Purito tambi¨¦n soporta la tortura del Cuitu Negru

Fue un final terrible para una etapa tremenda y el Cuitu Negru, ese dur¨ªsimo a?adido al puerto de Pajares, desvel¨® el secreto: el m¨¢s fuerte es Joaquim Rodr¨ªguez. Ya solo queda la Bola del Mundo para que alguien, quiz¨¢ Contador, lo cuestione. En una pista estrecha, apenas metro y medio para bandear la bicicleta de uno a otro lado, la Vuelta nomin¨® a Purito Rodr¨ªguez a la victoria final y coron¨® por un d¨ªa a Dario Cataldo, que entr¨® boqueando, sin fuerza para celebrar la etapa. Casi parados, el rostro desencajado, a punto de perder el equilibrio porque una pared no se escala a toda velocidad, Purito y Contador se batieron con grandeza y gan¨® otra vez el catal¨¢n, que a cada etapa resiste las picaduras del madrile?o, que apenas le provocan escozor. Hoy, como ayer en Lagos de Covadonga, Purito a?adi¨® seis segundos a un bot¨ªn que incluso crece.

Fue un final terrible porque despu¨¦s de 164 kil¨®metros lleg¨® Pajares, 16 kil¨®metros de primera categor¨ªa. Todos lo esperaban y se respiraba el aire denso que precede a la gran batalla. As¨ª que llegado Pajares, Saxo Bank, el equipo de Contador, tom¨® el relevo de Euskaltel a la cabeza del pelot¨®n porque la cuesti¨®n era ya otra. No era la etapa, sino la Vuelta lo que se jugaba. As¨ª que cambiaron los maillots, pero no el ritmo, dur¨ªsimo, casi demencial, en las primeras rampas sostenidas del puerto. Dani Navarro tir¨® y tir¨® hasta reventar a Froome, que hizo la goma y dio s¨ªntomas de debilidad ya a 12 kil¨®metros de la meta. Mala cosa, cuando los otros favoritos huelen sangre.

Resulta que a Pajares los organizadores le sumaron otros 3.200 metros de rampas, con una inclinaci¨®n media del 12% y pendientes m¨¢ximas de hasta el 24%. 19,4 kil¨®metros de ascensi¨®n ininterrumpida y el puerto de primera, que se convierte en uno de categor¨ªa especial. As¨ª que Contador empez¨® pronto a probar a Purito, como ayer, como durante toda la Vuelta: uno, dos, tres, cuatro ataques. Y nada. No hab¨ªa manera, el catal¨¢n pegado a su rueda como una lapa, como su mosca particular. Entre ataque y ataque, se tomaban una pausa en la batalla, y la pausa daba aire a Froome y espacio para amagar a Valverde, a quien Contador y Purito dejaban hacer, porque los dos creen saber que la Vuelta est¨¢ entre ellos.

Sobre las rampas m¨¢s duras, del 24%, una pared, prob¨® Contador, y obtuvo id¨¦ntico resultado que en toda la Vuelta: ninguno. No ser¨¢ porque no lo ha intentado. Pero Purito siempre ha aguantado sereno cada ataque y cada golpe de ri?¨®n. Contador ha propuesto a cada ocasi¨®n ataques similares: violentos, directos, secos. Lo que no ha intentado, quiz¨¢ por falta de rodaje, quiz¨¢ porque no es su manera, es mantener un ritmo constante, descolgar a Purito con otro estilo, el de la gota malaya, el ataque continuado. El caso es que a cada reto de Contador, Joaquim Rodr¨ªguez ha respondido con grandeza, como un tit¨¢n impasible. Hoy, en las rampas de la tortura, en la pared del Cuitu Negru, lo ha vuelto a hacer.

Sobre las rampas m¨¢s duras, del 24%, prob¨® Contador, y obtuvo id¨¦ntico resultado que en toda la Vuelta: ninguno

Antes, fue una etapa tremenda, porque antes de escalar una pared el pelot¨®n ya hab¨ªa subido (y bajado) el Alto de la Cabru?ana (puerto de tercera categor¨ªa), el Puerto de San Lorenzo (primera) y el Alto de la Cobertoria (primera). Mucha tralla, m¨¢s a¨²n porque Euskaltel andaba decidido a echar abajo la escapada del belga Thomas de Gendt (Vacansoleil) y del italiano Dario Cataldo (Omega), que hab¨ªan iniciado en la bajada del primer puerto de la jornada. Los dos acumularon hasta 15 minutos de ventaja, as¨ª que para acabar con la aventura hab¨ªa que dejarse las piernas y el alma, y a ello se puso el equipo Euskaltel, arrastrando a todo aquel que quisiera seguir en el pelot¨®n a ese ritmo infernal.

A Purito Rodr¨ªguez, l¨ªder de la general, le costaba aparentemente digerir tanto l¨¢tigo. Tanto, que remoloneaba y rezongaba en la cola del grupo. Tanto, que se vio a Contador descolgarse a mirarle a los ojos y a preguntarle con la mirada si era verdad, si era cierto, que iba mal y que sufr¨ªa sobre el sill¨ªn. Hasta que llegaron al pie del puerto de Pajares y la pared del Cuitu Negru. All¨ª, Purito demostr¨® que todo era una comedia. Fue la gran escena final de un ep¨ªlogo que, m¨¢s que un ep¨ªlogo, fue una tortura.

1? etapa: Castroviejo, oreja y rabo

2? etapa: El chupinazo alem¨¢n

3? etapa: El contador se pone en marcha

4? etapa: Un abanico tormentoso

5? etapa: El indomable Degenkolb

6? etapa: Froome le tira el guante a Contador

7? etapa: Degenkolb, coleccionista de v¨ªctimas

8? etapa: Supers¨®nico Valverde

9? etapa: Purito asalta Montju?c

10? etapa: Pensando en el tictac

11? etapa: Una contrarreloj muy electoral

12? etapa: Dos reyes en la cuesta del martirio

13? etapa: Golpe de Estado a la dictadura

14? etapa: Purito, la mosca de Contador

15? etapa: Entre puros y piedras