realidad se llamaba, demostr¨® aquel 11 de abril de hace 116 a?os que resist¨ªa mejor que nadie las fr¨ªas agua de la bah¨ªa de Zea, cerca del Pireo. Por algo se entrenaba en el Danubio.
El peque?o pa¨ªs centroeuropeo es el mejor ejemplo de haber sacado el m¨¢ximo rendimiento con astucia y dedicaci¨®n. Al menos un tiempo. Incluso grandes como China, cada vez m¨¢s polideportiva por su potencial, se reincorpor¨® al concierto mundial apoyada en sus especialidades b¨¢sicas: gimnasia, tenis de mesa, tiro, b¨¢dminton o saltos. Ella puede abarcar mucho m¨¢s y ya lo est¨¢ demostrando en la nataci¨®n. Otras ya no. La India y Pakist¨¢n se redujeron al hockey hierba, pero pas¨® su tiempo.
Cuba, al estilo especialista h¨²ngaro, pero con la disciplina comunista, le ha sacado petr¨®leo al boxeo, al atletismo, al voleibol y al yudo, sobre todo. Pero cada vez con m¨¢s problemas para mantener el nivel. Su ¨²ltimo reducto colectivo, el voleibol, cuyo equipo femenino fue campe¨®n en Barcelona 92, Atlanta 96 y Sidney 2000, ni siquiera se ha clasificado ya para Londres. ?D¨®nde est¨¢ el atletismo de fondo finland¨¦s? Aquello fue otra historia. A los Paavo Nurmi, Hannes Kolehmainen, o Ville Ritola sucedi¨® un Lasse Viren a quien nunca se le encontr¨® dopaje, pero siempre plane¨® sobre ¨¦l. S¨ª cay¨® Martti Vainio y el peor dopaje fue la irrupci¨®n africana que acab¨® con el viejo poder n¨®rdico.
Jamaica, ahora, pero tambi¨¦n otras islas caribe?as como Bahamas y Trinidad, sobre todo, le han sacado rentabilidad a la privilegiada gen¨¦tica de sus atletas negros para la velocidad. Lo hicieron hace ya a?os Estados Unidos y Canad¨¢. Donald Quarrie fue el gran adelantado jamaicano con su oro en los 200 y la plata en los 100 metros de Montreal 1976, pero en el pa¨ªs no olvidan nunca (y de ah¨ª que sus cuatrocentistas contin¨²en brillando), la gloriosa etapa de hace m¨¢s de medio siglo. Arthur Wint, Herbert McKenley y George Rhoden se llenaron de oros y platas ante los omnipotentes estadounidenses entre Londres 1948 y Helsinki 1952. S¨®lo en los 800 Malvin Whitfield pudo con Wint, que se lesion¨® durante el relevo en el viejo Wembley, pero solo aplaz¨® la fiesta nacional en Jamaica hasta la gran revancha cuatro a?os despu¨¦s.
Juan-Jos¨¦ Fern¨¢ndez ha escrito en directo para EL PA?S sobre 13 Juegos Ol¨ªmpicos, seis de verano, desde Los ?ngeles 84 hasta Atenas 2004, y siete de invierno, desde Sarajevo 84 a Tur¨ªn 2006.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.