El Madrid no puede con Barrada
El conjunto blanco, muy repetitivo, se adelanta, pero luego ceden terreno y posesi¨®n y acaba doblando la rodilla ante el empuje del Getafe
El Madrid se top¨® con un joven marroqu¨ª, nacido en Francia, de 23 a?os, de nombre Abdelaziz Barrada, que, con una mezcla de habilidad y atrevimiento, acab¨® por llevarlo a la ruina en su visita a Getafe. No le bast¨® con ponerse por delante en el marcador en la primera parte. Al contrario, dio la impresi¨®n de que el gol de Higua¨ªn provoc¨® m¨¢s confusi¨®n en su propio equipo que en el contrario. El 0-1 estimul¨® al Madrid a replegarse para especular y el Getafe, con m¨¢s espacio, con m¨¢s bal¨®n, comenz¨® a horadar la defensa visitante hasta provocar uno, dos agujeros, y un l¨ªo monumental. Los cambios de Mourinho no contribuyeron a reducir los da?os en los visitantes.
GETAFE, 2-REAL MADRID, 1
Getafe: Moy¨¢; Valera, Alexis, Abraham (Lopo, m. 50), Miguel Torres; M¨ªchel, Xavi Torres; Diego Castro, Barrada (Lacen, m.85), Lafita; y Miku (Colunga, m. 70). No utilizados: Codina; Sarabia, Gavil¨¢n y Man¨¦.
Real Madrid: Iker Casillas; Arbeloa, Albiol, Sergio Ramos, Marcelo (Callej¨®n, m. 74); Lass (Benzema, m.59), Xabi Alonso, Di Mar¨ªa (Morata, m. 79); ?zil, Cristiano e Higua¨ªn. No utilizados: Ad¨¢n; Khedira, Coentr?o y Varane.
Goles: 0-1. M. 27. Higua¨ªn. 1-1. M. 53. Valera. 2-1. M. 75. Barrada.
?rbitro: P¨¦rez Lasa. Amonest¨® a Xavi Torres, M¨ªchel y Albiol. Expuls¨® a Coentr?o, que estaba en el banquillo, por protestar (m. 90).
Unos 8.000 espectadores en el Coliseum.
Los primeros tanteos mostraron a un Getafe revoltoso que se ampar¨® en su medio campo para amenazar la porter¨ªa de Casillas. No tard¨® en destacar Barrada, capaz de aguantar la pelota y crear situaciones que dejaron al Madrid expuesto al remate. Diego Castro y Miku no sacaron provecho de sus llegadas y Casillas no tuvo que mover un dedo. Tras un momento de desorientaci¨®n, el Madrid ajust¨® posiciones. Sucedi¨® lo de siempre. Alonso y Ramos adelantaron la presi¨®n y el equipo ocup¨® el campo contrario con la colaboraci¨®n de Marcelo, que se sum¨® como un volante m¨¢s para armar y para desequilibrar. La variedad de recursos del brasile?o, eslab¨®n entre Alonso y los atacantes, acab¨® por abrir las l¨ªneas del Getafe, indeciso, dubitativo a la hora de apretar. El dominio del centro del campo recay¨® pronto en los visitantes. ?zil, habilitado desde la izquierda por Cristiano, se qued¨® frente a la l¨ªnea de gol a los diez minutos de acci¨®n. Estrell¨® el bal¨®n en el larguero.
El Madrid presionaba y pasaba al ataque repentinamente. Por la v¨ªa recta. Si pod¨ªa resumir la elaboraci¨®n a un solo pase largo, mejor. Ramos, Alonso, Marcelo y Di Mar¨ªa (cuando no se la jugaba ¨¦l solo) buscaron y encontraron sistem¨¢ticamente a Higua¨ªn. A Cristiano le encontraron menos porque en el campo se ve lo que se mueve y el goleador portugu¨¦s atraviesa una ¨¦poca m¨¢s cadenciosa. Fue as¨ª, en una de estas arremetidas del Madrid en campo contrario, como lleg¨® el gol. El Getafe perdi¨® el bal¨®n frente a su ¨¢rea y Di Mar¨ªa engatill¨® el pase sin demora, perpendicular a la porter¨ªa, sincronizando un desmarque de Higua¨ªn entre los centrales. Abraham le meti¨® el cuerpo, pero rebot¨®. Moy¨¢ le sali¨® y cay¨® vencido por el regate. El argentino enganch¨® con la derecha y, cuando encontr¨® v¨ªa libre, defini¨® con la zurda.
En este Madrid todo es repetitivo, para lo bueno y para lo malo. Fiel al particular manual de su entrenador, tras el 0-1 el equipo dio cuatro pasos atr¨¢s para gestionar la ventaja cediendo terreno y posesi¨®n. Como viene haciendo desde hace dos a?os. Como sucedi¨® hace una semana ante el Valencia. Por segunda vez en una semana, el repliegue no aument¨® la protecci¨®n de Casillas sino que descomprimi¨® al Getafe. Fue al regreso del descanso cuando Barrada lanz¨® una falta lateral con toque de especialista. De derecha a izquierda, como Tino Costa en el Bernab¨¦u. El bal¨®n viaj¨® con comba y Valera se impuso a Alonso en el salto antes de ajustar el cabezazo al ¨¢ngulo inferior derecho de la porter¨ªa de Casillas. Fue el primer remate entre los tres palos del Getafe. Fue adentro.
El marroqu¨ª lanz¨® la falta del empate con toque de especialista y marc¨® el segundo
El empate provoc¨® lo que en Mourinho ya es un cambio de rigor: medio centro defensivo por delantero centro. Lass por Benzema. Exactamente igual que contra el Valencia. Con exactos resultados. La tendencia de Benzema a ir hacia arriba, hacia su zona natural, parti¨® al Madrid por la mitad. Obligado a cubrir el doble de espacio, Alonso no daba abasto y la defensa perd¨ªa cohesi¨®n. La armon¨ªa defensiva se convirti¨® en fatiga ante cualquier pase en profundidad. Como ese bal¨®n largo de Michel a Colunga, que corri¨® por el costado izquierdo, se fue de Albiol, y centr¨® para Barrada. El marroqu¨ª fusil¨® a Casillas con soltura. Casi con displicencia. Y en el banquillo, Mourinho reaccion¨® echando m¨¢s le?a al fuego. Quit¨® a Di Mar¨ªa y puso al canterano Morata. Sac¨® a Marcelo y meti¨® a Callej¨®n. Despobl¨® su centro del campo un poco m¨¢s y amonton¨® a todos sus puntas en el ¨¢rea contraria.
Higua¨ªn y Cristiano ejercieron de arietes y Benzema de media punta, con Morata y Callej¨®n abiertos en los extremos. A varios kil¨®metros por detr¨¢s batallaron Alonso y sus defensas por acercar un bal¨®n a la zona caliente. El Madrid se abri¨® hasta perder el control del partido por completo. Siguieron quince minutos de agon¨ªa e impotencia. Al final, hasta Casillas acab¨® subiendo para colgar balones a la olla. De pronto, la noche tranquila se hab¨ªa convertido en una noche irremediable. El campe¨®n estaba condenado. Sorprendido por Barrada, un chico al que no le impresiona lo que ve.
Decisiva fragilidad defensiva
Tres partidos oficiales lleva disputados esta temporada el Real Madrid y en los tres ha recibido goles (seis) con consecuencias definitivas. No han sido tantos insignificantes, sino que han tenido repercusi¨®n competitiva.
El gol del Valencia ya le hizo perder al campe¨®n de la Liga el primer punto en casa y los dos del Getafe le han supuesto que el Barcelona le saque cinco puntos en tan solo dos jornadas. Hasta ayer, el Madrid llevaba 13 partidos de la Liga sin encajar m¨¢s de un gol por encuentro. Pero el bal¨®n parado le ha hecho mucho da?o en este inicio de curso: dos tantos se han dado tras sendas faltas ejecutadas desde posiciones parecidas, la banda derecha y a unos cinco metros en diagonal del ¨¢rea. En el Bernab¨¦u, Jonas se aprovech¨® de la falta de entendimiento entre Casillas y Pepe y ayer Valera se anticip¨® a Xabi Alonso para conectar un gran cabezazo picado. El segundo gol del Getafe fue un agujero por el medio que aprovech¨® Barrada.
Dos de los tres tantos que encaj¨® en el Camp Nou en la ida de la Supercopa, que obligan a los blancos a remontar este mi¨¦rcoles, tambi¨¦n llegaron en jugadas por el centro que buscaron la espalda de los defensores. La rapidez con la que el Bar?a igual¨® el marcador tras el tanto de Cristiano disgust¨® a Jos¨¦ Mourinho, que pidi¨® m¨¢s concentraci¨®n.
Esta novedosa fragilidad defensiva que ha ense?ado el Madrid tiene a su entrenador preocupado. Ha detectado que la seguridad de la que hizo gala su equipo a lo largo de la temporada anterior no ha aparecido en lo que va de esta.
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