Lorenzo vuelve a reinar

Levant¨® los brazos y mir¨® al cielo, gris¨¢ceo aunque con algunos rayos de sol, ese astro que hab¨ªa estado esquivo durante todo el fin de semana, complicando las cosas. Alguien le dijo hace un par de a?os que todav¨ªa no era nadie, que hab¨ªa muchos pilotos capaces de ganar un campeonato del mundo de motociclismo; pero solo los mejores son capaces de repetir. ?l, Jorge Lorenzo, ese chaval con aires chulescos y deseos de agradar, ese ni?o que no sab¨ªa perder y que ya sum¨® dos t¨ªtulos, consecutivos, en la categor¨ªa intermedia, 250cc, ha sido capaz tambi¨¦n de repetir en MotoGP. Es el primer espa?ol que lo logra. Tiene 25 a?os y este domingo ha gritado con el alma en una apacible isla australiana porque ya es alguien. Es un piloto tan fino como hace dos a?os, cuando consigui¨® por vez primera la corona de laurel, pero es hoy mucho m¨¢s regular, m¨¢s fuerte mentalmente, m¨¢s consciente de d¨®nde est¨¢n los l¨ªmites, m¨¢s confiado. Lorenzo ha exhibido un dominio insultante durante toda la temporada, un curso en el que su Yamaha estuvo, esta vez s¨ª, a la altura de la Honda. Y ha puesto el broche final a un curso magn¨ªfico con otra carrera excelente, racional y pl¨¢cida, probablemente una de las m¨¢s pl¨¢cidas del a?o. Porque fue testigo directo del error, fatal, de su ¨²nico rival por el t¨ªtulo, Dani Pedrosa, que se fue al suelo en la segunda vuelta.

Hab¨ªa salido el de Yamaha como un ob¨²s, lanzado desde la segunda posici¨®n de la parrilla: fue el primero en trazar la primera curva, a la derecha. Y lider¨® una retah¨ªla de motos en desfilada por Phillip Island. Le segu¨ªan Pedrosa y Stoner, sus colegas durante toda la temporada, con quienes se ha repartido victorias y paseos por circuitos de todo el mundo pues nadie m¨¢s que ellos tres ha sido capaz de ganar en MotoGP. Pronto le cazaron esas dos Honda, primero la de su compatriota, poco despu¨¦s la del australiano, invencible, inalcanzable en esta pista que parece conocer como la palma de su mano. Y se coloc¨® Pedrosa en cabeza. Sab¨ªa el de Sabadell que no ten¨ªa otra que superar a Lorenzo si quer¨ªa alargar la lucha por el t¨ªtulo hasta Valencia, la ¨²ltima carrera del curso.

Lorenzo ha exhibido un dominio insultante durante toda la temporada

As¨ª que sali¨® con el coraz¨®n a por su objetivo. Y, estudiando los l¨ªmites como estaba, cometi¨® un error que ser¨ªa definitivo. Era solo la segunda vuelta de la carrera. Atacaba la cuarta curva, una muy cerrada, de las m¨¢s lentas, a la derecha, y perdi¨® el control de su moto en pleno giro: el neum¨¢tico trasero pareci¨® escurrirse y termin¨® desliz¨¢ndose por el c¨¦sped. Volvi¨® a subirse a la moto. Pero no pudo m¨¢s que enfilar el camino del garaje de su equipo. La carrera se hab¨ªa acabado para ¨¦l. Y tambi¨¦n acab¨® el Mundial. Porque Lorenzo, una piedra, un bloque de hielo, un muro infranqueable, no dej¨® que le atacaran los nervios. Complet¨® una carrera maravillosa, como las ¨²ltimas siete, en las que ¨Csalvo en Misano, donde gan¨®, Stoner no corri¨® y Pedrosa se fue al suelo nada m¨¢s comenzar, atropellado por Barber¨¤¨C tuvo que renunciar a la victoria a cambio de asegurar tantos puntos como fuera posible. No ha cometido un solo error el mallorqu¨ªn en todo el curso, no en vano ha terminado todas las carreras en el podio ¨Csalvo la que no termin¨®, pues Bautista se lo llev¨® por los suelos¨C y lo ha hecho con seis victorias y diez segundos puestos. Tampoco cometer¨ªa error alguno este domingo.

Hizo unos primeros giros fant¨¢sticos y no os¨® bajar el ritmo, ni perdi¨® los papeles al comprobar que Stoner se desped¨ªa de ¨¦l en apenas unas curvas. No ten¨ªa por qu¨¦, y menos tras ver c¨®mo Pedrosa le dejaba el camino libre. Tampoco ten¨ªa tras ¨¦l a nadie que le inquietara lo m¨¢s m¨ªnimo, as¨ª que se dedic¨® a completar una vuelta tras otra buscando la perfecci¨®n de su trazada, para no perder una pizca de concentraci¨®n. Y poco a poco, mientras Stoner abr¨ªa distancias con ¨¦l, que terminar¨ªa a m¨¢s de nueve segundos del australiano, Lorenzo se distanciaba tambi¨¦n cada vez m¨¢s de su inmediato perseguidor, Cal Crutchlow. As¨ª, r¨¢pido y en solitario, se aseguraba una carrera apacible. Y un t¨ªtulo, el segundo de MotoGP, que le encumbra entre los mejores pilotos de la historia.