Tan justo como complicado

Fue mejor el Sevilla. Se hart¨® de fallar ocasiones, de empujar, de fabricar llegadas, pero se encontr¨® con el Mallorca, un equipo experto en el arte de lo sencillo. Sin defenderse bien ni atacar con soltura, los de Joaqu¨ªn Caparr¨®s sobrevivieron sin saber muy bien por qu¨¦, levant¨¢ndose despu¨¦s de las numerosas oportunidades que fallaron, una tras otra, Negredo y Navas, que se estrellaron ante un fenomenal Aouate. Sacaba mucho el Mallorca, exponiendo poco, hasta que el f¨²tbol quiso ser justo con el Sevilla. La volea de Cicinho le abri¨® las puertas del cielo para forjar un triunfo que siempre busc¨®, afeado, eso s¨ª, por algunos errores imperdonables en la defensa. Pes¨® m¨¢s la valent¨ªa y el atrevimiento, el f¨²tbol de seda de Rakitic y el gol de Negredo, as¨ª como la incombustible vitalidad de Navas. Si tuviera gol...

Lo hizo casi todo bien el Sevilla ante un Mallorca desconocido, algo tontorr¨®n, sin esa pizca de garra e intensidad tan del estilo de Caparr¨®s. Dentro de ese casi con el que el conjunto andaluz emborron¨® su buena actuaci¨®n relucieron una serie de errores defensivos impropios de la ¨¦lite. El Sevilla goz¨® con las carreras de Navas y el f¨²tbol clarividente de Rakitic en un inicio fulgurante, pero se encontr¨® con un bofet¨®n tan inesperado como rotundo. Un bal¨®n largu¨ªsimo del debutante Giovani lo meti¨® en la red el lateral Bigas ante la inexplicable ausencia de los centrales y la extra?a salida de Palop. Cicinho tampoco se enter¨®. El defensa balear no necesit¨® ni rematar, pues su control entr¨® directamente en la porter¨ªa, manso como un corderito.

Se repuso el Sevilla con el golazo de Negredo, pero en otro bal¨®n en largo Hemed le hizo un l¨ªo a Spahic previo fallo de Fazio en la anticipaci¨®n. Buen delantero el israel¨ª, resignado a ser un islote solitario durante muchos minutos, pero siempre atento cuando se le necesita. El Sevilla jugaba y jugaba, pero ganaba el Mallorca, casi sin quererlo, encajando una llegada tras otra del equipo de M¨ªchel, de oro en la construcci¨®n, horrible en la defensa. No pod¨ªa sobrevivir el conjunto isle?o a tanto tiroteo a pesar de su encomiable oficio.