El Cagliari, sin estadio y sin puntos
La justicia sanciona al club por el llamamiento de su presidente a que los aficionados acudieran al estadio, a¨²n sin terminar
El Cagliari pagar¨¢ con tres puntos la bravata de su presidente, Massimo Cellino, a quien se le ocurri¨® hacer un llamamiento a los aficionados para que acudieran al encuentro que deb¨ªa enfrentar a su equipo con el Roma en el estadio Is Arenas el domingo. El recinto, que ha sido remodelado durante el verano, no ha recibido a¨²n el visto bueno de las autoridades locales para que pueda acudir el p¨²blico, de forma que la llamada del presidente obtuvo dos respuestas: el s¨¢bado se suspendi¨® el partido por motivos de seguridad, y el lunes el juez deportivo de la Liga italiana concedi¨® la victoria al equipo romano porque considera que el Cagliari es responsable directo de la cancelaci¨®n. Un d¨ªa despu¨¦s, Cellino hizo p¨²blico un comunicado en el que anunciaba que se "autosuspend¨ªa" del cargo para "defenderse libremente" de los ataques que, a su juicio, est¨¢ recibiendo.
El Cagliari acus¨® al Roma de "intentar sacar provecho de las desgracias ajenas¡±
La cancelaci¨®n del Cagliari-Roma ha provocado un serial por cap¨ªtulos, y es probable que a¨²n no se haya asistido al ¨²ltimo episodio. La Delegaci¨®n del Gobierno italiano decidi¨® el s¨¢bado por la tarde aplazar el encuentro, sin fijar una fecha para su disputa, a la vista de que el llamamiento de Cellino, hecho desde Miami, pod¨ªa provocar un problema de orden p¨²blico. Sin embargo, el Roma exigi¨® la cancelaci¨®n definitiva y que se le adjudicasen los tres puntos, ampar¨¢ndose en un art¨ªculo del Reglamento que recoge que el equipo responsable de ¡°hechos o situaciones que hayan impedido el normal desarrollo del partido¡± debe ser castigado con la derrota por 0-3.
El dictamen del juez establece que el llamamiento del presidente es una ¡°evidente violaci¨®n¡± de
El Cagliari emiti¨® el lunes por la ma?ana un comunicado en el que acus¨® a Franco Baldini, director general del club giallorrosso de ¡°intentar sacar provecho de las desgracias ajenas¡± y de comportarse como un ¡°buitre¡±. Cellino tambi¨¦n redobl¨® su apuesta, y cit¨® el dopaje, los ¨¢rbitros, los balances de las cuentas de los clubes y la evasi¨®n fiscal para preguntarse si es el Cagliari quien averg¨¹enza al Calcio. Su r¨¦plica no fue suficiente: el dictamen de Gianpaolo Tosel, juez ¨²nico de la Liga italiana, establece que el llamamiento del presidente es una ¡°evidente violaci¨®n¡± de las normas de seguridad y la ¡°causa directa¡± de la suspensi¨®n.
La ¡°desgracia¡± del Cagliari es que no tiene casa propia y reside en alquiler precario. Aunque los primeros planes para construir un nuevo estadio recibieron un impulso con la candidatura italiana a albergar la Eurocopa de 2016 (que finalmente se celebrar¨¢ en Francia), a¨²n no se ha puesto la primera piedra. El Sant¡¯Elia, el estadio de la ciudad, fue construido en 1970, tras el campeonato liguero conseguido esa temporada, pero el club tuvo que abandonarlo precipitadamente a finales del curso pasado, porque no reun¨ªa las condiciones m¨ªnimas de seguridad, de modo que el equipo jug¨® los ¨²ltimos partidos del a?o pasado en Trieste. Cagliari est¨¢ situada en el extremo sur de Cerde?a, la mayor de las islas situadas al oeste de la Pen¨ªnsula It¨¢lica y Trieste est¨¢ al noreste de la pen¨ªnsula, a m¨¢s de 1.000 kil¨®metros. As¨ª que para este a?o y los dos siguientes, el club decidi¨® ahorrarse el viaje y disputar sus partidos en Is Arenas, un peque?o estadio situado en el municipio de Quartu Sant¡¯Elena, un pueblo de unos 70.000 habitantes a las afueras de Cagliari. Durante el verano, el club reform¨® Is Arenas, el peque?o campo en el que deber¨¢ disputar el campeonato durante la temporada que acaba de empezar. No lleg¨® a tiempo al inicio del campeonato, y el equipo disput¨® su segundo partido liguero, ante el Atalanta, a puerta cerrada.
El ¨²ltimo cap¨ªtulo lo ha escrito, de momento, Cellino. Como cerrando el c¨ªrculo que ¨¦l mismo inici¨®, el presidente public¨® el martes un comunicado en el que anunciaba su decisi¨®n de "autosuspenderse", con el fin, asegura, de evitar los perjuicios que su defensa pueda causar al club. La "auto-suspensi¨®n" est¨¢ sujeta a la aprobaci¨®n del Consejo de Administraci¨®n y Cellino la presenta como "un deber para con la sociedad, la ciudad, los aficionados y las instituciones deportivas". Cree el presidente que con esta medida podr¨¢ aclarar los "malentendidos" y paliar la "escasa atenci¨®n y la sensibilidad" hacia los "esfuerzos realizados directamente y sin apoyo, para garantizar el f¨²tbol al m¨¢s alto nivel en Cagliari y Cerde?a".
El s¨¢bado, Cellino intent¨® resolver el problema por las bravas pero solo consigui¨® perder tres puntos. El martes, escribi¨® el ¨²ltimo cap¨ªtulo de un serial del que tambi¨¦n escribi¨® el primero.
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