¡°Un piloto no puede vivir con miedo¡±
El representante y amigo del fallecido Marco Simoncelli rememora las haza?as del piloto casi un a?o despu¨¦s de su muerte
Era un gran jugador de cartas. De esos a los que les gusta ganar, pero saben perder. Nunca hab¨ªa dinero sobre la mesa, pero en muchas ocasiones esperaba una pizza como premio. Marco Simoncelli jugaba a la escoba, como siempre, tambi¨¦n la noche antes de morir. Se dej¨® la vida en el asfalto de Sepang (Malasia), el circuito en el que conoci¨® la gloria como campe¨®n de 250cc en 2008. El circuito al que nunca le gustaba volver. No soportaba aquel calor asfixiante ni aquella humedad que potenciaban sus problemas de respiraci¨®n. Por eso, el a?o pasado se llev¨® una piscina hinchable que meti¨® en su taller para refrescarse. ¡°Cuando no estaba corriendo se pasaba las horas all¨ª dentro¡±, recuerda Carlo Pernat, su representante, su amigo, m¨¢s de 30 a?os recorriendo circuitos de medio mundo, al lado de Rossi, de Capirossi, de Biaggi... Y de Simoncelli.
Pernat, genov¨¦s de 63 a?os, hab¨ªa pasado los ¨²ltimos tres junto al malogrado piloto italiano, que fue a buscarle, junto a su padre, Paolo, durante un fin de semana de carreras en China. ¡°Marco ten¨ªa 24 a?os, pero era muy maduro. Era un tipo muy calmado, simp¨¢tico. Cuando en el equipo hab¨ªa problemas era ¨¦l el que tranquilizaba a los dem¨¢s¡±. Como su amigo Valentino Rossi, dice, se rodeaba de gente alegre. ¡°Era la fotocopia de Valentino. No le gustaba la gente que no sonre¨ªa. Siempre estaban dispuestos para el p¨²blico. Y ten¨ªan una forma muy parecida de pilotar, llevaban la moto como si fueran en bici¡±.
Esto no es un trabajo, es una pasi¨®n. No fichamos cada ma?ana
El adi¨®s de Simoncelli visti¨® el paddock de luto. Hasta mediados de julio se han paseado por los circuitos las motos pintadas de negro del equipo de Fausto Gresini, para el que corr¨ªa Simoncelli. Y cada fin de semana de carreras uno no da un paso sin ver en una camiseta, en un cami¨®n, una moto, un mono o una mochila ese 58 que luc¨ªa en la c¨²pula de su Honda o el nombre de SuperSic, por el que se le conoc¨ªa en el mundillo. Se echa de menos su gracia en la pista. ¡°Marco te atrapaba¡±, rememora Pernat. Qued¨® desamparado el motociclismo, pero m¨¢s su familia. De ah¨ª naci¨® la idea, entre otros de Pernat, de fundar una instituci¨®n con su nombre, que sus padres rechazaron inicialmente. Hoy, la Fundaci¨®n Marco Simoncelli, adem¨¢s de mantener ocupada a la familia ¡ªel padre pasa los d¨ªas trabajando en la sede en Riccione, donde est¨¢ montando un museo, y Kate, la que fuera su novia, es la secretaria¡ª ha recaudado en menos de un a?o un mill¨®n de euros.
La primera obra en la que invertir¨¢n es un hospital infantil en Honduras. El dinero recaudado ¡ªde las ventas del merchandising del piloto y de actividades como la subasta, en septiembre, de una Honda CBR1000RR edici¨®n especial en honor al piloto¡ª solo se destina a proyectos como estos. ¡°Lo que m¨¢s me sorprende es que llegan todos los d¨ªas millares de cartas, sobre todo de ni?os, para Marco. Los ni?os le adoraban¡±.
Le preced¨ªa la fama de piloto agresivo e irreverente, pero hab¨ªa cambiado, y su final fue pura mala suerte. De vuelta a los circuitos, sus colegas, sus rivales, han pensado m¨¢s de lo habitual desde que Simoncelli muriera atropellado en plena carrera. ¡°Creo que a Stoner la muerte de Marco le ha empujado a tomar la decisi¨®n de marcharse¡±, opina este trotamundos italiano. ¡°Valentino necesit¨® tres meses para superarlo, fue su moto la que le embisti¨®. Un piloto no puede convivir con el miedo. Y lo super¨® alej¨¢ndose, no iba a su casa, no llamaba a sus padres. Creo que ha podido superarlo, aunque sigue pensando mucho en Marco. Eran muy amigos¡±. Andrea Dovizioso reaccion¨® del modo contrario: llamaba mucho a sus padres, les visitaba. ¡°Siempre fueron rivales, desde peque?os. Pero nunca fueron enemigos¡±, cuenta Pernat. Todos han vuelto a competir. ¡°Esto no es un trabajo, es una pasi¨®n. Aqu¨ª no fichamos cada ma?ana¡±.
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