El Bar?a gana con suspense
En una noche extra?a, el equipo azulgrana se impone al Spartak (3-2) despu¨¦s de remontar con dos goles de Messi el 1-2 conseguido por Romulo
El Bar?a se llev¨® por las bravas lo que no pudo lograr tirando de su particular librillo. Anestesiado primero por el planteamiento defensivo de Unai Emery, que tantos dolores de cabeza provoca cada vez que pasa por la ciudad condal, y aturdido despu¨¦s por dos bofetadas de las que ponen la cara colorada, el equipo azulgrana super¨® una tortura psicol¨®gica, porque el dominio de jerarca que pareci¨® ejercer durante el partido se vio mal correspondido por el marcador hasta el minuto 80. De nada sirvi¨® el toque durante tres cuartas partes del encuentro, y en cada llegada, en cambio, el Spartak cant¨® gol. As¨ª que Vilanova alter¨® el plan, y sobre un dibujo menos convencional, el equipo encontr¨® el gol.
De Tito Vilanova ya se sabe que, al menos de momento, apuesta por la ortodoxia. Hoy, el equipo sali¨® con su pinta m¨¢s reconocible, teniendo en cuenta que Puyol, Alba e Iniesta deben guardar reposo, y Villa sigue su plan de rodaje. Cuatro defensas, el centro del campo cl¨¢sico, con Cesc por Iniesta, dos extremos bien abiertos y Messi. La fatalidad, sin embargo, no entiende de planes, y Piqu¨¦, como ante el Chelsea, cay¨® en combate con una contusi¨®n en el pie izquierdo, y fue sustituido por Song. Esta vez, en campo enemigo, en un intento forzado de remate.
Barcelona, 3; Spartak, 2
V¨ªctor Vald¨¦s; Alves (Alexis, min.63), Piqu¨¦ (Song, m.12), Mascherano, Adriano; Xavi, Busquets, F¨¤bregas; Pedro, Messi y Tello (Villa, min.74)
Dykan; Kirill Kombarov (Makkev, min.46), Insaurralde, Suchy, Dmitri Kombarov; Kallstrom (Jurado, min.77), Rafael Carioca; McGeady, Romulo, Ari (Dzyuba, min.83); y Emenike.
As¨ª que, sobre su aspecto reconocible y pasados cinco minutos de aturdimiento, el equipo construy¨® un partido muchas veces visto durante los ¨²ltimos a?os. Ese partido pasa por el dominio absoluto del bal¨®n y la presi¨®n asfixiante sobre la salida de bal¨®n del rival. El Spartak, por su parte, se confi¨® a Emenike, un incordio. Al Bar?a le falt¨®, sin embargo, mordiente. Lo tuvo Tello, y fruto de un latigazo suyo desde el v¨¦rtice derecho del ¨¢rea rusa, cruzado y ajustado al palo izquierdo de Dikan, se adelant¨® el Bar?a. El resto, se top¨® con un muro de varias capas y una ¨²ltima de cemento armado, con seis jugadores ante la l¨ªnea del ¨¢rea. Todo un incordio. As¨ª las cosas, le toc¨® pasear la bola, de un lado a otro, y tirar de paciencia ante un rival atrincherado. Esto tambi¨¦n se ha visto mucho en Barcelona. Prob¨® Vilanova a cambiar de banda a Pedro y a Tello, y no funcion¨®. Prob¨® Cesc, casi siempre m¨¢s c¨®modo de llegador que en la base del equipo, a buscar la espalda de los centrales rusos, pero al cabezazo con que remat¨® el pase de Xavi respondi¨® Dikan. Y prob¨® Messi contra todos, y casi siempre se ofusc¨®.
El equipo azulgrana ha ganado muchos encuentros de este tipo los ¨²ltimos a?os. Sin embargo, a veces se enquistan, porque el contrario resiste, o porque caza un tanto en un contragolpe, aprovechando un despiste o, simplemente, que hay mucho campo a espaldas de Busquets. Ayer, el Spartak no tuvo ni que marcar, porque Alves se tropez¨® con la pelota dentro del ¨¢rea peque?a y la emboc¨® en la porter¨ªa de Vald¨¦s. Un centro raso, aparentemente inocuo, le pas¨® entre las piernas a Song, que demostr¨® por qu¨¦ es m¨¢s centrocampista que central, aunque tambi¨¦n se le fichara para ocasiones de emergencia, como la de hoy.
El Bar?a ha vivido tantas veces el partido que a veces parece confiar en que el contrario acabar¨¢ cayendo como fruta madura. A la vuelta del descanso, sin embargo, se encontr¨® con otro sopapo. Tambi¨¦n se ha visto esta situaci¨®n, la ¨²ltima vez, ante el Real Madrid: Messi se encontr¨® con el portero, en un remate a media vuelta, y a partir de ah¨ª todo se dio la vuelta. El Spartak pill¨® a contrapi¨¦ a los azulgrana, volcados en campo contrario, y en un pis pas se pas¨® del posible 2-1 al desconcertante 1-2. Lo marc¨® Romulo, que culmin¨® el contragolpe trenzado entre Ari y McGeady con un quiebro y un disparo cruzado m¨¢s propios de un extremo que de un centrocampista. Toc¨®, entonces, variar el plan de partida, sacrificar un lateral, Alves, por otro delantero, Alexis. Sacar la corneta para ganar a las bravas lo que no se gan¨® desde el manual. Tello se reivindic¨® como el m¨¢s apto para ese plan. Encar¨®, no siempre con ¨¦xito, se ofreci¨®, busc¨® la espalda del lateral y, por lo que probablemente deba ser reivindicado, sent¨® a su defensor sobre la l¨ªnea de cal y sirvi¨® un estupendo pase de la muerte que Messi emboc¨® a gol. A partir de entonces, fue cuesti¨®n de tiempo. Messi puso fin a la espera. Un bajito que remat¨® de cabeza dentro del ¨¢rea peque?a puso el colof¨®n a una noche poco ortodoxa.
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