Falcao encumbra a un grandioso Atl¨¦tico
El delantero revienta al Chelsea con un triplete y da al conjunto rojiblanco su cuarto t¨ªtulo europeo en dos a?os
Le vino grande al Chelsea Radamel Falcao, delantero que a mayor dificultad mejor responde. Le van las grandes citas, protagonista principal en las dos Ligas Europa que atesora, una con el Oporto y otra con el Atl¨¦tico. No le importa el duelo ni el rival, sino su inspiraci¨®n, su gazuza para descascarillar a los rivales, su punter¨ªa. Y le sobra de todo. Tanto que se las ingeni¨® para afilar el juego vertical de sus compa?eros, desligar su zurda y marcar tres goles, tres rugidos y una Supercopa de r¨¦cord porque nunca antes un equipo hab¨ªa firmado cuatro goles en dicho partido. Gloria del Atl¨¦tico; sonrojo del Chelsea.
CHELSEA, 1 - ATL?TICO, 4
Chelsea: Cech; Ivanovic, Cahill, D. Luiz, A. Cole (Bertrand, m. 87); Ramires (Oscar, m. 46), O. Mikel; Lampard, Hazard, Mata (Sturridge, m. 82); y Fernando Torres. No utilizados: Turnbull; Oriol Romeu, Meireles; y Moses.
Atl¨¦tico: Courtois; Juanfran, Miranda, God¨ªn, Filipe Luis; Gabi, M. Su¨¢rez; Arda, Koke (Ra¨²l Garc¨ªa, m. 81), Adri¨¢n (C. Rodr¨ªguez, m. 56); y Falcao (Emre, m. 87). No utilizados: Asenjo; Silvio, Cata D¨ªaz; y Diego Costa.
Goles: 0-1. M. 6. Falcao. 0-2. M. 19. Falcao. 0-3. M. 45. Falcao. 0-4. M. 60. Miranda. 1-4. M. 74. Cahill
?rbitro: Damir Skomina (Eslovenia). Amonest¨® a Ivanovic.
16.000 espectadores en el Estadio Luis II.
Al contrario que en otras muchas ocasiones, el Atl¨¦tico decidi¨® no presionar arriba, preocupado por negar la red de suministros a Fernando Torres, ponerle freno a los engarces Hazard y Mata, adem¨¢s de vigilar las incursiones de Cole. Pretend¨ªa el equipo de Simeone que el contrario no se acelerase, m¨¢s peligroso en las idas y venidas, en los partidos fren¨¦ticos. Por lo que recul¨® el Atl¨¦tico hasta la medular, argucia que consist¨ªa en dar carrete a unos zagueros rivales con serios problemas para darle una salida limpia al bal¨®n, desnortados porque apenas encontraron agujeros para conectar con la pr¨®xima l¨ªnea. Corr¨ªan Lampard y Mikel sin recibir, se ofrec¨ªa Hazard sin ¨¦xito porque Mario le tiraba permanentemente el aliento en la nuca, y se presentaba como ¨²nico candidato para tejer f¨²tbol Mata, que se movi¨® por todo el frente del ataque pero que no sali¨® airoso de sus envites.
Fue un ejercicio defensivo tan intenso, tan eficaz, que desmadej¨® a los blues, sin argumentos ni juego, obcecados en llegar al ¨¢rea rival mediante el pase raso ¡ªas¨ª lo ratific¨® Di Matteo al poner a ?scar en el segundo acto¡ª y no con balones directos. Justo lo que le encumbr¨® en el curso pasado, lo que le dio el t¨ªtulo de la Champions, validado tambi¨¦n por un cerrojo imposible para cuantos adversarios le salieron al paso. Pero mezclar en campo adversario fue un elogio est¨¦ril para el f¨²tbol; una pretensi¨®n a la que Falcao le extendi¨® la cuenta, con tres goles y todo un recital.
La indefinici¨®n blue, en cualquier caso, agrand¨® al Atl¨¦tico, hasta el punto de que cada ataque pareci¨® el ¨²ltimo, con esfuerzos tit¨¢nicos de los medios para acompa?ar la jugada y remates definitivos de Falcao para resolver los entuertos. Remitido al contragolpe, aunque no le hizo ascos al bal¨®n en cuanto pudo, el equipo rojiblanco se expres¨® con un f¨²tbol directo incontestable, con una voracidad inmune al desaliento, con unas bandas punzantes y un delantero universal. Resulta que el Tigre, que ya le hizo un triplete al Athletic en el duelo previo, no perdona. Con Koke m¨¢s presente que nunca, puesto que quer¨ªa el bal¨®n para darle forma a las jugadas, se inici¨® un ataque que Filipe prolong¨® en la l¨ªnea de fondo con un centro al segundo palo, donde lleg¨® Falcao, que se tir¨® con todo para cazar al bal¨®n, escupido despu¨¦s por el larguero. No se rindi¨® el ariete y a la siguiente jugada se llev¨® el premio. Fue Adri¨¢n el que le ley¨® el desmarque y le regal¨® un pase en profundidad, en tierra de nadie porque Cech, conforme con tener el larguero como techo, no sali¨® del ¨¢rea. Y Falcao, que penaliza a la m¨¢s m¨ªnima, le insinu¨® con la cintura lo contrario que hicieron los pies, por lo que pic¨® el cuero con la zurda para cruzar el bal¨®n y estamparlo en el poste antes de que reposara en la red.
Al colombiano no le importa el duelo ni el rival, sino su hambre, su punter¨ªa
Sin respuesta del Chelsea, que en la Supercopa perdi¨® la velocidad y los piropos, el Atl¨¦tico insisti¨® con ¨¦xito en su t¨¢ctica. Fue en otra contra cuando le dieron el bal¨®n al Tigre en el ¨¢rea grande. Y, en un calco de lo que ocurriera en la final de la Liga Europa, el ariete se revolvi¨® y envi¨® con la zurda el cuero teledirigido a la escuadra. Otra obra para el museo, el segundo gol de la noche. Poco, sin embargo, para su avidez, reflejada antes de alcanzar el entreacto. Arda recorri¨® la banda tras un c¨®rner rival y le dio un caramelo a Falcao en el palo opuesto. Chut, gol y Falcao. Demasiado. Cuarto t¨ªtulo europeo rojiblanco en dos a?os.
Palmar¨¦s internacional del Atl¨¦tico
- 1 Copa Intercontinental 1973-1974
- 2 Supercopa de Europa 2010-2011 y 2012-2013
- 1 Recopa de Europa 1961-1962
- 2 Liga Europa 2009-2010 y 2011-2012
Decidido el vencedor, el Chelsea no se destens¨®, quiz¨¢ porque entendi¨® que la goleada de la hinchada rival y del propio Atl¨¦tico era excesiva. Por lo que a falta de toque y huecos, tir¨® de un saque de esquina para que Cahill recogiera un rechazo e hiciera diana. Poca cosa para este Atl¨¦tico, que antes ya le hab¨ªa puesto la guinda al duelo con otra red, tambi¨¦n en una jugada de estrategia, tambi¨¦n tras un barullo resuelto por Mario y definido por Miranda. Fue un triunfo del Atl¨¦tico, que logra su segunda Supercopa tras la ganada al Inter hace dos cursos, y fue, sobre todo, la noche de una bestia del f¨²tbol, de Falcao.
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