El mejor cl¨¢sico de los cl¨¢sicos
El Bar?a y el Madrid cierran un estupendo partido con grandes momentos de ambos, mejor los madridistas de inicio y superiores los azulgrana al final Messi y Cristiano, decisivos de nuevo
El cl¨¢sico no fue un litigio Catalu?a-Espa?a, como se anunciaba en muchos carteles, ni tampoco se qued¨® solo en un excelente duelo del Bar?a contra el Madrid, cosa l¨®gica desde el punto de vista deportivo, sino que sobre todo result¨® un mano a mano de Messi con Cristiano Ronaldo, nada nuevo si se atiende a su condici¨®n de figuras mundiales del f¨²tbol. Ambos protagonizaron un partido estelar por su capacidad para definir frente a dos porteros hoy achantados. El 10 se guardaba los goles para Casillas y el 7 ya lleva seis encuentros consecutivos sin perdonar a Vald¨¦s.
BAR?A, 2 - REAL MADRID, 2
Barcelona: Vald¨¦s; Alves (Montoya, m. 27), Adriano, Mascherano, Alba; Xavi, Busquets, Cesc (Alexis, m. 63); Pedro, Messi e Iniesta. No utilizados: Pinto; Bartra, Song, Sergi Roberto y Villa.
Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Khedira, Xabi Alonso; Di Mar¨ªa (Essien, m. 87), ?zil (Kak¨¢, m. 80), Cristiano; y Benzema (Higua¨ªn. m. 62). No utilizados: Ad¨¢n; Coentr?o, Albiol y Modric.
Goles: 0-1. M. 22. Cristiano. 1-1. M. 29. Messi. 2-1. M. 60. Messi. 2-2. M. 65. Cristiano.
?rbitro: Delgado Ferreiro. Mostr¨® la tarjeta amarilla a Pedro, Xabi Alonso, Busquets, ?zil, Pepe y Arbeloa.
Camp Nou: 96.589 espectadores.
Los dos goles de Messi, que ya suma 17 en 22 cl¨¢sicos, y los dos del infalible Cristiano, pusieron el mejor punto y final a un partido intenso, el¨¦ctrico, cambiante y tan exigente como deportivo. El espect¨¢culo respondi¨® al fin y al cabo a la audiencia de 400 millones de espectadores. Ambos equipos se batieron con grandeza hasta quedar derrengados en la cancha y ganarse el aplauso de la grada. El cl¨¢sico fue tan bueno y dram¨¢tico futbol¨ªsticamente como respetuoso pol¨ªticamente porque el ambiente catalanista fue sereno y respetuoso en el Camp Nou.
M¨¢s que defensas, al Bar?a le faltaron si acaso delanteros o atacar mejor, m¨¢s que nada porque no mezclaron bien los volantes. Los azulgrana salvaron a fin de cuentas un partido muy complicado gracias a los goles de Messi, la jerarqu¨ªa de Busquets y el laboro de Pedro. Ten¨ªa m¨¢s recursos el Madrid y tuvo el encuentro a su merced despu¨¦s del 0-1. No supo rematar a su rival cuando mandaba y al final acab¨® agradecido con el marcador porque el larguero devolvi¨® un tiro de Montoya. El l¨ªder no se rinde, ni con una alineaci¨®n de m¨ªnimos, y menos con el Madrid.
Acostumbrados a que Tito no politiqueara, la formaci¨®n de ayer no solo fue sorprendente sino que ten¨ªa la pinta de un jerogl¨ªfico, condicionada por las lesiones de Piqu¨¦ y Puyol y por la visita del Madrid. Ante la falta de centrales, el t¨¦cnico dispuso de tres laterales y prescindi¨® de un extremo para dar cabida a Cesc e Iniesta. Sin perder simetr¨ªa, el entrenador se ganaba a los futbolistas con m¨¢s estatus, titulares que no aceptan la suplencia en un cl¨¢sico. No le sali¨® del todo bien porque los azulgrana penalizaron m¨¢s en la divisoria que en el ¨¢rea de Vald¨¦s.
Messi y Cristiano protagonizaron un partido estelar por su capacidad para definir ante dos porteros achantados
Adriano cerr¨® bastante bien como central zurdo mientras que Iniesta extra?¨® su regreso a su antigua condici¨®n de extremo izquierdo. Quer¨ªa Vilanova buenos pies, ligeros para correr y precisos para tener el bal¨®n, piernas flexibles, y renunciaba a la altura pese al tallo largo del Madrid. Hab¨ªa nueve cent¨ªmetros de diferencia (1,74m frente a 1,83m) a favor del equipo de Mourinho, que no tuvo dudas a la hora de cantar el equipo: sali¨® a escena el mejor equipo posible, el que incluye a Marcelo y ?zil, rematado por Benzema.
Los automatismos funcionaron estupendamente en el Madrid ante la confusi¨®n de salida del Bar?a. A partir de un juego natural y reconocible, el equipo de Mourinho gobern¨® el partido por alto y por bajo, a la salida de los c¨®rneres y de lado a lado del campo, ahora con Ramos y despu¨¦s con Cristiano Ronaldo y Benzema, siempre con el genial ?zil. Al central se le escap¨® por un dedo un cabezazo a la salida de un saque de esquina antes de que el portugu¨¦s sorprendiera con un zurdazo a Vald¨¦s despu¨¦s de una excelente dejada del 9 franc¨¦s.
Tocaba y remataba el Madrid, mand¨®n y mejor puesto en el Camp Nou. El partido estaba decididamente de su parte cuando Benzema y Di Maria fallaron en la boca de gol el 0-2. A pesar de juntar a cuatro medios, no encontraba la pelota el Barcelona. No estaba fino en el control, erraba en el pase, le faltaba paciencia para masticar la jugada, no ten¨ªa continuidad y no daba con Iniesta. Ya se sabe, de todas maneras, que la mejor versi¨®n de los azulgrana se manifiesta normalmente a partir de la necesidad de remontar los partidos m¨¢s dif¨ªciles, pocos como el cl¨¢sico.
Los automatismos funcionaron estupendamente en el Madrid ante la confusi¨®n de salida del Bar?a
Justo despu¨¦s que el palo escupiera el tiro de Benzema, empez¨® a jugar mejor el Barcelona y, al igual que en encuentros anteriores, se encontr¨® con el empate despu¨¦s que Pepe no acertara a rechazar un centro de Pedro. La pelota qued¨® muerta a pies de Messi, y no perdon¨® el 10. Mejor¨® el Bar?a sin el lesionado Alves y con Montoya y pareci¨® acusar el desgaste f¨ªsico el Madrid. El descanso sirvi¨® para recuperar fuerzas y los dos equipos sometieron a un examen continuo a Delgado Ferreiro.
?zil reclam¨® un penalti de Mascherano y tambi¨¦n pareci¨® que Pepe derribaba en el ¨¢rea a Iniesta antes de que el colegiado perdonara la expulsi¨®n de Xabi Alonso despu¨¦s de una entrada a Messi. El 10, sin embargo, se cobr¨® la falta directa con un golazo: 2-1. La respuesta de Cristiano Ronaldo fue igualmente admirable porque empat¨® acto seguido, habilitado por Adriano, despu¨¦s de una preciosa asistencia de ?zil. Muy abierto, el partido se convirti¨® en un ir y venir excelente, con sobresaltos en los dos campos, ya con Higua¨ªn y Alexis en escena, sin Cesc.
La determinaci¨®n de los jugadores escap¨® a cualquier t¨¢ctica y el cl¨¢sico se convirti¨® en un emocionante espect¨¢culo futbol¨ªstico despolitizado. Atacaba el Bar?a como si en el resultado le fuera la vida y respond¨ªa sin reservas el Madrid, convencido de que pod¨ªa repetir la victoria del a?o pasado en el Camp Nou. No hubo manera de deshacer el 2-2, marcador que ratifica la diferencia de ocho puntos, y a nadie le pareci¨® mal, despu¨¦s de uno de los mejores partidos de los ¨²ltimos tiempos por el talento de los equipos y la clase mundial de Messi y Ronaldo.
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