El hijo de El Pichote
Marc M¨¢rquez, un ni?o de pueblo y un ejemplo de precocidad, da sus ¨²ltimas vueltas en Moto2 a la espera de dar el gran salto a la categor¨ªa reina la pr¨®xima temporada
El abuelo Ramon llevaba demasiados meses tendido en la cama del hospital. Necesitaba un trasplante de coraz¨®n. Pero se negaba a m¨¢s operaciones. ¡°?Quieres ver a Marc ser campe¨®n del mundo? Pues ya sabes lo que tienes que hacer¡±, le dijo su hijo, Juli¨¤. ¡°Entonces me opero¡±, respondi¨® aquel. Marc era el nieto con quien m¨¢s horas hab¨ªa pasado, el ¨²nico de todos los primos que quer¨ªa acompa?arle en sus largos paseos por Cervera, receta del doctor, bien fuera con el triciclo, bien a pie. As¨ª que volvi¨® a pasar por el quir¨®fano. Y tras unos meses tuvo su recompensa: el ni?o se proclamaba campe¨®n del mundo de 125cc. Dos a?os despu¨¦s Marc M¨¢rquez (Cervera, Lleida; 19 a?os) ha ganado otro Mundial, esta vez de Moto2.
Hoy ya no es el chico t¨ªmido y poco hablador que Jordi Castella, uno de sus mec¨¢nicos, conoci¨® a los 13 a?os. ¡°Se ha hecho mayor muy r¨¢pido¡±, dice con nostalgia. ?l lo recog¨ªa del colegio cada mi¨¦rcoles junto a su hermano ?lex, tambi¨¦n piloto, los llevaba a ambos a comer con Sole, la yaya de Cervera, y de ah¨ª se iban a entrenarse. ¡°Era el ¨²nico d¨ªa que no ten¨ªan clase por la tarde; las clases siempre fueron lo primero¡±, interviene Juli¨¤.
Se ha hecho mayor muy r¨¢pido¡±, dice uno de sus mec¨¢nicos, que le conoci¨® con 13 a?os
Rodaban en un circuito cerca de casa: era un terreno en ocho, hecho de tierra: Marc, con una 250cc de dos tiempos, y ?lex, con una 80cc. Emilio Alzamora, su representante, le dec¨ªa al ni?o que parara cuando viera que empezaba a ir r¨¢pido. ¡°Pero no pod¨ªa hacerlo porque Marc iba r¨¢pido enseguida. ¡®Como se caiga y se haga da?o, te vas a la calle¡¯, me amenazaba. Y yo le respond¨ªa que lo tendr¨ªa que frenar a las cinco vueltas. Juli¨¤ y yo le ment¨ªamos. Le dej¨¢bamos rodar m¨¢s y ?claro que se ca¨ªa!¡±, recuerda Castella.
Entonces M¨¢rquez era el hijo de El Pichote, como se conoce en el pueblo a Juli¨¤, un conductor de excavadoras en paro. Pero aquel ni?o que a los cuatro a?os pidi¨® a los Reyes Magos ¡°una moto de verdad, de las de hacer saltos¡±, como las que ¨¦l ve¨ªa cada fin de semana en el circuito de Bellpuig, es hoy m¨¢s famoso que su padre. ¡°Para la gente adulta sigue siendo el hijo de El Pichote; para los m¨¢s j¨®venes yo soy el padre de Marc M¨¢rquez¡±, concede orgulloso. Su hijo es el ejemplo de precocidad. Tanto que durante a?os llev¨® de cabeza a ?ngel Viladoms, presidente de la Federaci¨®n Catalana de Motociclismo, que no se perdi¨® ni una de sus carreras entre los 6 y los 12 a?os: ¡°Estaba asustado. Era muy r¨¢pido, pero tambi¨¦n muy peque?o, y me habr¨ªan cortado el cuello si se hubiera hecho da?o¡±.
M¨¢rquez empez¨® practicando enduro y motocross. A los 13 a?os ya era tres veces campe¨®n de Catalu?a, en motocross y en velocidad. A pesar de que compet¨ªa con ni?os hasta tres y cuatro a?os mayores.
Cuando se subi¨® a la Conti de 50cc en el a?o 2000 en una copa de promoci¨®n no tocaba con los pies a tierra: ¡°Hac¨ªa la salida apoyado sobre un pie e iba saltando de un lado de la moto al otro para cambiar de direcci¨®n¡±, recuerda su padre. Luego lleg¨® su estreno en el campeonato de Espa?a de velocidad. ¡°Era muy peque?o y siempre se iba por los suelos. Pesaba 32 kilos. Y su moto, una Honda, volaba. Se la tuvimos que hacer a medida: llevaba una maneta de bici en el embrague, porque con una normal no le llegaban los deditos, las estriberas m¨¢s altas, el dep¨®sito recortado, la silleta m¨¢s corta y un tope en el culo hecho de carbono porque daba gas y se iba para atr¨¢s¡±, relata Castella.
En su segundo a?o en el campeonato, con KTM, se le aplic¨® el reglamento del peso m¨ªnimo: llevaba 21 kilos de plomo en la moto: ¡°Pesaba 92 kilos, casi el triple que ¨¦l, era como si llevara una 250cc. Hab¨ªa d¨ªas en los que se ca¨ªa en cada sesi¨®n, as¨ª que me pasaba las horas arreglando la moto. Y ¨¦l iba a por unos bocatas para m¨ª, porque algunos d¨ªas no ten¨ªa tiempo ni de cenar¡±, a?ade el mec¨¢nico. Pero era rapid¨ªsimo. ¡°Como era tan peque?o, las leches eran de campeonato; y volv¨ªa llorando. Pero se le pasaba enseguida. Nunca le he visto con miedo tras una ca¨ªda. Siempre quiere ir m¨¢s r¨¢pido¡±, afirma Castella. ¡°Soy un piloto decidido que cuando ve el hueco intenta meter la moto¡±, se describe M¨¢rquez, que sabe que se le critica por ser muy agresivo, pero, defiende, ese es su estilo. ¡°Me gusta mirar v¨ªdeos y Valentino Rossi, que es el m¨¢s grande, hac¨ªa unos adelantamientos que daban espect¨¢culo y hac¨ªan afici¨®n¡±, concede. No son pocos los que le comparan con el italiano por su irreverencia en la pista y su desparpajo fuera.
Rossi es el m¨¢s grande¡±, dice el piloto, al que comparan con el italiano por su osad¨ªa
Al igual que ha ido perdiendo la verg¨¹enza, M¨¢rquez ha ido molde¨¢ndose hasta convertirse en el piloto que es hoy. Aquellos tiempos en los que tuvo que pilotar con lastre en la moto ¡ªtambi¨¦n en su estreno en el Mundial, en 2008, cuando fue tercero en Gran Breta?a con 15 a?os¡ª dieron cuerpo a un piloto muy fino, que deb¨ªa dibujar trazadas perfectas, pues con una moto 15 kilos m¨¢s pesada los cambios de direcci¨®n eran mucho m¨¢s dif¨ªciles.
A aquel perfil m¨¢s t¨¦cnico se une la soltura y agresividad de un piloto de mayor envergadura: ¡°Ahora sale m¨¢s de la moto, va m¨¢s suelto, y lleva ¨¦l a la moto, no al rev¨¦s, como pasaba hace un a?o; es capaz de modificar una trazada en plena curva, de adaptarse a la pista o a la moto si las condiciones no son las id¨®neas; otros pilotos no pueden¡±, observa Alzamora.
Es el dominador de la categor¨ªa. Y ha a?adido a sus carreras clave ¡ªPortugal 2010, cuando se jugaba el t¨ªtulo de 125cc, o Australia 2011, cuando perdi¨® el de Moto2¡ª otra remontada para la historia: la de Jap¨®n hace dos semanas. Es puro espect¨¢culo. Tiene 19 a?os y ha ganado su segundo Mundial antes de debutar el a?o pr¨®ximo en MotoGP con Honda.
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