Memorial de los a?os de plomo

¡°Un periodo oscuro¡±. As¨ª lo llama la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI). Finalmente, casi un decenio despu¨¦s, reconoce de manera oficial lo que las investigaciones policiales hab¨ªan revelado: que el ciclismo de los ¨²ltimos a?os del siglo XX y los primeros del XXI no era el de los deportistas limpios y las competiciones sanas, el de los grandes ¨ªdolos inmaculados, sino el de la EPO, el de las transfusiones sangu¨ªneas. Los a?os Armstrong son los a?os negros, simbolizados por un palmar¨¦s en blanco (un memorial de los a?os de plomo), el de los siete Tours del estadounidense condenado al olvido, que, por decisi¨®n del Comit¨¦ Director, reunido ayer en Ginebra, quedar¨¢n sin ganador. ¡°Una sombra de sospecha permanecer¨¢ para siempre sobre este periodo oscuro¡±, se dice en la decisi¨®n, ¡°y, aunque esto pueda parecer injusto para aquellos que compitieron limpios, ellos entender¨¢n que poco honor se puede ganar haciendo correr la clasificaci¨®n¡±. Ninguna otra descalificaci¨®n que pueda producirse en el futuro respecto a 1998-2005 ser¨¢ cubierta.

Agobiada por el clima delet¨¦reo que rodea al ciclismo, por las sospechas insoslayables, la UCI anunci¨® adem¨¢s la creaci¨®n de una comisi¨®n independiente (sus miembros ser¨¢n elegidos por otro organismo, posiblemente la Agencia Mundial Antidopaje) para que investigue qu¨¦ hizo la propia UCI en su lucha contra el dopaje en esa ¨¦poca. Su informe, que deber¨ªa ser p¨²blico, se conocer¨ªa antes del 1 de junio de 2013.

Los a?os negros, simbolizados en Armstrong, el que m¨¢s Tours hab¨ªa ganado, son los que sacaron a la luz el caso Festina (1998), la Operaci¨®n Puerto (2006), las investigaciones italianas sobre los m¨¦dicos del ciclismo (Michele Ferrari sobre todos) y los testimonios de los ciclistas a la USADA (2012). Justamente todos aquellos cuyo historial se habr¨ªa enriquecido con los despojos del tejano (Ullrich, que habr¨ªa pasado a ganar cuatro Tours; Basso, Beloki, Z¨¹lle, Kl?den¡­) estaban implicados en un caso u otro aun sin dar positivo en ning¨²n control.

La exigencia de los organizadores del Tour, que se negaban a reescribir su palmar¨¦s una vez m¨¢s despu¨¦s de que dos de sus ¨²ltimos vencedores, Floyd Landis y Alberto Contador, fueran descalificados por dopaje (sustituidos por ?scar Pereiro y Andy Schleck) y la creciente ola de indignaci¨®n desde que el 10 de octubre la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) hiciera p¨²blica su decisi¨®n razonada (202) para sancionar a Armstrong, miles de folios, no dej¨® m¨¢s salida a la UCI. Una clara conciencia de la necesidad de dar peso a la memoria (el elemento que para Reyes Mate, fil¨®sofo, necesita la sociedad no tanto para que no se repita la historia, sino porque no se puede plantear la construcci¨®n del futuro sin tener en cuenta la experiencia del pasado) empap¨® las reacciones derrotando a aquellos que encuentran en el olvido la ¨²nica posibilidad de no sufrir.

Todos los ciclistas que se habr¨ªan beneficiado de los despojos del tejano son dudosos

El organismo presidido en los a?os Armstrong por Hein Verbruggen y desde 2005 por su heredero designado, Pat McQuaid, ha visto c¨®mo el informe Armstrong se convert¨ªa en un informe UCI, un recordatorio de las responsabilidades del organismo en el fermento de los a?os negros y del fen¨®meno Armstrong, que tanto hizo por la globalizaci¨®n del ciclismo (mercados anglonorteamericanos y australianos, las fuerzas motrices, las fuerzas econ¨®micas), tan cara a la propaganda oficial. Unos cuantos hechos dudosos subray¨® la USADA en su informe, un guion para la comisi¨®n de investigaci¨®n: ?c¨®mo pudo aceptar la UCI donativos de 125.000 d¨®lares para su lucha antidopaje por parte de Armstrong, que hab¨ªa tenido varios resultados sospechosos en los laboratorios y al que incluso el director del de Lausana fue a advertir de que tuviera mucho cuidado con las inyecciones de EPO, pues estaba rozando el poste? ?Se avisaba a Armstrong con antelaci¨®n de cu¨¢ndo ¨¦l o su equipo iban a pasar controles fuera de competici¨®n? ?Ten¨ªa l¨ªnea directa con la UCI para que se acosara con controles a los que se iban de su equipo? ?Fue casualidad que solo cuando lo dejaron Heras, Beltr¨¢n, Hamilton y Landis dieran positivo?

Ser¨¢, pues, si hace su trabajo, la verdadera comisi¨®n de la memoria, el conocimiento necesario para recuperar la fe.