Adi¨®s a Ballack, el orgulloso ¡°perdedor¡±
El centrocampista alem¨¢n, de 36 a?os, anuncia su retirada del f¨²tbol.- Gan¨® cuatro Bundesligas y una Premier, pero perdi¨® una final de Copa del Mundo, otra de Eurocopa y dos de Liga de Campeones
Michael Ballack (Gorlitz, 1976), el centrocampista del porte elegante y estampa imponente, no jugar¨¢ m¨¢s. El Bayer Leverkusen no renov¨® su contrato, que expir¨® en junio, y aunque en los medios alemanes se especul¨® con un posible retiro dorado en Australia, el jugador ha decidido que ha llegado el momento de colgar las botas. Lo anunci¨® ayer: ¡°Los ¨²ltimos meses sin f¨²tbol me han mostrado que hab¨ªa llegado el momento de parar¡±. Gan¨® t¨ªtulos con el Bayern M¨²nich, con el Chelsea y con el Kaiserlautern, pero la desgracia de Ballack es que muchos recuerden hoy las derrotas, los aspavientos y alg¨²n exabrupto antes que los goles, el despliegue exuberante y su liderazgo. Orgulloso de su trayectoria, dijjo ayer que nunca so?¨® llegar donde lleg¨®, aunque ese lugar a veces quedase a pocos metros de la cumbre.
Cuatro campeonatos de Liga alemana (uno con el Kaiserlautern y tres con el Bayern) y una Premier con el Chelsea; tres copas alemanas y otras tres inglesas; y ning¨²n t¨ªtulo internacional. Es mucho, pero tambi¨¦n es poco si se compara con lo que estuvo cerca de ser: casi fue un Mundial, estuvo a punto de ser una Eurocopa, y por dos veces parec¨ªa la Liga de Campeones. Pero no fue nada de eso: Ballack se despidi¨® con un agradecimiento a su familia y a todos aquellos que lo apoyaron, a los que considera corresponsables de su ¡°¨¦xito¡±, aunque es ya un lugar com¨²n aludir a su naturaleza de ¡°perdedor¡±. A su favor hay que decir que las derrotas se concentran en un a?o nefasto y que su palmar¨¦s internacional es el fiel reflejo de la tierra yerma que ha habitado el f¨²tbol alem¨¢n durante la ¨²ltima d¨¦cada. El ¨²ltimo t¨ªtulo europeo de clubes es la Liga de Campeones lograda por el Bayern en 2001, y la nueva mannschaft cautiva pero no impone como antes: alz¨® su ¨²ltimo t¨ªtulo en la Eurocopa de Inglaterra, en 1996, y el magazine de L¡¯Equipe le incluy¨® hace unas semanas en su n¨²mero especial sobre los bellos perdedores.
Gan¨® cuatro Bundesligas y una Premier, tres copas alemanas y otras tres inglesas, pero ning¨²n t¨ªtulo internacional
La supuesta maldici¨®n de Ballack arranca, precisamente, el a?o posterior al t¨ªtulo del Bayern. Con el Leverkusen, Ballack perdi¨® la Copa alemana frente al Schalke 04; se le escap¨® la Liga alemana en la ¨²ltima jornada; y cay¨® ante el Real Madrid en la final de Liga de Campeones, todo en 2002. Neverkusen, se mofaron algunos. Aquel a?o, Alemania fue subcampeona del Mundo, despu¨¦s de caer ante Brasil en la final, pero Ballack, tarjeteado en las semifinales ante Corea del Sur, no estuvo all¨ª. Incorporado en 2006 al rutilante proyecto de Roman Abramovich en el Chelsea, el resbal¨®n de Terry desde el punto de penalti le dej¨® con la miel en los labios en la final de la Liga de Campeones 2007-2008, y meses despu¨¦s, la cabalgada de Fernando Torres volvi¨® a privarle de un t¨ªtulo con la selecci¨®n alemana.
Ballack no encontr¨® en Londres el bast¨®n de mando con el que gobern¨® el centro del campo del Bayern de M¨²nich y su figura comenz¨® a desdibujarse definitivamente cuando su jerarqu¨ªa en la mannschaft se puso en cuesti¨®n, durante el Mundial de 2010. Acudi¨® a la cita lesionado, con la esperanza de recuperarse para las rondas finales y en Durban se encontr¨® con que Lahm, capit¨¢n interino, se rebelaba contra su jerarqu¨ªa. ¡°Quiero seguir siendo el capit¨¢n y no pienso devolver el brazalete voluntariamente¡±, dijo el lateral. Entonces el caudillo alem¨¢n comenz¨® a tambalearse, y Matth?us le dio la puntilla: ¡°A Ballack le recomiendo que tenga un gesto de grandeza y renuncie a la selecci¨®n. El equipo es m¨¢s fuerte que ¨¦l y se han creado otras jerarqu¨ªas¡±. As¨ª que Ballack volvi¨® a casa con el orgullo herido antes de la semifinal contra Espa?a, y cuando Joachim L?w comprob¨® que el equipo rend¨ªa muy bien sin ¨¦l su defenestraci¨®n qued¨® decidida. El t¨¦cnico le invit¨® a poner el broche a la "era Ballack" de la selecci¨®n (98 partidos, 42 goles) con un amistoso contra Brasil, en junio del a?o pasado, pero Ballack rechaz¨® la despedida y calific¨® a L?w y a sus compa?eros de ¡°hip¨®critas¡±. Dolido, pas¨® factura: ¡°Si ahora quieren aparentar que siempre me trataron a m¨ª como capit¨¢n de la selecci¨®n nacional alemana de f¨²tbol franca y abiertamente, es el colmo de lo hip¨®crita¡±.
Renunci¨® acudir a un partido de despedida de la selecci¨®n, ante Brasil
De Ballack pueden recordarse varias im¨¢genes. En una de ellas, abre los brazos en un descontrolado aspaviento de protesta, mientras persigue a cent¨ªmetros de distancia al ¨¢rbitro noruego Tom Henning Ovrebo en los ¨²ltimos minutos del partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones 2008-2009, disputado ante el Barcelona. A veces acompa?ada de burlas, es la estampa de la derrota y de la impotencia por la pol¨¦mica actuaci¨®n del colegiado, y en ella la mirada de Ballack sigue siendo desafiante, porque pese a las derrotas siempre conserv¨® el orgullo, a veces mal mezclado con cierta altivez. El orgulloso Ballack, que asegura que nunca so?¨® con lo conseguido, lo deja con la cabeza alta, y con la probable satisfacci¨®n de que incluso aquellos a quien ¨¦l calific¨® de enemigos lo consideraran lo suficientemente importante como para marcar una era. La era Ballack, que ha llegado a su fin.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.