El Arco y la Giralda

Borges dec¨ªa que no concederle el Premio Nobel tras figurar entre los finalistas se hab¨ªa convertido en ¡°una tradici¨®n escandinava¡±. Que un caballo japon¨¦s no gane el Arc de Triomphe en Longchamp cuando parece a punto de hacerlo y quede segundo o tercero tambi¨¦n es ya una tradici¨®n parisina: fue el destino de El C¨®ndor Pasa, de Deep Impact, de Nakayama Festa¡­ En la edici¨®n de este a?o de la gran carrera la familia Yoshida tom¨® todas las precauciones para evitar el cumplimiento de la maldici¨®n: su campe¨®n Orfevre, un espl¨¦ndido alaz¨¢n de impresionante palmar¨¦s, se vino a Francia con tiempo suficiente para aclimatarse y se contrat¨® para montarle a Christophe Soumillon, un jinete local con gran experiencia en Longchamp. Orfevre particip¨® en el premio Foy, prueba preparatoria para el Arc, y la gan¨® con autoridad, de modo que todo parec¨ªa dispuesto esta vez para el anhelado triunfo. El ¨²nico inconveniente es que en el sorteo le toc¨® el ¨²ltimo caj¨®n de salida, el m¨¢s complicado de gestionar, aunque no parec¨ªa un inconveniente insuperable.

Una leyenda h¨ªpica asegura que nunca el ganador del StLeger logra vencer en el Arco de Longchamp. Orfevre la ha cumplido

Incluso jugaba a favor del japon¨¦s la retirada a ¨²ltima hora de varios competidores destacados, entre ellos Danedream, la yegua alemana ganadora el pasado a?o que no pudo viajar desde su pa¨ªs por una inoportuna fiebre equina que la puso en cuarentena. Quedaban desde luego rivales de categor¨ªa, como Shareta, la joya del Aga Khan que lleg¨® segunda en el Arc el a?o pasado y que parec¨ªa mejor ahora que nunca, y sobre todo Camelot,vencedor en los derbys de Inglaterra y de Irlanda, que acababa de perder por poco la triple corona brit¨¢nica ¨C Dos Mil Guineas, Derby y StLeger- en Doncaster. Pero eso era casi una recomendaci¨®n para Camelot, porque otra leyenda h¨ªpica asegura que nunca el ganador del StLeger logra vencer en el Arco de Longchamp¡­ Adem¨¢s, contaba con la monta de Lanfranco Dettori, el jinete de las grandes ocasiones. La afici¨®n popular francesa iba con Saonois, un caballo de origen modesto y propiedad de un panadero de Lyon, que se hab¨ªa convertido en cheval de coeur tras ganar por sorpresa el Jockey Club y el Niel: el peque?o David contra los Goliats millonarios de los jeques y dem¨¢s grandes cuadras¡­

Pero lo que nadie pod¨ªa prever de antemano era que la lluvia incesante iba a convertir la noble pista parisina en una trampa pegajosa y traicionera. En ella fracasaron los m¨¢s aristocr¨¢ticos corceles y tambi¨¦n, ay, el h¨¦roe popular, el sastrecillo valiente. El poderoso Orfevre, sin embargo, a despecho de su mal caj¨®n de salida, logr¨® ponerse en cabeza a cien metros de la meta y parec¨ªa que por fin iba a dar la victoria a los japoneses pero¡­ En los ¨²ltimos trancos la yegua Solemia, brava especialista en ese terreno inh¨®spito, le alcanz¨® empujado de manera magistral por Olivier Peslier, un veterano fuera de serie de la fusta. El nip¨®n ocup¨® la segunda plaza, como manda la tradici¨®n no escrita, y detr¨¢s llegaron no tanto los mejores corredores sino los mejores ¡°nadadores¡± que participaban en la prueba¡­

En los ¨²ltimos trancos la yegua Solemia, brava especialista en el terreno inh¨®spito, remont¨®

A la vencedora Solemia la entrena Carlos Laff¨®n Parias, un sevillano afincado en Paris desde hace d¨¦cadas que consolidaba as¨ª su puesto entre los mejores preparadores europeos. Carlos Laffon, sobrino de la gran pintora Carmen Laffon, proviene de una familia de raigambre turf¨ªstica y fue jinete amateur en Espa?a antes de casarse con la hija de la entrenadora francesa Criquette Head e instalarse en Paris. Es uno de esos espa?oles que triunfa internacionalmente en un deporte que por desgracia no alcanza en nuestro pa¨ªs el reconocimiento p¨²blico que merece, por tradici¨®n y por prestigio. En cuanto a Solemia, propiedad de los hermanos Wertheimer (una de las cuadras de mayor abolengo), es una descendiente por parte de padre de Northern Dancer y por su madre de Mill Reef,la f¨®rmula gen¨¦tica perfecta. No est¨¢ mal que una hembra de pedigr¨ª tan inmaculado haya conquistado la mejor carrera europea gracias a la art¨ªstica puesta a punto deparada por un hijo de la tierra de Mar¨ªa Sant¨ªsima¡­