El Valencia gana por estrategia

Dos tantos de cabeza, primero de Jonas y despu¨¦s de Valdez, producto de la estrategia, sofocaron la fiesta del Llagostera. Su entrenador, Oriol Alsina, hab¨ªa ido a recoger rebollones por la ma?ana, pero por la noche no pudo desactivar a su rival a bal¨®n parado. El Valencia tir¨® de oficio para resta?ar la autoestima tras perder ante el Betis. Fue muy efectivo. Y recuper¨® a los goleadores que puedan darle un respiro a Soldado.

Descartado el pasado s¨¢bado en Sevilla, ante el Betis, Jonas le pidi¨® explicaciones al entrenador, Mauricio Pellegrino. Pero sus argumentos solo ganaron peso antes de acabar la primera parte: cabece¨® picado un centro-chut de Guardado desde la izquierda. Ven¨ªa precedido de una falta sacada por Ever Banega desde la derecha. Al punta brasile?o se le discute la intermitencia de su rendimiento, aunque por alguna rendija u otra acaban siendo productivo: a fin de cuentas, aporta un n¨²mero considerable de goles y asistencias.

Con uno de ellos apacigu¨® la energ¨ªa desplegada por el Llagostera en el primer tiempo, aprovechando las escasas dimensiones de la cancha ¡ª95 metros de largo por 60 de ancho¡ª para imponer su juego directo en busca de Sellar¨¦s, un target man a la antigua usanza. A punto estuvo de adelantarse el cuadro catal¨¢n si Gay¨¤ no se hubiese cruzado como un rayo cuando Pitu se dispon¨ªa a rematar. El joven lateral izquierdo fue una agradable sorpresa en el Valencia. Dado el estado de Mathieu ¡ªlesionado en el tal¨®n de Aquiles, sin s¨ªntomas de mejor¨ªa¡ª y de Cissokho ¡ªdecepcionante en sus primeros partidos¡ª, bienvenida fue la entrada del joven Gay¨¤, de 17 a?os, como zaguero zurdo. Sus credenciales fueron la velocidad y el descaro para alcanzar la l¨ªnea de fondo. El ¨²ltimo cuarto lo jug¨® como interior.

Cay¨® el diluvio sobre el estadio municipal de Llagostera, pero era agua bendita para el c¨¦sped artificial del campo, que se la tragaba toda, con diversas estampas de f¨²tbol antiguo: se escuchaban los gritos de Pellegrino a sus jugadores y lo observaban muy atentos los aficionados, algunos de pie pertrechados de paraguas detr¨¢s de las porter¨ªas.

Tan peque?o el estadio que un pelotazo de V¨ªctor Ruiz acab¨® fuera del recinto. Alguien, entre los charcos, se encontrar¨ªa un bal¨®n en la calle. La estrechez de la cancha se apreci¨® en un centro desde el extremo derecho de Barrag¨¢n que desemboc¨® en la orilla izquierda. El Valencia ya jug¨® mucho m¨¢s suelto en el segundo tiempo, al hilo de la superioridad t¨¦cnica de Ever Banega y Parejo en la medular. Y el centro de c¨®rner de este ¨²ltimo lo cabece¨® a gol Haedo Valdez en el primer palo. El paraguayo se hab¨ªa sentido superado en cada una de las acciones con los centrales catalanes. De ah¨ª que celebrara el tanto con entusiasmo. Lo necesita para confirmar su alternativa a Soldado.

El Llagostera perdi¨® gas y ya no encontr¨® en los desplazamientos largos a Sellar¨¦s, perdido en broncas con V¨ªctor Ruiz. Y desconcentrado al punto de enviar al palo el penalti que Barrag¨¢n hab¨ªa cometido sobre Tarradellas. Al final, los chicos de Alsina le ped¨ªan la camiseta a un cl¨¢sico de la Primera, Albelda, que sonre¨ªa sinti¨¦ndose importante. El f¨²tbol volv¨ªa a las esencias en Llagostera.