Tres de tres en el tatami

Los taekwondistas espa?oles no celebraron las dos primeras medallas ganadas en Londres. En parte porque llegaron de madrugada a la Villa Ol¨ªmpica, pero tambi¨¦n porque quer¨ªan esperar a Nicol¨¢s Garc¨ªa, el tercer luchador ol¨ªmpico, el mismo que oblig¨® a Joel Gonz¨¢lez a entrar de puntillas en su habitaci¨®n esa noche del mi¨¦rcoles para no despertarle, para respetar el descanso del atleta, del amigo, que a¨²n deb¨ªa competir. La espera mereci¨® la pena, pensar¨¢ el taekwondo espa?ol. Garc¨ªa estar¨¢ todav¨ªa algo disgustado porque perdi¨® la final, con el argentino Crismanich, pero sus compa?eros, el oro y la plata, Joel Gonz¨¢lez y Brigitte Yag¨¹e, lo celebraron en la grada con una pancarta improvisada en una toalla: ¡°3X3=TKD. ?Te lo dije!¡±.

Nicol¨¢s Garc¨ªa compite en la categor¨ªa de -80 kilos, la m¨¢s competida de todas las del taekwondo ol¨ªmpico. Dicen en la federaci¨®n espa?ola que una decena de los 16 participantes podr¨ªan ser campeones. El espa?ol empez¨® dando cuenta del campe¨®n del mundo, el iran¨ª Karami, se deshizo luego del de Europa, Muhammad, ingl¨¦s para m¨¢s se?as, y se plant¨® en semifinales, en ese combate en el que en los seis minutos reglamentarios los taekwondistas se lo juegan todo, la gloria de luchar por el oro o el calvario de pelear por el bronce. Enfrente, el italiano Sarmiento, plata hace cuatro a?os en Pek¨ªn. Igualados a 1 punto, el espa?ol decidi¨® jug¨¢rselo todo a tres segundos del final. Acert¨®. ¡°Lo que ha decidido ha sido la cabeza¡±, explic¨® luego; ¡°he pensado, este t¨ªo est¨¢ reventado. No pudo jug¨¢rmelo al punto de oro . Es mejor arriesgarse¡±.

Con 15 a?os sal¨ªa a escondidas de casa para entrenarse a las seis de la ma?ana

Sus entrenadores aseguran que es precisamente en el planteamiento de los combates, en c¨®mo los lee, de una forma m¨¢s madura y menos agresiva, en lo que m¨¢s ha mejorado el canario en los ¨²ltimos a?os. En ese progreso ha tenido una importancia fundamental Pablo del R¨ªo, uno de los psic¨®logos de la Blume, con el que se intercambia mensajes en plena competici¨®n y que le ha ense?ado a controlar los nervios que antes le atenazaban en competici¨®n, a centrarse en el aqu¨ª y ahora y olvidarse de todo lo dem¨¢s. ¡°El trabajo con Pablo ha salido¡±, dijo despu¨¦s de la semifinal.

La capacidad competitiva se le presume tambi¨¦n. Tan concentrado estaba en el preol¨ªmpico de Kaz¨¢n donde gan¨® la plaza para Londres que no se dio cuenta de que se hab¨ªa roto un pie hasta que termin¨® la competici¨®n. ¡°Si tiene un defecto es que siempre que sale a competir tiene un comportamiento tan agresivo que acaba con dolores de rodilla o de cualquier otra cosa¡±, dice Joel Gonz¨¢lez, su compa?ero de habitaci¨®n en Londres.

El d¨ªa que Joel gan¨® su oro incluso se asustaron un poco: ¡°Estaba entren¨¢ndose y se qued¨® clavado por un dolor de espalda¡±. Ayer ni se acordaba, pero sali¨® pregunt¨¢ndose el alcance del dolor que ten¨ªa en una rodilla.

A la final sali¨® como siempre, dando cuatro saltos que le ayudan a concentrarse y a subir la adrenalina. El espa?ol no logr¨® puntuar en ninguno de los tres asaltos y al argentino, rapid¨ªsimo e impulsivo, le bast¨® el ¨²nico punto logrado por una patada en el pecho a 23 segundos del final. Garc¨ªa busc¨® a la desesperada la igualada, pero no lo consigui¨®. ¡°No estoy decepcionado porque la estrategia era buena. He logrado frenarle casi hasta el final¡±, analiz¨® despu¨¦s, con la medalla todav¨ªa al cuello.

El proyecto que la federaci¨®n espa?ola empez¨® hace siete a?os empieza a dar frutos

Garc¨ªa empez¨® en el taekwondo a los cuatro a?os, cuando sus padres le apuntaron a ¨¦l y a su gemelo Hugo a clases en un gimnasio cercano a su casa de Las Palmas porque los ni?os no paraban. Su hermano mayor ya practicaba este deporte de combate. Tanto creci¨® su afici¨®n que, cuando ten¨ªa 15 a?os, sal¨ªa a escondidas de casa para entrenarse a las seis de la ma?ana. Dos a?os despu¨¦s ya era campe¨®n de Europa j¨²nior y fue becado en la Blume de Madrid, donde tambi¨¦n viven y se entrenan su gemelo, frenado por una lesi¨®n, y su otro hermano. All¨ª conoci¨® a su novia, Lidia Redondo, gimnasta del conjunto de r¨ªtmica que ayer se clasific¨® para la final. Fue subcampe¨®n del mundo el a?o pasado y campe¨®n de Europa este mismo a?o. Y, entre patada y patada, y a pesar de los viajes, de las concentraciones, y de la dedicaci¨®n que exige el deporte de ¨¦lite, Garc¨ªa, que tiene 24 a?os, se despidi¨® del instituto con matr¨ªcula de honor y empez¨® a estudiar Arquitectura. Est¨¢ en tercero. ¡°Mis padres siempre me dijeron que lo primero eran los estudios y que si no cumpl¨ªa en clase, volv¨ªa a casa¡±, explic¨®. ?Y c¨®mo lo hace un deportista de ¨¦lite?, le preguntaron. ¡°Con paciencia y poco a poco. Lo que intento es sacar al menos una asignatura por cuatrimestre¡±, contest¨® el subcampe¨®n.

Su medalla, jaleada en el ExCeL de Londres por toda su familia y varias decenas de aficionados espa?oles, es un bonito lazo para la actuaci¨®n del taekwondo espa?ol, que se despide de Londres con un pleno de medallas. Joel Gonz¨¢lez se colg¨® el oro y Brigitte Yag¨¹e, otra plata el mi¨¦rcoles. Sus ¨¦xitos, como el de Nicol¨¢s Garc¨ªa, son tambi¨¦n el reconocimiento de que el proyecto que la federaci¨®n inici¨® hace siete a?os empieza a dar frutos. En Espa?a hay 200.000 practicantes de este deporte de combate espectacular y explosivo. Hasta estos Juegos solo contaba con una medalla ol¨ªmpica, la plata de Gabriel Esparza, en Sidney 2000. Esparza es el preparador f¨ªsico de este equipo, que ya tiene tres medallas m¨¢s y que, a falta de un d¨ªa de competici¨®n, encabeza el medallero del taekwondo ol¨ªmpico. Ya lo pueden celebrar.