Petrod¨®lares en el pabell¨®n
El PSG, como en su hom¨®logo de f¨²tbol, ha creado un equipo repleto de grandes jugadores a base de talonario
Creci¨® en Granollers, cuna del balonmano espa?ol; jug¨® la temporada pasada en Le¨®n, ciudad que disfruta de este deporte como pocas, pero lo que est¨¢ viviendo Antonio Garc¨ªa desde su llegada a Par¨ªs hace dos meses supera cualquier expectativa. La culpa, b¨¢sicamente, la tienen los petrod¨®lares de Nasser Al-Khela?fi, due?o del PSG y de la cadena Al Jazeera, que despu¨¦s de reflotar al equipo de f¨²tbol a base de reventar el mercado, ha hecho lo mismo con el balonmano, levantado de la nada un s¨²per equipo con figuras como los franceses Dinart, Abalo, Honrubia; el island¨¦s Gunnarsson, el propio Garc¨ªa o la guinda del dan¨¦s Mikkel Hansen, acaso el mejor jugador del mundo el pasado a?o.
El runr¨²n de que Al-Khela?fi, de la mano del fondo de inversi¨®n Qatar Investments Authority (QIA), quer¨ªa desembarcar en la Liga francesa cobr¨® intensidad al final de la temporada pasada y se fragu¨® despu¨¦s de que el Paris Handball, un equipo sin demasiado relumbr¨®n, se salvase en el ¨²ltimo suspiro, gracias, por cierto, a un penalti en otro encuentro a falta de 15 segundos. A partir de esta carambola, la m¨¢quina expendedora de Al-Khela?fi se puso a funcionar: no solo se hizo con el club parisiense, que bordeaba la quiebra, por unos 60.000 euros; para esta temporada cuenta con el presupuesto m¨¢s alto de la Liga francesa, la envidia de los grandes clubes europeos: m¨¢s de nueve millones de euros, de los cuales casi cuatro son para pagar las fichas de los jugadores que han aterrizado en Par¨ªs.
Los jeques catar¨ªes quieren aprovechar el tir¨®n de una Liga en continuo crecimiento
Un equipo de alta alcurnia que dirigen, en realidad, dos personas: el exportero Bruno Martini, que hace las veces de director deportivo y nexo con el club de f¨²tbol, y su secretaria. ¡°A¨²n falta crear una estructura de club, pero es norma, se necesita tiempo¡±, concede Garc¨ªa, consciente de las altas expectativas que se han generado en torno a un equipo al que se le exige alg¨²n t¨ªtulo nacional y la clasificaci¨®n para la Liga de Campeones el pr¨®ximo a?o.
El objetivo de Nasser Al-Khela?fi es claro. Beneficiarse de una Liga que ve c¨®mo aumentan sus ingresos temporada tras temporada. Aprovechando el tir¨®n de su selecci¨®n (bicampeona del mundo y ol¨ªmpica), la competici¨®n ha conseguido con los a?os reunir a las principales estrellas francesas en torno a unos equipos que han incrementado su presupuesto un 30% esta campa?a, en buena parte, eso s¨ª, por culpa del PSG.
Un torneo que quiere mirar de cara a cara a la poderosa Bundesliga y que ha pasado por la derecha a la Liga Asobal, cuyos equipos han sido incapaces de competir con la solidez econ¨®mica que garantizan los clubes franceses, y que han visto c¨®mo muchos buenos jugadores han cruzado la frontera: adem¨¢s de Garc¨ªa, el Paris Saint Germain cuenta en sus filas con el guardameta Jos¨¦ Manuel Sierra; el campe¨®n, el Montpellier, con Cristian Malmagro; el Nantes habla espa?ol gracias a la presencia de Borja Fern¨¢ndez, Valero Rivera Folch, Jorge Maqueda y Alberto Entrerr¨ªos... Todos ellos han arrancado este fin de semana la temporada con una victoria, como era previsible. La gran diferencia la ha puesto el PSG. El a?o pasado, el equipo perd¨ªa su ¨²ltimo partido de Liga por 13 puntos. El pasado s¨¢bado se impuso por nueve. Los petrod¨®lares han entrado tambi¨¦n en el pabell¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.