Los ingleses son los mejores actores
?????????????? ¡°Prefiero fracasar con honor que ganar enga?ando¡±. S¨®focles
Ha surgido un acalorado debate en el f¨²tbol ingl¨¦s sobre lo que Pepe, el central del Real Madrid, llamar¨ªa el tema de los teatreros. A lo largo de la ¨²ltima semana y media las p¨¢ginas deportivas han hablado de poco m¨¢s. Y los culpables que con m¨¢s frecuencia se se?alan son los que aportan m¨¢s calidad a la Premier League, los jugadores extranjeros.
El teatro al que se refieren no es tanto aquel que consiste en exagerar el da?o que te ha hecho la entrada de un rival, el retorcerte por los suelos con el objetivo de que el ¨¢rbitro castigue con una tarjeta amarilla o roja al jugador que supuestamente te golpe¨®. Eso no se da tanto en Inglaterra. Por un motivo: existe la seria posibilidad de que no te lo perdonen tus propios seguidores.
La variante teatral que ha provocado el reciente alboroto en Inglaterra es aquella conocida en espa?ol como tirarse a la piscina. Es decir, fingir que te han hecho un penalti tir¨¢ndote en el ¨¢rea rival cuando apenas te han tocado. Alex Ferguson, el entrenador escoc¨¦s del Manchester United, inici¨® las hostilidades cuando declar¨® que ¡°hay muchos jugadores que se tiran y, hay que reconocerlo, especialmente jugadores extranjeros¡±.
A Ferguson pareci¨® darle la raz¨®n un par de d¨ªas despu¨¦s el delantero uruguayo del Liverpool, Luis Su¨¢rez, que da la impresi¨®n de estar empe?ado en competir con el ingl¨¦s John Terry por el t¨ªtulo de chico malo number one de la Premier. Su¨¢rez, que ya ha sido castigado ¡ªcomo Terry¡ª por supuesto comportamiento racista, se delat¨® el fin de semana pasado con un piscinazo espectacularmente inepto en el ¨¢rea de su rival, el Stoke City. Y encima se mostr¨® indignado cuando el ¨¢rbitro no pit¨® nada.
Pero la t¨¦sis fergusoniana no se sustenta del todo en los hechos. El otro gran protagonista teatral de la jornada fue Gareth Bale, que es gal¨¦s y, se supone, no entra dentro del concepto que tiene el entrenador del United de un extranjero. ?l tambi¨¦n se tir¨®, cosa que hace, por cierto, con bastante frecuencia, sin excluir un intento burdo que hizo de enga?ar al ¨¢rbitro con el fin de que le pitara un penalti en un partido de la Liga de Campeones hace un par de temporadas entre su equipo, el Tottenham, y el Real Madrid.
En la Premier League existe la ceguera chovinista, liderada por Sir Alex Ferguson, de que el enga?o es cosa de los extranjeros
Sin embargo, y demostrando esa misma ceguera chovinista que exhibe Ferguson, los medios ingleses han concentrado su ira esta semana en la figura de Su¨¢rez, emblema, de repente, de la cultura importada del enga?o que muchos han elegido ver en el f¨²tbol de la Premier. M¨¢s bien de lo que se trata aqu¨ª es de autoenga?o, como se deduce de unas declaraciones hechas esta semana por el exmadridista y exinternacional ingl¨¦s Michael Owen.
Owen tuvo la sorprendente honestidad de confesar que se hab¨ªa ca¨ªdo muchas veces en el ¨¢rea rival, incluyendo en partidos mundialistas contra Argentina, cuando la verdad era que f¨¢cilmente se podr¨ªa haber quedado de pie. El ingl¨¦s, que est¨¢ en el oto?o (o, m¨¢s bien, en el invierno) de su carrera, mantuvo que tres cuartos de los jugadores profesionales que se caen en el ¨¢rea podr¨ªan evitarlo. Pero insisti¨®, curiosamente, en hacer una distinci¨®n entre esta especialidad suya y aquel invento nefasto que, seg¨²n ¨¦l, hab¨ªan tra¨ªdo los extranjeros a Inglaterra. Su argumento era que lo que ¨¦l hac¨ªa respond¨ªa a un talento digno de respeto, porque requer¨ªa astucia e inteligencia, mientras que tirarse descaradamente a la piscina era inmoral. ¡°Nunca he buscado un penalti cuando no me han tocado¡±, dijo, ¡°pero es verdad que intentas empujar el reglamento al l¨ªmite para ganar un partido, aunque sin enga?ar¡±.
Como reconociendo que se estaba enredando, Owen explic¨® que para poder entender la sutileza de su pensamiento hab¨ªa que ser un jugador profesional. Posiblemente. O, mejor dicho¡ ?Cree Owen que somos todos unos tontos? ?Qu¨¦ no vemos su hipocres¨ªa? La diferencia entre una cosa y la otra no es moral; la diferencia es que algunos saben enga?ar mejor que otros. Y si es verdad que los jugadores extranjeros de la Premier League son lo que m¨¢s f¨¢cilmente se delatan entonces hemos hecho un descubrimiento importante: que los ingleses (pero no necesariamente los galeses) son mejores tramposos que los Su¨¢rez y compa?¨ªa. Y una cosa m¨¢s. Hemos reafirmado a trav¨¦s del f¨²tbol lo que ya que sab¨ªamos por nuestra experiencia del teatro y el cine: los ingleses son muy buenos actores.
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